Lekue y su continua etiqueta de parche: "Nunca gusta que no valoren tu trabajo; ahora creo que está cambiando"
El lateral del Athletic analiza su gran momento antes del derbi vasco, las críticas con las que ha aprendido a vivir y una carrera en la que va camino de convertirse en capitán.
![Lekue, durante el calentamiento de un partido de esta temporada./AFP](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202401/12/media/cortadas/lekue-retrato-RZELcpMYoWdJkzPkeRY1syJ-1200x648@Relevo.jpg)
Iñigo Lekue (Deusto, 1993) está viviendo uno de sus mejores momentos deportivos. Así lo siente él mismo, demostrando cada vez que salta al campo que es una garantía para Ernesto Valverde, para sus compañeros y cada vez más para la afición. Nueve años como profesional en el equipo de su vida le han servido para ser uno de los jugadores con más peso en el vestuario, convertido en líder por una manera de ser. "A veces me dicen que me paso de positivo", reconoce, aunque admite que esa forma de afrontar la vida y el deporte le han permitido ayudar al grupo en algunos momentos.
Desde fuera, Lekue ha sido blanco de críticas durante años. Desde dentro, un pilar básico. En el campo, un futbolista importantísimo para sus entrenadores, como destacó recientemente Ernesto Valverde. Solo así se consiguen nueve temporadas y más de 200 partidos en un club histórico como el Athletic, al que llegó de forma casi inconsciente y con el que ha levantado ya dos títulos de Supercopa. "Acojonado", resume sobre aquel momento de asomarse al balcón del Ayuntamiento en 2015 cuando vencieron al Barça de Messi, Suárez y Neymar en la Supercopa, en la que nuestro protagonista debutó como profesional.
De aquellos primeros años hasta hoy, en casi una década, Lekue ha conseguido aprender a vivir con esa etiqueta de comodín, que dice que no le importa, y también con las críticas de las que dice "intentar abstraerse", recalcando lo de "intentar" porque es algo imposible en un club como este. "Es difícil. El Athletic es lo que es, Bilbao es un pueblo, toda mi familia vive en Bilbao o en Bizkaia, y sobre todo les llega a ellos", reconoce.
Recorremos esta década como futbolista, pero también como persona. Las redes sociales, un fútbol actual en el que siente que por momentos va "a la contra" y, en definitiva, su vida. Una charla extensa a pocos días de afrontar un nuevo derbi en una temporada que está siendo histórica y en la que Lekue está disfrutando como nunca en el campo.
¿Cómo estás? Desde fuera da la sensación de que estás mejor que nunca en el campo y en el Athletic.
Creo que estoy en mi mejor momento. No sé si va unido o cuál es la razón o la causa, pero estoy disfrutando un montón en el campo. Está claro que cuando el equipo y tú estáis bien se disfruta mucho más, y el hecho de disfrutar te hace rendir mejor, también. Se puede decir que estoy en el mejor momento de mi carrera.
¿Están siendo tus mejores partidos en el Athletic o eso es mucho decir?
Igual es mucho decir, porque no tengo la referencia de todos los partidos y habría que analizarlos todos bien, pero estos últimos partidos, tanto en la derecha como en la izquierda cuando ha faltado Yuri, he hecho muy buenos partidos, muy completos y muy serios. Es la línea a seguir para seguir teniendo minutos y jugando habitualmente.
No importa quién entre que este Athletic sigue jugando igual. ¿A qué lo achacas?
Es algo común de casi todas las plantillas del Athletic y de casi todos los años. La del Athletic es una plantilla muy generosa en todos los aspectos, entrenamos muy bien en el día a día y eso hace que el que juega habitualmente sienta la presión del que no juega y el que no juega habitualmente cuando sale demuestra. Si algo tenemos es eso, que juegue quién juegue, lo hace bien. Más allá de la preferencia del míster, que siempre la hay, la mayoría podemos ser suplidos y suplir de la mejor manera.
Tú te has convertido en un experto en eso mismo, ¿no?
(Se ríe) Sí, sí, a la fuerza igual. Sobre todo en las últimas temporadas he empezado con esa vitola de suplente, de comodín, que sinceramente no me molesta para nada porque hay diferentes momentos en la carrera de un futbolista y me ha tocado eso. Para que el equipo vaya bien tiene que haber gente que no es tan habitual y tienes que estar preparado. Me he convertido estos años en un experto en ese sentido, en estar esperando mi oportunidad en el banquillo e intentar aportar cuando me toca. Es una situación a veces difícil, no tanto en lo personal, porque creo que es algo lógico en un equipo, pero en lo futbolístico es complicado dar el máximo cuando no lo haces habitualmente.
¿De verdad no te ha molestado esa etiqueta de parche?
Bueno... A ver, nunca gusta que no valoren tu trabajo o que lo menosprecien, pero en líneas generales creo que nunca se me ha menospreciado. Sí que es verdad, cuando tienes esa etiqueta de parche o de comodín es difícil quitársela, pero lo que he intentado es demostrar que al margen de que es habitual que haya otros compañeros que rindan a buen nivel, muchas veces a mejor nivel que yo, o que son más titulares, lo que intentaba es que la gente se olvide del Lekue comodín y se centrarse en el Lekue futbolista y por qué no en el Lekue titular. Tampoco le doy más vueltas y no me molesta en exceso.
¿Crees que ahora, por fin, hay un cambio de chip en ese sentido de la afición?
Sí, yo te diría que sí. Desde fuera siempre he notado esa etiqueta, pero ahora sí que creo que está cambiando. Tampoco me centro mucho en ello, porque lo que importa es lo que piensan dentro y ahí nunca me he sentido menospreciado. Fuera el ruido es mucho mayor, tanto para bien como para mal, ahora que van las cosas bien al equipo y a mí personalmente cambia un poco esa perspectiva. Pero también estoy preparado para cuando vuelva a cambiar, eh.
Hablas de lo que piensan dentro. Tanto en público en privado, todos hablan de ti como un jugador importantísimo.
Para mí, sinceramente, eso lo es todo. Una vez que yo deje de jugar, una vez que me retire, Lekue futbolista habrá conseguido lo que haya conseguido, y las plantillas en las que he estado habrán conseguido lo que hayan conseguido, pero dejar huella en la gente... La mayoría de compañeros que tengo son muy amigos y eso es una buena señal. Siempre he hecho buena relación en todo, les he apoyado en todo y claro que me quedo con eso. Somos futbolistas, pero sobre todo somos personas y el Athletic va un poco de eso; de la fuerza del grupo, de la fuerza de las personas y, en ese sentido, siempre que escucho halagos futbolísticos me enorgullecen pero el halago del Lekue persona me enorgullece mucho más.
Cuando Balenziaga anunció su salida del Athletic se 'jugó' con el trasvase de papeles con tu renovación. Un gesto emotivo para «continuar la cadena de valores». ¿Cómo surgió esa idea?
La idea surgió un poco del club porque tanto Balen como yo no somos muy de escenificar nuestra amistad o ese tipo de situaciones, pero sí que fue bonito de cara a la gente para que viesen esa unión entre él y yo en el sentido de los valores. Ese testigo de los valores me lo ha ido pasando durante todos estos años, desde que debuté he estado muy cerca de él, hemos compartido puesto y muchas otras cosas. Él me fue transmitiendo esos valores, que son muy unidos a los míos y que yo ya los traía, pero él me los ha inculcado aún más. Y ese gesto de la cadena fue muy bonito y especial. Me dolió mucho cuando se fue, lo pasamos muy mal en la rueda de prensa de despedida, pero explica muy bien lo que es el Athletic.
🍃 La cadena continúa... #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/Y5qVE58n1N
— Athletic Club (@AthleticClub) April 23, 2023
Balenziaga dijo sobre ti en Relevo: «Es uno de los mejores compañeros que he tenido, le pondría entre los tres mejores y ya no hablo de amigo. Hablo de la alegría que transmite desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche. Es un jugador que cada problema lo afronta con naturalidad y siempre buscando el lado positivo de las cosas». ¿Cómo se hace eso?
Es algo innato, creo. No me sale ser de otra manera, hay gente que es más positiva, menos, que tiene más carácter o menos, más competitivo o menos y mi máxima expresión es el positivismo aunque me dicen que hay veces que me paso un poco de positivo cuando me pasa alguna cosa mala. Me alegro de que Balen dijese eso, y además él también se montaría en mi barco del positivismo. Creo que es positivo que haya personas como yo que transmitimos alegría. Por mucho que pasen los años o cambie la historia seguiré siendo así.
¿Te ha ayudado a superar las críticas? ¿Te has sentido blanco fácil?
Lo de las críticas… Del ruido de fuera desde el principio me he intentado abstraer.
¿Se puede?
Por eso digo que lo he intentado, pero es difícil. El Athletic es lo que es, Bilbao es un pueblo, toda mi familia vive en Bilbao o en Bizkaia, y sobre todo les llega a ellos. Me lo he tomado siempre con tranquilidad, cuando las cosas han ido mal me han criticado, es algo lógico porque sabemos dónde estamos. Intentando abstraerme, que es difícil, y una vez que te llega intentando que no te afecten.
En ese sentido, no tienes redes sociales. Antes decías que Balenziaga y a tú no sois muy de «escenificar» las cosas. En el fútbol actual suena a ir un poco a la contra.
Sí, sí, totalmente sentimos que vamos a la contra. En el fútbol y en la sociedad. Tanto Balen, Óscar (De Marcos)... hay varios compañeros que somos así, que somos de menos redes sociales y de no escenificar las cosas. Quizá más antiguos. Hay cosas que nos superan un poco. Ahora también todo el tema de la televisión, está todo más metido, se meten las cámaras en el vestuario… El fútbol te lleva a eso y nosotros no lo haríamos así pero el mundo te lleva a eso. Aun así, soy más feliz sin tener redes sociales, sin publicar tanto y no estar en ese mundo, aunque lo estoy porque vivo en este planeta. Prefiero seguir así en mi vida, sabiendo que vamos a la contra.
¿Crees que son peligrosas las redes sociales?
Sí, sobre todo para los jóvenes y para los futbolistas. Cuando empiezas todo son halagos, es lógico, has dado el salto a un primer equipo y a Primera, tienes cosas positivas pero el fútbol igual que la vida no es todo color de rosa y las redes son muy duras. Son muy duras para todos, pero hostia, también me da miedo por las futuras generaciones y no solo en el fútbol y en el deporte. Ojalá se pudieran limitar, pero es difícil. Yo ahora que soy padre pienso en mi hija, en cuando se meta en ese mundo cómo lo puedes controlar. Hay que intentar paliar las cosas malas.
Me gustaría ir a tus inicios porque llegas al Athletic por un camino diferente, sin jugar en la cantera hasta la etapa ya senior. ¿Qué supuso la llamada para entrar en Lezama?
Tengo en la cabeza exactamente el momento en el que mi aita me lo dijo, pero en ese momento no asociaba el Baskonina, el tercer equipo, con el primer equipo. El primer equipo era algo aparte y estar en las categorías inferiores era un orgullo pero no sabía hasta dónde podía llegar. Yo en ese momento estudiaba una carrera y en mi adolescencia nunca había pensado en ser profesional. Se me ha ido dando, superando categorías, pero no me di cuenta. No era consciente de que me podía dedicar a esto y eso igual ha sido positivo para mí porque fue muy rápido y no me paré a pensar. Ahora sí lo pienso y digo, 'joder, estaba entrando en el Athletic'.
¿Cuándo te das cuenta?
El momento en el que me lo dije, bueno, en el que me lo dijo mi padre, mi asesor, fue en el Bilbao Athletic. En el segundo año, cuando conseguimos el ascenso. Durante ese año se veía que estaba dando muy buen rendimiento contra equipos muy buenos. Y ahí sí me dije: 'Hostia, si estás dando este nivel en 2ªB ya estamos hablando de cosas mayores'. Además había la posibilidad de hacer pretemporada y ahí sí me di cuenta.
![El bilbaíno celebra uno de sus primeros goles en el Athletic. Archivo](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202401/12/media/cortadas/gol-lekue-U61732677461NWx-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Debutas en un 4-0 al Barça en la ida de la Supercopa de 2015. ¿Lo tienes fresco en la memoria?
Es curioso pero ese día se me ha borrado, el pre y el post. Tengo el momento el que salto al campo, pero me acuerdo mucho más de la vuelta de la Supercopa. Debuté en el 4-0, pero me acuerdo mucho más del hotel, del banquillo, la tensión de aguantar el resultado del Camp Nou. No sé por qué, pero el debut solo tengo el momento en que salté al campo, sustituyendo a Sabin, que habíamos subido los dos del filial, pero después fue todo muy rápido. Ascendimos a Segunda y un mes después estaba jugando amistosos y al de nada había debutado. Fue algo muy rápido y muy exponencial.
No creo que se te haya olvidado el 'miedo' que había a que os remontasen. Era así, ¿no?
Sí, sí. Fuimos a Barcelona diciendo: 'hemos hecho un partidazo, hemos ganado 4-0 pero es el Barça y es el Camp Nou. Aquí se te complica en cualquier momento'. La verdad que estábamos un poco con el cagazo. El gol de Aduriz me acuerdo mucho porque estaba calentando en la banda de esa portería. Ahí sí que sentimos que no se nos escapa. Yo nunca me había planteado llegar al equipo que yo veía de pequeño y en un abrir y cerrar de ojos estaba ahí, había debutado y había conseguido un título... Imagínate, es algo que disfruté un montón y que ahora valoro mucho más, pero que en el futuro lo haré todavía más. Me tocó vivir algo único.
¿Con qué te quedas?
Con el balcón del Ayuntamiento. Estábamos un poco en duda de cómo iba a ser la celebración por ser una Supercopa porque entre semana teníamos una previa de Europa League. Era un poco descafeinado, no era una celebración al uso, no se iba a sacar la Gabarra… Estábamos a la expectativa de cómo iba a reaccionar la gente pero fue asomarnos al balcón y ver las típicas fotos de las celebraciones de las ligas. Todo lo que alcanzaba la vista era gente... Para uno de Bilbao subirte ahí y ver a la gente la verdad que fue especial.
Me imagino que con algo de timidez, siendo un recién llegado.
Sí sí, claro que había vergüenza. Lo de asomarme al balcón fue literalmente asomarme y ya está, me metí para dentro. Los veteranos estaban ahí disfrutando y Sabin y yo nos mirábamos diciendo: 'estamos aquí realmente, mira todo esto'. Yo siempre he sido cauteloso, he ido poco a poco, y literalmente estaba acojonado.
Ahora, nueve años después de aquello, ¿crees que malacostumbrasteis a la gente con tanto éxito? Se han vivido cuatro semifinales de Copa, dos finales, un título de Supercopa pero la sensación es de 'fracaso'.
No diría malacostumbrar. Diría bienacostumbrar, por ser más positivo. El hecho de haber entrado en Europa tanto y haberlo convertido en costumbre... Estás siempre en buenas dinámicas, por muchos años consecutivos en Europa y al margen de valorar eso como positivo, cuando lo hemos dejado de conseguir parecía que era un fracaso y como que era muy fácil lo que habíamos hecho. Era peligroso. Al margen de que no hemos entrado en Europa, hemos estado siempre peleando, semifinales de Copa, dos finales, un título de Supercopa y creo que es algo a valorar. Cuando te van tan bien las cosas bajas un poco el pistón y no se valora. Para nosotros, para el club que somos y cómo hacemos las cosas, han sido años muy buenos más allá de que nuestro objetivo sea entrar en Europa. Ojalá podamos este año y se valore.
¿Qué ha faltado? Cuando teníais que dar el paso decisivo, fallabais. ¿Era mental?
Sinceramente creo que eso nos afectaba a posteriori, una vez has vuelto tropezar con la misma piedra 30 veces. Era como, joder, otra vez. Pero te lo digo de verdad, el sentir del equipo y de la plantilla era 'venga, lo vamos a conseguir que estamos de puta madre…' Pero luego hay circunstancias que no controlas y nos ha costado en esos momentos dar esos pasos y mantener esa buena dinámica que es lo que te hace entrar en Europa. Este año sí ha habido partidos en los que otras temporadas igual hubiésemos pinchado... No sabemos el por qué, pero la idea es confiar siempre en nosotros que lo hemos hecho siempre. Ojalá salgan más caras que cruces.
¿Jugar en el Athletic genera más presión por sentirlo como propio y porque todo tu entorno es aficionado? ¿Puede llegar a ser un hándicap?
Sí, es verdad que igual tenemos más presión en lo personal cada uno porque somos muy del Athletic, porque lo sentimos. Cada vez que hemos llegado a una final, yo tenía la misma ilusión o más que tiene un aficionado. Somos así, de preparar el viaje, de ir a la final, si me va a tocar la entrada… Y lo vivimos nosotros también desde nuestro punto de vista y puede afectar. Pero también creo que en momentos tiene que ser positivo para que te dé más fuerza, para implicarte más... Ahí está la balanza. Pero sí, la mayoría de gente es muy del Athletic y el hecho de poder conseguir ese objetivo te da fuerzas para intentarlo pero te las quita de la presión, de lo que supone para Bilbao y para Bizkaia. Es con lo que tenemos que vivir.
Vamos a la actualidad. Te lo pregunto directamente: ¿Es el mejor Athletic que recuerdas?
Te diría que sí, pero siendo prudente tendríamos que valorar en frío viendo otros momentos y otras dinámicas, pero a día de hoy el equipo está muy bien. Hay partidos que parece una apisonadora, en ataque tenemos muchas alternativas que en otros momentos nos han faltado, acierto, que es lo más importante. Muy compactos en defensa, sabiendo manejar los tiempos del partido, combinando jugar a la contra con tener más balón... Pero sí, coincido que es uno de los mejores.
Da gusto llegar así a un derbi, imagino.
Lo afrontas como un partido más, entre comillas, además la Real es un equipazo y ya nos lo ha demostrado muchas veces. Pero en este momento del equipo, de la sensaciones que tenemos, de la dinámica, llegamos de otra manera. Con ganas del partido porque estamos disfrutando en el campo y eso se nota. Un derbi, en casa, con San Mamés hasta la bandera, con el juego que divierte... Tenemos que aprovecharlo y disfrutarlo porque estamos en ese momento.
Imanol Alguacil ha dicho que echa de menos los derbis de hace años, más calientes y con tanganas. ¿Tú echas en falta tanganas?
No, no, yo no echo de menos tanganas, ni como jugador, que creo que no soy nada violento y que a veces me dicen a ver si meto un poco más, ni como aficionado. Oalá que en todos los derbis no pase nada en ese sentido. Hay partidos más calientes y el fútbol es un juego de contactos, pero hostia, echar de menos tanganas… No, no, no. No me voy a meter en esas declaraciones que no sé en qué sentido las ha hecho y que supongo que le traerán cola y le preguntarán, pero ojalá no haya nunca tanganas.
Para acabar: Iker Muniain y Óscar de Marcos terminan contrato y habrá que ver lo que sucede, pero la lógica dice que en un tiempo serás capitán. ¿Tienes ganas?
No tengo ganas porque me gustaría seguir eternamente con Muni y con Demar, igual que con otros jugadores que se han ido retirando. Me gustaría retirarme con ellos por el día a día y lo bien que nos llevamos. No sé en qué momento llegará, estoy de la mano con Iñaki, que este va para largo y aguanta mucho. Te mentiría si no te dijera que es especial llevar el brazalete por todo lo que significa. Pero lo importante es dentro del vestuario, cuando te vas haciendo veterano intentas manejar el vestuario, intentas ayudar haciendo la labor de capitán sin llevar el brazalete. Esto es algo que llevamos haciendo tiempo. Muni y Demar lo han hecho desde hace años y yo lo hago, intentar llevar el equipo para adelante, sobre todo cuando estoy en el banquillo es importante dar ejemplo de cómo se tienen que hacer las cosas. Si me toca llevar el brazalete estaré más orgulloso imposible.