FC BARCELONA

La lesión de Víctor Valdés fue el inicio de su desaparición: "Espero que cuando se acabe no me encuentren"

Hace una década, un mal apoyo del portero provocó una lesión de rodilla que ya no le permitió volver a ser el mismo. Desde que dejó los banquillos, se esfumó.

Valdés se hace con un balón aéreo en el campo del Manchester City./AFP
Valdés se hace con un balón aéreo en el campo del Manchester City. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Diez años después, el Barcelona ha vuelto a recordar la figura de Víctor Valdés. También a los 32, como 'VV', Ter Stegen se lesionó la rodilla en una mala caída. Era el mes de marzo y al equipo del Tata Martino, después de haber ganado la Supercopa en verano, se le escapó LaLiga, la final de Copa y cayó en Champions en cuartos. El portero se recuperó en Alemania y más tarde pasó por Manchester United, Standard de Lieja y Middlesbrough.

En verano de 2015, Valdés se sinceró en una entrevista en la radio colombiana RCN. "Un día se apagará la luz y será difícil encontrarme", avisó. A Valdés le cambió la vida la llegada de Pep Guardiola. "Estás loco", le dijo al entrenador cuando le explicó sus planes: dejaría de ser portero para empezar a ser el primer atacante del equipo. Cambió su fútbol, aunque ninguna noche superó la de París, en primavera del 2006. Para él, su favorita.

En marzo de 2014, Valdés paró una falta que lanzó Orellana, del Celta, en el Camp Nou. Al apoyar la pierna derecha, la rodilla hizo un mal gesto. El portero le dio tantas vueltas que lamentó incluso la queja previa al árbitro, Ayza Gámez. "La maldita jugada empezó con que el árbitro pita penalti, que venía de haber pitado un penalti fuera del área. Yo como capitán presiono, él lo consulta con el linier y pita libre directo. Y en esa falta cambió mi vida, porque me lesiono. Si hubiese sido penalti seguramente no me hubiese lesionado", recordaba un tiempo después.

"Cambiaría que ese día yo no hubiese sido el capitán, porque sin el brazalete seguramente no hubiera ido a pedir que lo sacara del área. Nunca lo olvidaré", reflexionó un Valdés que año y medio después seguía con aquella jugada instalada en su memoria. Víctor dejó de sentirse deportista: "La lesión me hizo volver a sentir lo que es la vida no siendo futbolista". Se pasó varios meses en Augsburgo, tratándose de la lesión. "Comprándome mi billete de tranvía, yendo con muletas, estando solo... Eso no me lo quitará nadie", contó.

«Te has lesionado la rodilla, que pase otro»

Había pasado poco más de un año de su lesión, pero Víctor había sentido como ya le habían 'retirado'. "Yo nunca más seré una superestrella, porque yo he estado ahí, lesionado de gravedad. Y ya he dicho que el fútbol te aparta. 'Te has lesionado la rodilla… que pase otro'. 'Tú ya no vales' . Pero tú vas a valer, si quieres. Y es tu fuerza de voluntad la que te tiene que hacer llegar. Y esa es la mayor enseñanza", señaló.

Valdés, que era candidato a la titularidad en el Mundial de 2014, cerró su carrera con 24 títulos y cinco Zamoras, y podrían haber sido más. "Me trataron como un paria tras mi lesión", explicó. Un tiempo después, dio el salto a los banquillos. Bajo una metodología que creó y denominó Futtack. Pasó por el Moratalaz y luego regresó al Barcelona. No llegó a los tres meses y un enganchón con Kluivert, jefe del fútbol formativo, fue el triste desenlace de su vuelta a casa.

Durante aquella breve etapa, todavía se recuerda que en un partido de la Youth League, Valdés ubicó a Balde de extremo derecho y a Ilaix Moriba de delantero centro. Unos meses después probó en el Horta. Desde aquel vestuario todavía recuerdan la moto con la que llegaba Valdés a los entrenamientos, la metáfora de las monedas que tantas veces explicó o la música que salía de su despacho. Prometió que nunca más se sabría de él al desaparecer. Y así ha sido, incluso personas en su día cercanas al portero no saben dónde está. Tristemente, su recuerdo regresó con la desafortunada lesión de Ter Stegen.