La letra pequeña de la lesión de Camavinga: su físico ha evitado una desgracia mayor

Miércoles por la tarde. Eduardo Camavinga dejaba helados a los presentes en el entrenamiento de la selección francesa. Un golpe fortuito de Dembelé, que caía encima de su rodilla, lo tiraba al suelo sin posibilidad casi de moverse. Minutos después las imágenes llegaban al Real Madrid, donde se echaban a temblar. Se marchó caminando por su propio pie, pero no tardaron en decidir que debía volver a España.

Minutos complicados. Se temió por una rotura de ligamento cruzado anterior. Camavinga se había quedado sin fuerza y había notado inestabilidad en la rodilla. Sin embargo, tests manuales invitaron al optimismo. Se había librado de una desgracia, algo que confirmaron esa misma noche con la primera radiografía. Se trataba de un problema en el ligamento lateral interno y sólo faltaba saber si era un desgarro completo o parcial, además de conocer si se había dañado el menisco. Finalmente, se perderá de ocho a diez semanas, tal y como avanzó Relevo.

"Está bien. Su físico le ha librado de un problema mayor", comentaba gente cercana después de recibir llamadas y Whatsapps de la selección francesa. Todavía existía cierta preocupación, pero los presagios habían pasado a ser relativamente positivos. De pensar que podría perderse la temporada a intuir que se se trataría de unos meses fuera de los terrenos de juego. Un golpe, pero no tan duro.

Se decidió que viajaría al día siguiente a Madrid. Se le había desprendido líquido y tenía la rodilla hinchada. Llegó cojeando y acompañado de un familiar. Debía bajar la inflamación antes de la resonancia, que finalmente llegó dos días después de la desafortunada acción.

Como poco, Camavinga se perderá un mes y medio. Esto quiere decir que el Madrid lo perderá para los partidos contra C ádiz, Nápoles, Granada, Betis, Union Berlin, Villarreal y Alavés. No se descarta que puede regresar para el primer choque de 2024, contra el Mallorca (3 de enero), aunque se trabajará a destajo para pueda viajar a Arabia para disputar la Supercopa de España a partir del 10 de enero, día de la semifinal contra el Atlético.

En el Real Madrid no esconden su enfado por una situación que les perjudica gravemente. Pierden a uno de sus mejores futbolistas para los próximos dos meses durante una fecha FIFA relativamente inútil, con Francia ya clasificada y dos partidos sencillos contra Gibraltar y Grecia.

El trabajo de Camavinga tanto en Valdebebas como en casa también paga en estas situaciones, evitando dolencias más graves. Se trata de su primera lesión desde que llegó al Real Madrid en 2021. Un jugador ejemplar desde lo físico, que toma medidas diarias para no sufrir problemas musculares. Ha tenido que suceder una acción fortuita. Su entrenador personal, Johan Franchequin, y su fisioterapeuta, Thomas Serafin, perfeccionan en casa la máquina física que es el centrocampista, un superdotado incluso dentro de un vestuario de un nivel superior. Su principal virtud: le encanta el gimnasio.

Comienza un trabajo de rehabilitación que durará varias semanas. Se va a utilizar maquinaria de última generación para que recupere la estabilidad en la rodilla lo antes posible, lo que le permitirá volver a ejercitarse con el resto de compañeros. La intención es que pueda volver a jugar en los primeros partidos de 2024.