Lewandowski se pide el golpe de gracia
El polaco, que se 'autopresiona', tiene entre ceja y ceja una convincente actuación en un día grande.
Robert Lewandowski sabe que el Barça le fichó para días como este domingo. El delantero polaco, autoexigente consigo mismo como pocos, no vive ajeno a la realidad. Es consciente de que en las últimas semanas ha bajado el pistón, tal como él mismo reconoció esta semana en declaraciones al medio polaco Eleven. "Sé que podría estar un poco mejor", admitió entre risas al ser preguntado por su actual estado de forma. Quienes conocen al ex del Bayern tienen claro que Robert está 'obsesionado' en dar un golpe encima de la mesa en el Clásico y sentenciar la que sería su primera Liga como culé.
Con 25 goles en 32 partidos, el polaco sigue manteniendo unos registros más que notables. Máximo goleador del campeonato doméstico con 15 dianas, Lewandowski viene sufriendo varios hándicaps que han limitado sus números en los últimos meses. Una sanción de tres partidos, una lesión y el cambio a un dibujo con cuatro centrocampistas explican, en gran parte, que el ariete no esté siendo tan decisivo como a principios de curso.
El último gol de Robert de jugada que en el momento de ser anotado dio puntos a su equipo data del 12 de enero en las semifinales de la Supercopa de España en Riad frente al Betis. Desde entonces han pasado ya más dos meses y el polaco solo ha logrado seis goles, dos de ellos ante el Ceuta. Y es que el delantero está viendo como el haber 'sacrificado' a un extremo del once inicial le está repercutiendo a nivel de balones y centros recibidos.
El polaco ya ha 'vacunado' al Real Madrid siete veces en 10 partidos
Este domingo, Lewandowski quiere mandar un mensaje al barcelonismo: ha firmado por el Barça para ser decisivo y quiere demostrarlo en su primer Clásico ante su nueva afición. Robert ya sabe lo que es ver portería ante los blancos como culé, pues en Riad anotó el 2-0 tras un pase de la muerte de Gavi.
Justo cuando se cumplirá un mes de su último gol en Liga, frente al Cádiz el 19 de febrero, el ex del Bayern se ha autoimpuesto la obligación de asestar el golpe de gracia al elenco de Ancelotti, al que ya ha endosado siete goles en un total de 10 partidos.