La llegada de Chen sólo fue buena para tu bolsillo, Dani

En la famosa 'Liga de los Hombres Extraordinarios', brillante documental de Movistar en el que los presidentes más personajes (en el amplio y cariñoso sentido de la palabra) de los 90 y principios de siglo XXI explican su método, su improvisación, su sentido del humor, sus cacicadas y su forma de dilapidar millones de euros; pero también de vender ilusiones y hacer soñar a miles de aficionados, falta Dani Sánchez Llibre, quien aunque vivió una etapa más moderna (1997-2011), aunó todo lo bueno y lo malo que rodeó esas gestiones inolvidables. Hubo luces y sombras. Personaje carismático, populista, de 'cigronadas' y 'mongetadas', de carisma genuino.
Sobre el verde, y aunque estuvo a punto de mandar en tres ocasiones al Espanyol a Segunda si no llega a ser por un gol de Corominas en el minuto 93 del último partido, una segunda vuelta milagrosa con Luis Fernández y otra con Mauricio Pochettino, Dani siempre será el presidente de las dos Copas (2000 y 2006), el que llevó al equipo a Europa y a una final de la UEFA, de nuevo, decidida en los penaltis. Le salió cruz esa noche de Glasgow a un presidente que casi siempre le salía cara.
Dani es encantador, hombre de frases célebres que sintetiza toda la ilógica del fútbol en tres segundos, como aquello de "lo que hoy es blanco, mañana puede ser negro". O al revés. Efectivamente, así se define este deporte y todo lo que le rodea. Dani puso los pilares de la Ciudad Deportiva de Sant Adrià y tuvo que lidiar con la trágica muerte de Dani Jarque. Batalló en un partida de ajedrez accionarial con el poder de José Manuel Lara y con Claudio Biern. Con sus errores y sus aciertos, aquel Espanyol tenía una personalidad y Dani ocupa un papel clave en la historia del club.
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— RCD Espanyol de Barcelona (@RCDEspanyol) July 25, 2024
Pero Dani, que heredó una entidad que acababa de demoler Sarrià para salvarse de una deuda, tuvo que vender el club en 2016 a Chen Yansheng porque de nuevo las deudas eran himalayescas, había retrasos en los pagos, no se podía invertir en fichajes y la idea de construir un estadio en plena crisis económica y con el control de LaLiga ya aflorando imposibilitó que los consejeros se acogieran a la Ley Concursal por el famoso crédito sindicado y los avales.
Ellos metieron al Espanyol en otro callejón sin salida, como ya reconoció Dani en 2018 ("construir el estadio fue mi mayor error, ahora no lo haría") y tuvieron que vender al primero que pasó por delante y que, de palabra, prometió la Champions, pero finalmente ha conseguido dos descensos y de nuevo penurias económicas. Una vuelta al pasado escenificada en la fotografía de este jueves.
La llegada de Chen solamente fue buena para el bolsillo de Dani, porque le compraron las acciones por 78 euros y no por 60 que era el precio de coste, y, aunque siempre estuvo patrocinando a la entidad (obviamente un patrocinador es recíproco, la empresa también sale beneficiada), el papel de Chen en el club ha empeorado todo. Ya no hay luces, solo sombras. Basta con hablar con los que están dentro, que conocen todo al dedillo, o con cualquier aficionado al fútbol de fuera que siempre pregunta: "¿Oye, y el Espanyol, qué, un desastre?
Esa venta seguro que salvó al Espanyol del laberinto en el que entró bajo el mandato de Dani, pero para el club no fue buena a largo plazo por todo lo perdido y por perder el rumbo. La llegada de Chen fue buena para el bolsillo de Dani y para salvar el desaguisado en el que estaba metido el club por las gestiones anteriores. Pero no para un Espanyol que no sabe cómo recuperar su camino.
mo Mao, también es hábil.