FC BARCELONA

El problemón que hay en el Barça tras la imposibilidad de inscribir a Gavi

El Barcelona tendrá que justificar la viabilidad de pagar a su plantilla de la 2023-24 y también de la 2024-25. Si no, tendrán que inscribir con regla 1 a 4.

Joan Laporta con Gavi, el día de su renovación que todavía no se ha podido formalizar en LaLiga./GETTY
Joan Laporta con Gavi, el día de su renovación que todavía no se ha podido formalizar en LaLiga. GETTY
Sergio Fernández

Sergio Fernández

El Barcelona todavía no ha podido inscribir a Gavi con su nuevo contrato y su nueva condición de jugador de la primera plantilla, tal y como ha adelantado el diario Marca. ¿Cómo es posible que, habiéndose ahorrado el 50% del salario de Gerard Piqué y con la salida de Memphis, no hayan conseguido "hacer hueco" suficiente? Pues no han podido, y la nueva realidad de Gavi como lo que es, un jugador decisivo del primer equipo, tendrá que esperar.

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Va a seguir contando a todos los efectos como jugador de las categorías inferiores con visado para competir con el primer equipo. ¿Por qué? Pues porque para inscribirlo bien, como integrante de la primera plantilla, el Barcelona tenía que justificar que iba a tener espacio salarial en su plantilla no para estos meses que quedan (que hubieran podido), sino también para la siguiente temporada.

Dos artículos lastran al Barcelona en este asunto. Primero el 101, que estipula que en una renovación, LaLiga debe tener en cuenta también el límite de plantilla de la temporada siguiente. El otro, el 93.6, dice que para clubes que hayan realizado operaciones excepcionales (palancas) y para clubes descendidos. Deben presentar un plan de tesorería para las siguientes dos campañas. Es decir: la renovación de Gavi le tendría que caber en la 2022-23, en la 2023-24 y en la 2024-25. Y no les cabe. Ni de lejos. Ahora, hoy, sí podrían inscribirlo. Si no tuvieran que depender de los próximos cursos, no tendrían problema. Los problemas financieros del club no son ahora, son en las dos próximas temporadas. Por eso no han podido.

Un artículo reciente y 140 millones menos

La clave está en artículo 93.6, un cambio relativamente reciente del Control Económico de LaLiga destinado precisamente a eso: a evitar la venta indiscriminada de activos de los clubes (palancas) y que se terminen descapitalizando. El Barcelona estaba obligado a presentar un plan de tesorería a dos años. Concreto. No un "activaremos otra palanca antes de final de temporada", que es lo que se ha comentado y que reconoció el propio responsable económico del club, Eduard Romeu, de forma imprecisa. Sino con un proyecto serio y fiable con datos y certezas.

Las cuentas de la próxima temporada del Barcelona se enfrentan a graves turbulencias. La primera de ellas es que tienen que dejar el Camp Nou por culpa de las obras. Unos 18 meses suponiendo que se cumplan los plazos. Eso se traduce en un coste en ingresos de unos 98 millones que no llegarán a las cuentas del Barça.

Tampoco tendrán, porque lo han vendido en las palancas el pasado verano, el 25% de sus ingresos por derechos de televisión (entre 40 y 50 millones menos), ni el 50% de sus ingresos por Barça Studios. Eso deja (siendo optimistas para el Barça) unos 140 millones de ingresos entre las dos cosas.

El Barcelona consiguió inscribir en verano a toda su plantilla con un tope salarial de 656,4 millones. Era elevadísimo, un récord. Y, a pesar de ello, Laporta y el tesorero del Barcelona, tuvieron que avalar con su propio patrimonio en torno a 10 millones para poder inscribir a Kounde. Un aval, por cierto, que ya han regulado y que ya está solucionado y no supone ningún riesgo para ambos directivos.

Si no, pasarán una temporada de nuevo con la regla del 40%

La temporada que viene el Barcelona, ya sin palancas (o con menos palancas) rondará un límite de plantilla que estará en torno a 450-500 millones de euros. Para pagar a una plantilla que les ha costado 656 en septiembre. Ya se han ahorrado a Piqué (gran ahorro) y a Memphis (muy pequeño), y anteriormente se habían quitado el salario de Griezmann concretando su venta al Atlético de Madrid, pero aún así el pronóstico es desolador.

Tiene que ahorrar unos 160 millones en salarios (seguramente más) y van a ingresar mucho menos por el estadio en obras, las palancas y la eliminación temprana en Champions. Y la temporada siguiente... igual. De nuevo van a tener que adecuar su plantilla.

O consiguen cuadrar las cuentas (ya sea con palancas, o ingresos, o liberando masa salarial o vendiendo jugadores), o volverán en la 2023-24 a la regla del 40%. La que toda la vida fue de 1 a 4 (el artículo 100), que ahora ha cambiado y es un poco más amable con los clubes: es decir, sólo podrán fichar por el 40% de lo que vendan. Si se ahorran 100 millones en salarios de jugadores, sólo podrán inscribir por 40. Es mejor que como era antes, que sólo se permitía el 25% (el famoso 1 a 4), que ha evolucionado hasta el 40.

¿Qué pueden hacer?

Las opciones son las de siempre: ahorrar en coste de plantilla. Y vender. Vender jugadores que dejen plusvalía, es decir, los buenos o los que ya tengas "pagados". Una oferta, por ejemplo, por Ansu Fati, sería jugosísima para las arcas del conjunto blaugrana. O cualquier otro canterano bien cotizado.

Laporta heredó una situación catastrófica en la tesorería del Barcelona, pero no se ha aplicado con la fiereza ni con la urgencia que la situación requería en recortar la masa salarial de la plantilla. 

También puede seguir vendiendo activos: nuevo negocio del nuevo estadio, BLM, explotación del Museo del club... Aunque eso seguirá obligando a ir justificando con un plan de tesorería las temporadas siguientes.

Tienen mucho trabajo por delante. Y, mientras tanto, los jugadores renovados como Gavi o Araujo... ¿cobran de acuerdo a su anterior contrato o al nuevo? Si un jugador no inscrito cobra otro contrato y se excede, las sanciones previstas son primero una multa económica, luego una reducción del límite de plantilla y, en último caso, una prohibición total de inscribir jugadores.