REAL SOCIEDAD - ESPANYOL

Un loco Espanyol-Real Sociedad que duró 18 días: "Fue por una cabezonería de ellos y ... de Medina Cantalejo"

El duelo entre ambos equipos de la 2000-01 se suspendió al descanso por una gran tormenta, en una tarde en la que los txuri urdin jugaron con la segunda camiseta del conjunto catalán.

Jankauskas, khokhlov y Arif Erdem saliendo al césped de Montjuic vestidos con la segunda equipación del Espanyol. /DV
Jankauskas, khokhlov y Arif Erdem saliendo al césped de Montjuic vestidos con la segunda equipación del Espanyol. DV
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

El estadio de Montjuic ha sido el escenario, a lo largo de su historia, de muchos momentos inolvidables del deporte. Vibró como nunca, por ejemplo, con la celebración en el verano de 1992 de los inolvidables Juegos Olímpicos de Barcelona. Allí, en su ceremonia inaugural, se vivió un instante que ha quedado grabado en la memoria de la historia olímpica. El arquero Antonio Rebollo encendía con una flecha lanzada hacia el pebetero la llama olímpica para dar por iniciada una cita que marcó a todo un país. Y en la clausura, Los Manolos, con su ya histórico 'All my loving' pusieron a bailar a espectadores y deportistas que despidieron unos JJ.OO inolvidables. Dicho estadio, en la actualidad, se ha convertido en la provisional casa de un Barcelona que, con su juego, ha convertido cada aparición sobre ese verde en una especie de fiesta. Pero también, ese recinto fue el escenario de uno de los partidos más peculiares en la historia del fútbol moderno.

El duelo entre el Espanyol y la Real Sociedad comenzó a disputarse un 1 de octubre de 2000 y terminó 18 días más tarde. Una fuerte tromba de agua de algo más de media hora inundó el césped y el colegiado de la contienda, Luis Medina Cantalejo, el presidente del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF, decretó la suspensión del partido en el descanso. Pero dicho encuentro también pasará a la historia porque el conjunto blanquiazul, entonces entrenado por Javier Clemente, jugó esos primeros 45 minutos con la segunda equipación del Espanyol, porque el colegiado de la contienda entendió que la segunda camiseta de la Real Sociedad era muy parecida a la del conjunto local.

Y ya más en clave blanquiazul, el estadio de Montjuic asistió ese 1 de octubre a un momento significativo en la historia de la entidad blanquiazul. Fue allí donde Arif Erdem marcó su único gol como jugador de la Real Sociedad. El delantero turco había llegado ese verano procedente del Galatasaray. Lo hizo con la vitola de estrella y de gran artillero, pero nunca llegó a adaptarse, ni al equipo ni a la ciudad y en diciembre emprendió el camino de regreso a casa. "Cada persona, cada jugador somos diferentes. Hay que entender que depende de cómo seas, el hecho de que haya un cambio cultural importante, a las personas nos afecta en mayor o menor medida. A Arif le costó muchísimo desde el principio. Solo estuvo seis meses. Son cosas que pasan", recuerda con pena uno de los protagonistas de aquel partido como lo fue Aitor López Rekarte.

Arriba, Jankauskas, Corino, Aranzabal,  Khokhlov, , Asper. Abajo, Idiakez, Aranburu, Rekarte , Pikabea, Collet y Arif.   DV
Arriba, Jankauskas, Corino, Aranzabal, Khokhlov, , Asper. Abajo, Idiakez, Aranburu, Rekarte , Pikabea, Collet y Arif. DV

Con el partido suspendido, ambos conjuntos recogieron sus cosas y abandonaron Montjuic. Lo hicieron con la Real por delante en el marcador (1-2). Los goles del mencionado Arif, de penalti, y de Iñigo Idiakez, de falta, ponían la victoria al alcance de la mano de los blanquiazules, pero tuvieron que ver como sus opciones de lograr los primeros tres puntos de la temporada quedaban en el aire tras un arranque de temporada dubitativo con dos empates (Racing de Santander y Depor) y una derrota (Celta). Solo quedaba saber qué día se iban a jugar los 45 minutos restantes, una decisión que no fue tarea fácil. La segunda parte del partido no se pudo jugar en los días posteriores a la suspensión, ya que se trataba de una semana de compromisos internacionales. La Selección española tenía fijado jugar el sábado 7 y el miércoles 11 de octubre, por lo que la resolución del Espanyol-Real Sociedad tuvo que fijarse para la semana siguiente. La fecha elegida fue el miércoles 18 de octubre para la disputa de los 45 minutos restantes.

"Era increíble lo que llovía, pero lo más raro fue lo de las camisetas. Habría que preguntarle a Mitxelo qué es lo que pasó, porque a nosotros no nos dieron muchas explicaciones. Nos dijeron que teníamos que jugar con las del Espanyol e imagina nuestra sorpresa: '¿Cómo vamos a jugar con las del Espanyol?'. Fue una cosa extraña", relata Iñigo Idiakez, otro de los protagonistas de aquel episodio surrealista de todo punto. El Mitxelo al que se refiere el exfutbolista no es otro que el mítico utillero de la Real Sociedad, que recuerda lo pasado esa tarde en Montjuic como si fuera ayer. "Estaba de delegado de la Real Salva Iriarte. Presentamos la segunda equipación, porque con la primera no podíamos jugar. El árbitro dijo que se parecían muchísimo con la del Espanyol. Yo no me lo creía. Hizo vestir a dos jugadores, uno de cada equipo y los hizo salir al campo. Les dijo: 'váyanse ustedes un poquito más lejos, un poco más, un poco más. Y soltó: 'Es que a 40 metros no voy a distinguir'. Me salió: 'Si va a pitar a 40 metros, igual no pite' Me echó de allí", recuerda el exutillero de la Real Sociedad.

"Hizo vestir a dos jugadores, uno de cada equipo y los hizo salir al campo. Les dijo: 'váyanse ustedes un poquito más lejos, un poco más. Y soltó: 'Es que a 40 metros no voy a distinguir'. Me salió: 'Si va a pitar a 40 metros, igual no pite' Me echó de allí"

Mitxelo Olaizola Exutillero de la Real Sociedad

Por aquel entonces el presidente de la entidad blanquiazul era Luis Uranga, que tuvo que bajar al vestuario. "No nos dejan jugar", le solté. Entonces, la Real Sociedad le hizo una propuesta a los dirigentes del Espanyol, que ellos jugaran ese día con su segunda equipación y que en Anoeta, a la vuelta, ellos jugarían de blanquiazul, algo a lo que el club perico se negó. "No quedaba otra que jugar con una camiseta roja. Empezó el partido y, al poco, comenzó a caer agua, acompañada de una tormenta eléctrica. Yo tengo pánico a los rayos y me escondí detrás del banquillo. Se suspendió el partido y nos mandó a vestuarios", explica Mitxelo. Pero la odisea para él no terminó ahí. No había hecho más que comenzar.

El realista Pikabea, en un momento del partido.  DV
El realista Pikabea, en un momento del partido. DV

"Cuando se supo la fecha del partido, Luis Uranga me pidió un favor, que me fuera en furgoneta con el material porque cuando terminara el partido, casi no iban a tener tiempo para coger el vuelo. Era ducharse y salir corriendo. Le dije que sin problema. Nos fuimos en furgoneta a Barcelona y, tras el partido, nos volvimos", relata Mitxelo Olaizola para quien que la Real no pudiera jugar con su segunda equipación fue "por una cabezonería del árbitro". Y se explica: "Un periódico catalán hizo un montaje con nuestra casmiseta y la del Espanyol y se distinguía perfectamente". Eso sí, en la furgoneta viajaron con una equipación especial de color verde que Astore hizo para aquella ocasión. Recuerda también como reaccionó el vestuario cuando supo que había que jugar con la ropa del Espanyol. "No creas que hubo risas. Los jugadores estaban serios, cabreados por tener que jugar con una camiseta que no era la suyo. El único que no se enteraba de nada fue Arif. Quizá por eso marcó gol", analiza esbozando una amplia sonrisa Mitxelo.

Con Asper de portero y Arif, de delantero

El día de la suspensión, la Real jugó con Asper, Rekarte, Corino, Pikabea, Aranzabal, Aranburu, Khokhlov, Idiakez, Collet, Arif y Jankauskas. Para la disputa de la segunda mitad del día 18, Clemente hizo tres cambios en el once: entraron en el equipo Fuentes, Gurrutxaga y Jauregi y salieron Corino, Khokhlov y Arif. Uno de los que repitió fue Aitor López Rekarte. "Fue uno de los partidos más raros que he vivido en mi vida, pero pasa todo tan rápido... Estás centrado en el partido. En nuestra época no sabíamos ni cómo nos quedaban las camisetas, si la llevabas por dentro o por fuera, pero fue surrealista", asegura el exfutbolista que, pasado el tiempo, no entiende el proceder del Espanyol. "Nosotros fuimos capaces de adaptarnos a las circunstancias, pero el Espanyol, en este caso, que era el que tenía que dar un paso adelante... Ya me dirás tú qué le hubiera costado salir con su segunda equipación jugando en casa, qué perjuicio le hubiera generado... Nosotros sí estuvimos a la altura que correspondía. Es que no sé que tipo de relacione había entre clubs", se pregunta.

"Fue uno de los partidos más raros que he vivido en mi vida, pero pasa todo tan rápido... En nuestra época no sabíamos ni cómo nos quedaban las camisetas, si la llevabas por dentro o por fuera, pero fue surrealista"

Aitor López Rekarte Exfutbolista de la Real Sociedad

Para su compañero Idiakez, aparte de la suspensión, el hecho de tener que jugar de rojo con un escudo de otro equipo "fue lo peor". Para el exrealista, "los futbolistas, en la mayoría de las veces, somos demasiados cuadriculados y nos gustan que nos toquen, sobre todo el día del partido, las rutinas que tienes. Tienes una disciplina desde muy pequeñito que te han dicho que tienes que hacer esto y si te lo mueven un poquito, el jugador, muchas veces, se vuelve loco. Ahora yo, que estoy en el otro lado, te das cuenta de que no es para tanto, pero bueno, cada uno tiene sus historias y si que se nos hizo rarísimo", confirma sobre un partido que terminó con victoria de la Real por 1-2, ya que en la reanudación, 18 días después, el resultado no varió respecto al marcador que reflejaba el electrónico el 1 de octubre.