ALAVÉS - MALLORCA

Luis García, a lo Ancelotti, sobrevive con una defensa de mínimos

El Alavés cerró el mercado sin fichar a un central, una de las peticiones del entrenador. Ganar al Mallorca este sábado supondría media permanencia.

Luis García Plaza, en el Real Betis - Alavés. /EFE
Luis García Plaza, en el Real Betis - Alavés. EFE
Manuel Amor

Manuel Amor

Luis García Plaza es uno de los entrenadores de la temporada en Primera. Pese a su condición de recién ascendido, su Alavés tiene encarrilada la permanencia (está 11 puntos por encima del descenso) y este sábado afronta un partido casi definitivo ante el Mallorca de Aguirre (18:30). De ganar en Mendizorroza, los babazorros darán un paso de gigante hacia la salvación.

El técnico ha conseguido ensamblar un conjunto reconocible y extraordinariamente sólido (ha recibido menos goles que Girona o Barcelona)... a pesar de la falta de efectivos atrás. De hecho, su equipo está obligado a sobrevivir con sólo dos centrales hasta final de temporada, una situación, incluso, más problemática que la que viene arrastrando Carlo Ancelotti en el Real Madrid.

El italiano perdió a Alaba, pero cuenta con Rüdiger y Nacho y espera a Militao en marzo; García Plaza sólo tiene a Abqar (24 años) y a Rafa Marín (21). El problema del Alavés con su línea defensiva viene de atrás, desde la rotura del ligamento cruzado de Sedlar en noviembre. La lesión del serbio dejó a los vitorianos con tres centrales y Maras, que no contaba, se marchó cedido el último día del mercado de invierno al Levante.

La secretaría técnica, consciente de las dificultades, se marcó el objetivo de firmar a un defensa en enero desde el momento en el que Sedlar cayó, pero ninguna de las operaciones en marcha llegó a buen puerto. Una de las que más cerca estuvo de fructificar fue la de Facundo Garcés, argentino que juega en Colón. Él mismo, en una entrevista con Aire de Santa Fe, explicó lo sucedido: "Estaba todo acordado desde el 1 de enero para que el Alavés adquiriera el 70% de mi pase y Colón se quedara con el 30%, pero en el último momento apareció un papel en el que el agente de Lucas Viatri (jugador ya retirado) pedía un millón de dólares por una deuda anterior del club con él. Lo intentamos solucionar, pero no se pudo".

Luis García, entre Javi López y Luis Rioja.  EFE
Luis García, entre Javi López y Luis Rioja. EFE

Luis García, que ansiaba esa contratación que reforzase el eje de la zaga, ya había mostrado su parecer antes de que se abriese el mercado: "Queremos fichar a un central. Nos vendría muy bien tener a alguien más ahí de cara a futuros contratiempos, pero si no llega, ya que no tenemos el poder económico de otros, no vendré aquí a llorar". Y así lo ha hecho, sin levantar demasiado la voz ("es verdad que estábamos esperando un central, pero por lo que sea no ha podido venir y lo tendrán que explicar", dijo a principios de febrero) y, a menudo, teniendo que hacer encaje de bolillos para salvar la papeleta.

En enero, con la marcha de Abqar a la Copa África con Marruecos, ya tuvo que tirar de laterales como Rubén Duarte o Tenaglia para actuar junto a Rafa Marín, y la situación volverá a repetirse en algún momento (Marín tiene cuatro amarillas; Abqar, una del segundo ciclo). A cambio, el director deportivo Sergio Fernández, ideólogo de una plantilla completa y compensada en el resto de líneas, sumó en enero a una pieza del valor de Carlos Vicente (se anticipó a Valencia o Celta para atar al extremo) y casi todas sus apuestas (Samu Omorodion, Guevara, Antonio Blanco, Guridi...) están respondiendo a las mil maravillas.

Un partido especial

El choque de este sábado contra el Mallorca será especial para García Plaza, que dejó huella durante su etapa al frente del conjunto balear tras conseguir el ascenso a Primera en 2021. Fue destituido en marzo de 2022, con los bermellones en posiciones de descenso. "Me sentí muy valorado y respetado. Mallorca y Levante son los clubes que más me han calado", reconoció en una entrevista en Relevo hace unos meses. El Alavés opta ahora a colarse en esa terna y, con centrales o sin ellos, el objetivo de García Plaza pasa por respirar tranquilos cuanto antes y afrontar el tramo final de forma plácida.