REAL MADRID

Lunin apalabra su renovación hasta 2029 y culmina un giro de 180 grados

El portero, que acababa en 2025, y el club quieren que compita el puesto con Courtois, pero le van a llegar ofertas y se estudiarán...

Carlos Ancelotti y Lunin se felicitan en un partido del Real Madrid de esta temporada. /GETTY
Carlos Ancelotti y Lunin se felicitan en un partido del Real Madrid de esta temporada. GETTY
Manuel Amor
Alfredo Matilla

Manuel Amor y Alfredo Matilla

El Real Madrid tiene apalabrada la renovación de Andriy Lunin (25 años) al menos hasta 2029, a falta de los últimos detalles y la firma. El club, como informó Relevo, encarriló el acuerdo en marzo y lo dejó prácticamente cerrado antes de sellar el título de Liga el pasado 4 de mayo. La ampliación, que vendrá acompañada de una importante mejora salarial, premia el buen rendimiento del ucraniano durante una temporada en la que ha sido más protagonista que nunca (30 partidos). Lunin terminaba contrato en 2025 y había recibido (y recibirá) los sondeos de varios equipos europeos.

En las oficinas de Valdebebas están muy satisfechos con el nivel que ha demostrado el portero, que pasa de haber tenido un pie fuera el pasado verano a atar su futuro a largo plazo a la entidad blanca después de ganarse el cariño de la afición. Su continuidad confirma las intenciones con Kepa (no seguirá) desveladas por este medio. Las conversaciones para extender el vínculo de Lunin comenzaron antes de la segunda lesión de Courtois, cuando la reaparición del belga se vislumbraba próxima. Las razones de la entidad para retenerle son múltiples. Por un lado, se considera que la propuesta no es más que una medida de justicia, un premio que se ha ganado sobre el verde; y, por otro, que su rendimiento, que pocos auguraban, corresponde a lo que históricamente ha sido un arquero del Madrid: resolutivo cuando toca serlo.

Así lo demostró en las eliminatorias de Champions ante Leipzig (sus nueve paradas desesperaron al conjunto alemán) y Manchester City, con una actuación épica en el Etihad Stadium para avanzar a semifinales: sus intervenciones en la tanda de penaltis ante Kovacic y Bernardo Silva, después de un encuentro casi perfecto, fueron claves para acceder a la siguiente ronda y soñar con la Decimoquinta.

Entre otros factores, Lunin ha aceptado de momento competir el puesto con Courtois para continuar en el Bernabéu, aún a sabiendas de que el belga partirá con la vitola de titular la próxima campaña y que apunta a jugar de inicio en la final de Wembley del próximo 1 de junio ante el Borussia Dortmund. De todas formas, Andriy se ve preparado para disputarle esa condición y para mantener una progresión que le ha llevado a dar un giro de 180 grados en apenas unos meses. Con Liga, Champions, Copa, Supercopa de España, igual también de Europa y Mundial de Clubes por delante, el arquero ve muchas opciones de jugar.

Aun así, tanto el guardameta como la dirección deportiva del Real Madrid son conscientes de que seguirán llegando ofertas en los próximos meses, por lo que también hay consenso para estudiarlas en caso de que los clubes y las cantidades sean muy importantes. El hecho de que Lunin haya firmado recientemente con el súper agente Jorge Mendes hace prever que habrá movimientos estos meses con un pilar que podría revalorizarse mucho más en la Eurocopa.

Lunin aplaude durante el Manchester City-Real Madrid, la cita de su consagración.  REUTERS
Lunin aplaude durante el Manchester City-Real Madrid, la cita de su consagración. REUTERS

Un cambio radical

Hace exactamente un año, en mayo de 2023, Ancelotti insistió en sustituir al ucraniano y pidió un esfuerzo para incorporar a alguno de los guardametas a los que se espiaba. Había cuatro candidatos marcados en rojo: Robert Sánchez, Bono, Gazzaniga y David Soria. Y le ofrecieron a Mamardashvili. Los choques que había disputado Lunin hasta esa fecha habían dejado algunas dudas, sobre todo alguno de Liga y el del Cacereño en Copa. Luego, los del Mundial de Clubes de 2023 tampoco ayudaron a cambiar la opinión del cuerpo técnico, que trató de convencer a la cúpula que reemplazar al de Krasnohrad debía ser un movimiento casi obligatorio. Aquellos fantasmas han desaparecido con una progresión espectacular.

El club primó en ese momento la política de contención de gastos que rige desde hace tiempo (pagar un traspaso por un portero suplente se consideró un gasto innecesario) y la apuesta ha salido de maravilla. El ex del Real Oviedo empezó el curso como suplente de Kepa, con Tibu ya en la enfermería, pero no tiró la toalla y se ganó el puesto después de que el vasco sufriese un problema muscular en el calentamiento de un partido ante el Sporting de Braga.

Ahora, con la renovación al caer, el Madrid pretende trasladarle su cambio de estatus. El guardameta tenía hasta este momento uno de los sueldos más bajos de la plantilla; después de su renovación obtendrá una recompensa a la altura de su nuevo rol. Una apuesta sincera y no un movimiento de maquillaje de cara al futbolista.

Además, el club perseguía el objetivo de cerrar su nuevo contrato antes de que se revalorice en el siempre atractivo escaparate que supone acudir a la cita veraniega de Alemania y apagar cualquier amago de ruido en la cabeza y el entorno del ucraniano en el tramo decisivo de la temporada, con el regreso de Courtois a los onces.