ATLÉTICO DE MADRID

"Mamá, ¿por qué somos del Atleti?"

La afición del Atleti se nutre cada vez de más féminas: las mujeres representan el 24% de sus más de 130.000 socios.

Gloria, Valentina Carmen, Olga y Carmen, tres generaciones de aficionadas rojiblancas. /Michèle Novovitch
Gloria, Valentina Carmen, Olga y Carmen, tres generaciones de aficionadas rojiblancas. Michèle Novovitch
José Luis Guerrero
Michèle Novovitch

José Luis Guerrero y Michèle Novovitch

Corría el año 2001, el Atlético de Madrid afrontaba su segundo añito en el Infierno, en Segunda División. "Papá, ¿por qué somos del Atleti?", le preguntaba un niño a su padre, en el spot, de la agencia Sra. Rushmore, que se convirtió en un clásico de la publicidad española. Más de veinte años después, el Atlético actualmente cuenta con más de 130.000 socios, donde las mujeres representan un 24%. La historia de este sentimiento, en algunos casos, no fue con un "papá, ¿por qué somos del Atleti?" sino con un "mamá, ¿por qué somos del Atleti?". Hoy traemos el testimonio de una pionera Valentina Carmen Dimas Montes, nacida en 1928, la matriarca de una familia que ha ido inoculando el sentimiento rojiblanco a sus hijas y nietas.

El sentimiento rojiblanco de tres generaciones distintas de aficionadas rojiblancas. Michèle Novovitch

De 1939 a 1947 el actual Atlético de Madrid se llamó Atlético Aviación. Durante la Guerra Civil se formó un equipo que recibió por nombre Aviación, formado fundamentalmente por soldados y pilotos, cuya sede pasó por lugares como Matacán, Salamanca, Zaragoza y Madrid. Cuando acabó la Guerra, se fusionó con el Athletic de Madrid (fundado como sucursal del Athletic Club de Bilbao por un grupo de simpatizantes que pertenecían a la Escuela de Ingenieros de Minas) para poder seguir jugando en la máxima categoría. "No había dinero en ningún sitio y el pueblo pasó mucha hambre. El fútbol era una distracción", recuerda Valentina Carmen, que se quedó viuda a los 30 años.

Sus hijas, Gloria y Carmen, e hijo, Félix, no le preguntaban por qué eran del Atleti como en el spot televisivo. Simplemente se empaparon de un sentimiento que hacía feliz a su madre. "Me acuerdo, cuando mi madre trabajaba, que volvía a casa por la noche y nos dábamos un beso por las noches. Entonces, me recitaba una alineación del Atleti. Era algo así como Domingo, Riera, Aparicio, Lozano, Silva, Múgica... Yo le decía todas las noches: 'Mamá, dime la alineación del Atleti", rememora Carmen Calvo.

Era un fútbol y unos jugadores distintos a los actuales. "El que más me ha gustado siempre fue Escudero , que era vecino mío", recuerda Valentina Carmen, que vivía cerca de Cuatro Caminos. "Cuando empecé a ir al fútbol no había televisión. Tenías que oír por la radio si querías saber algo de algún partido o ir al estadio", describe. Asegura que dormiría con la antigua camiseta del Atleti, la del escudo con las alas, como "camisón", porque fueron los recuerdos agradables de una época difícil, donde las pregunta no versaban sobre por qué eras de un equipo de fútbol, sino por qué no había para comer.

Olga Sáenz de San Pedro Calvo, Gloria Calvo, Valentina Carmen Dimas Montes y Carmen Calvo.  Michèle Novovitch
Olga Sáenz de San Pedro Calvo, Gloria Calvo, Valentina Carmen Dimas Montes y Carmen Calvo. Michèle Novovitch

"En el Atleti siempre ha habido muchas mujeres. Es cierto que en tiempos de mi madre no era tan habitual ver a chicas, pero actualmente en el campo hay un montón. Una cosa que me llama mucho la atención respecto a los tiempos actuales, del Metropolitano y el Calderón, es que vienen un montón de padres con sus hijas", apunta Gloria, que fue socia entre 1970 y 1985, junto a su hermana y su madre. Hace unos años volvió a sacarse de nuevo el abono, con su hermana y su hija Olga. La percepción de Gloria, la de que cada vez hay más niñas en el estadio, se corresponde con los datos que maneja la entidad colchonera: la franja de socias del Atlético de Madrid entre 0 y 24 años llega al 34,5%.

"Ver a mi abuela ha sido el mejor ejemplo. Los recuerdos que tengo yo del Atleti en casa son con un padre y hermano madridistas. Jamás se me borrará el día que vi a mi madre, encerrada en el baño, llorando porque el Atleti bajaba a Segunda. Ahí decidí claramente que nunca iba a dejar de ser del Atleti. Sufrimos mucho, es verdad, pero cuando ganamos algo, creo que lo vivimos más y lo disfrutamos muchísimo más", precisa Olga, que al vivir cerca del Calderón aún echa de menos aquellos días que bajaba al estadio para hacerse fotos con su ídolo, Fernando Torres.

La familia de rojiblancas, en el Paseo Centenario del Atlético en el Metropolitano.  Michèle Novovitch
La familia de rojiblancas, en el Paseo Centenario del Atlético en el Metropolitano. Michèle Novovitch

Abuela, madre y nieta. Tres generaciones unidas por un sentimiento rojiblanco e impulsadas por la fuerza femenina, ese sexto sentido capaz de reponerse siempre de los más duros golpes de la vida. "Nosotras decimos que ser del Atleti es un sufrimiento y sentimiento. Decimos que ser débil, te hace más fuerte, porque estás acostumbrado a levantar la cabeza en la derrota, en el Atleti, en el fútbol y en la vida. No queda otra", narra emocionada Gloria mientras canta con su madre, hermana e hija el himno de sus amores: "Yo me voy al Manzanares…". Seguro que la cuarta generación de esta estirpe, que inició Valentina Carmen Dimas Montes, sigue entonando esa melodía, que les emparenta con una familia aún mayor, no de sangre pero sí de corazón, la que forman miles de aficionad@s del Atlético de Madrid.

(Agradecimientos a Ballesol Parque Almansa y Territorio Atleti, lugares donde se grabó este reportaje).