Mamadou Sylla se viste con una máscara de superhéroe que da una lección de fe al Valladolid: "Me tengo que quitar el sombrero"
El jugador ha decidido forzar en vez de pasar por quirófano para seguir ayudando al equipo en un momento crítico.

Mamadou Sylla sufre una rotura de mandíbula que en el 90% de los jugadores implicaría un amplio período de baja o, al menos, unas semanas de reposo para evitar males mayores. En la situación del Real Valladolid, prácticamente desahuciado a Segunda División, ese 90% se transformaría prácticamente en un 99%. Tras sufrir este percance médico, el delantero tenía dos opciones: optar por un tratamiento conservador e intentar seguir en pie para seguir jugando al fútbol o, por el contrario, pasar por el quirófano y decir adiós a lo que resta de temporada.
Pues el atacante ha decidido optar por la primera vía y le han fabricado una máscara que cubrirá todo su rostro para que pueda seguir jugando. Tanto es así que Álvaro Rubio ha anunciado que estará disponible para el partido ante la Unión Deportiva Las Palmas, que abrirá esta próxima jornada en LaLiga EA Sports. De hecho, el jugador ya ha entrenado junto al resto de sus compañeros y se ha llevado un aplauso generalizado del público por su compromiso y esfuerzo en un momento tan delicado.
No solo los aficionados han querido reconocer el ímpetu de su atacante. También el propio Real Valladolid, que ha publicado una imagen con su aparatosa máscara, que tendrá que llegar en un futuro próximo, y añadieron: "Sylla no afloja. ¡Eso es compromiso por los colores, Mamadou!".
Sylla no afloja 💪🏻
— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) February 27, 2025
¡Eso es compromiso por los colores, Mamadou! pic.twitter.com/aWLwjPu6rx
En la misma línea, Álvaro Rubio reconoció el esfuerzo que estaba haciendo el jugador para ayudar al equipo a lograr el tan difícil objetivo de la permanencia: "Me tengo que quitar el sombrero ante este jugador por el gesto que ha tenido de querer estar. Es un problema y un contratiempo que para él es muy importante, pero, a pesar de ello, el carácter que ha demostrado y el querer estar con el equipo desde el primer día creo que es un ejemplo en el que tenemos que fijarnos para ver el compromiso que hay con el equipo".
Bajo un clima infernal en Pucela, este gesto ya es una vía para que la grada se enchufe, apoye a sus jugadores y crea en que el milagro es posible. El Real Valladolid viene de una de las semanas más turbulentas de los últimos años después de que la federación de peñas solicitara formalmente al club que los jugadores sean los que paguen el precio de las entradas del duelo ante el Athletic, en el que cayeron por 7-1.
La entidad se negó a esto aunque sí reconoció que era normal que la afición estuviera hundida y enfadada por el pobre rendimiento del equipo. Entre tanto, cada vez son menos las voces que creen en la posibilidad de salvar la categoría, un martirio que se alarga y cuyo final es aún imprevisible. El Valladolid tiene un -43 en la diferencia de goles, solo quince puntos y está ya a ocho puntos de la permanencia. Solo un milagro les hará salvar los muebles. Pero Sylla cree en él y se ha vestido con una máscara de superhéroe para hacer que todos también piensen que es posible.