San Mamés estalla antes y después del gol anulado: lluvia de billetes y gritos de "A Segunda"
La grada de animación lanzó papeles con la palabra 'Mafia' y todo el estadio entonó cánticos contra el conjunto catalán.

San Mamés dijo basta. Si bien la iniciativa de la grada de animación de lanzar billetes al campo en el minuto 30 dividió a la masa popular en la previa, la gran mayoría del estadio entonó cánticos en contra del Barcelona durante el encuentro entre el Athletic Club y el conjunto catalán. Si el ambiente estaba tenso antes del choque, las decisiones del VAR calentaron aún más a la afición y a los jugadores rojiblancos.
El 'caso Negreira' sigue trayendo cola en el fútbol español y en el estadio bilbaíno quisieron tomar parte y dar su opinión de unas polémicas que marcan un antes y un después en las relaciones de ambas aficiones. Por si fuera poco, el tanto del Barça y el anulado a Iñaki Williams fueron decisiones tomadas tras la alerta de la sala VOR, con lo que supone en caliente para los seguidores bilbaínos.
Primero volaron los billetes, aunque desde una zona muy localizada detrás de la portería que en ese momento defendía Julen Aguirrezabala. Corría el minuto 30, con el ambiente en todo lo alto por un par de faltas no pitadas al conjunto vasco que calentaron a los aficionados locales. La Grada Popular de Animación lanzó al unísono cientos de billetes azules y granates con la palabra 'Mafia' como protesta por el caso entre el ex vicepresidente del CTA y el club culé.
Le siguió el resto del campo, que si bien no se sumó a la iniciativa de los billetes, sí tomó parte a su manera. Retumbó San Mamés con gritos de "A Segunda, a Segunda". Le siguieron otros: "Y Negreira qué" o "Que salga Negreira, que salga Negreira", con menos participación de la masa social. Mientras, desde la zona de aficionados azulgranas se silbó y se protestó por estos cánticos de los aficionados rojiblancos.
Si había crispación, aún más tras el gol del conjunto culé. Raphinha, tras la revisión del VAR se acercó a la zona de la grada de animación para celebrarlo y recibió una gran pitada. La segunda mitad corría algo más tranquila, más allá de las protestas habituales en un partido de este nivel. Pero los últimos minutos convirtieron San Mamés en una caldera. La decisión de anular el gol de Iñaki Williams por una mano previa de Iker Muniain enloqueció a aficionados, jugadores y cuerpo técnico.
Iker Muniain hizo gestos con los brazos en señal de protesta, que tuvieron continuidad en la grada. De nuevo gritos de 'Fuera, fuera', insultos al club catalán y pitos. Muchos pitos. Cuando Gil Manzano se marchó a los vestuarios, tras el final del encuentro, se llevó una de las pitadas más fuertes que se recuerda dentro de unos años.
Gran ambiente
Más allá de las protestas contra el Barça, San Mamés ha generado un espectacular ambiente de apoyo a su equipo. El choque ha significado un nuevo récord de asistencia con 49.741 asistentes.