ATLÉTICO DE MADRID

Gil Marín y Simeone, a corazón abierto: el "loco" regreso de Griezmann y la charla que lo cambió todo en San Lorenzo

Directivo y entrenador protagonizaron una charla cargada de sentimiento rojiblanco: "Antoine está siendo un ejemplo permanente".

Simeone habla con Gil Marín./
Simeone habla con Gil Marín.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Miguel Ángel Gil Marín y el 'Cholo' Simeone se han sentado frente a frente para mantener una profunda conversación sobre lo que significa pertenecer al Atlético de Madrid el día en el que se ha anunciado la renovación del técnico hasta 2027. Y parte de ese sentir se ha pasado también al césped y a algunos miembros de la primera plantilla. Uno de ellos es Antoine Griezmann, que ha vivido episodios turbulentos con la rojiblanca y ha terminado por ser uno de los héroes del Metropolitano. El francés llegó procedente de la Real Sociedad, se marchó al Barcelona tras anunciar un año antes en un documental que había decidido quedarse y regresó en el último día del mercado, criticado por una importante cantidad de aficionados y en una operación exprés que ha cambiado la historia reciente del club colchonero.

Simeone y Gil Marín, sobre Griezmann.ATLÉTICO

Simeone quiso recordar en la charla lo que ocurrió: "¿Te acuerdas del último día del mercado? Fue muy bueno. Antoine estaba dando vueltas a la idea de volver. Recibo una llamada con la posibilidad de que pueda venir. Era muy temprano. Te llamé como a las nueve de la mañana del último día. Pensé: 'Pensará que estoy loco'. Quedaban 18 horas para el final del libro y Antoine quería venir, estaba loco por venir". La operación estaba en punto muerto y fuera de la rumorología habitual, pero, de un momento a otro, se reactivó. Algo tendrían que ver los colores.

El técnico, alejado de las reglas de un mercado feroz, lo vivió desde la ilusión, levantó el teléfono y se dirigió a Gil Marín: "'Es una locura lo que voy a proponerte'. Y me respondiste: 'Yo estoy más loco que tú, así que tranquilo. No te aseguro nada, pero vamos a trabajar en ello'. A las ocho de la tarde me dijiste que estaba todo encaminado y que esperábamos llegar al contrato". Fue cuestión de horas, sí, pero Griezmann acabó cumpliendo su sueño de vestir de nuevo la camiseta del Atlético de Madrid.

Lo que no sabía Simeone y sí el dirigente es que en operaciones de este calibre hay cientos de variables que gestionar: "En LaLiga tenemos un límite de coste. Teníamos una propuesta del Chelsea por Saúl de hace unas semanas. Llamé a Marina (Granovskaia, exdirectiva del club londinense) a ver si quería retomar la idea de Saúl y ella tuvo que hablar con los técnicos. Tardaron dos horas en devolver la llamada. Me dijo que estaban de acuerdo y nosotros se lo dijimos a Saúl. La siguiente llamada fue llamar al agente de Antoine. Fue una puñetera locura, estaba con Francia convocado".

Gil Marín tuvo que arremangarse y comprender que el día sería duro. No hay más que ver las dos horas que tardaron los técnicos del Chelsea en responder sobre Saúl. Natural a la hora de decidir la importancia que puede tener incorporar a un futbolista a escasas horas del cierre de mercado. Simeone lo sentía casi como si fuera un aficionado siguiendo las noticias de Fabrizio Romano, Matteo Moretto y diferentes medios de comunicación en esas horas: "Estábamos que si se hace o no se hace".

Sobre la campana

Griezmann firmó sí, pero ¿cómo? Gil Marín lo desvela: "A las 20:00 cerramos con el Chelsea y a las 23:59 con el Barça y el contrato firmado. Es un hecho muy relevante en nuestra historia". Desde luego, el impacto que ahora tiene el francés en el Atlético es total. Todo, pese a que en su momento la afición le sentenció: "Te das cuenta de cómo es la afición del Atlético de Madrid. Es capaz de tener la mayor distancia y luego (Griezmann) viene, pide disculpas y demuestra su compromiso y no solo le perdonan sino que le adoran. Es bonito en la vida saber perdonar y ayudar. Antoine está siendo un ejemplo permanente, de querer ayudar, su compromiso continuo".

Un acto de valorar, la capacidad de arrepentirse, volver y sentir los colores rojiblancos. Lo que Simeone proclama como "sentido de pertenencia": "De él y de otros muchos futbolistas. Koke, Godín, Giménez, Oblak... Todos tienen sentido de pertenencia y eso es maravilloso. Dan un plus más que en otro lado".

Algo que también explica lo que es el Atlético de Madrid. Una familia, así lo cree Gil Marín. Algo más que un equipo que ha permitido, por ejemplo, que Simeone lleve doce años luciendo sus colores. "Los aficionados que son los mejores del mundo y lo que se vive dentro. Somos un club grande, pero hay pocas personas que participan en la gestión del vestuario. Creamos una unión familiar. Hay que cuidar los pequeños detalles y el nivel de exigencia", sigue Gil Marín. Así se crean los grandes proyectos. Con el compromiso del 'Cholo', el de Antoine Griezmann y el de una afición que supo perdonar.

El día en el que llegó Simeone

En la profunda charla mantenida entre compañeros y amigos, Simeone y Gil Marín también quisieron rememorar el momento de su llegada. Que se gestó, curiosamente, un tiempo antes. De hecho, al técnico le sorprendió la apuesta y ejerció de entrevistador: "No tenía experiencia en Europa, ¿qué se te pasó por la cabeza?". Y el mandatario ya sabía que el elegido era mucho más que un entrenador: "Pensé en qué necesitábamos. El equipo estaba mal, veníamos de una montaña rusa. Soñaba con estabilidad, para hacer al club crecer. No había ausencia de valores, pero sí confusión. Necesitaba a alguien que nos diera resultados con carácter que transmitir al equipo y la estabilidad a través de la confianza y los valores".

Como en todo movimiento, se necesitó un detonante. En el caso de Griezmann, una llamada. En el de Simeone, algo bien distinto: "Recordé una conversación contigo en la previa de un partido en San Lorenzo. Me quedé con eso. Llamé a Toni Muñoz, que era amigo tuyo, a ver si estabas dispuesto a venir". Y el técnico tampoco se lo pensó dos veces: "Desde el día que me fui de acá pensé en que apareciera esto. Me llamaste y me dijiste que el club no pasaba por un buen momento y que necesitabais que os ayudase. Cuando me dijiste eso para mí ya daba igual el resto, la charla acabó ahí. Vine con una energía y unas ganas de estar acá..."Teníamos muy buenos jugadores. Diego Rivas, Arda Turan, a Koke le tuvimos que convencer que no se fuera, Falcao, Adrián...".

Desde su llegada, y más con el paso del tiempo, Gil Marín comenzó a sentir que no estaba ante un entrenador corriente: "Nunca una mejor decisión en la historia de un club. Me gustaría hacer un libro de cómo un tipo en una década puede cambiar la historia de un club. Se lo dije a tu hermana. Y ya son doce años. Sin ti no podría hacer mi trabajo. Enrique es una persona inigualable. Es difícil que con tantos picos se mantenga una línea de buena imagen y buenas palabras". Ese libro podrá llegar, pero antes debe acabar una etapa cargada de éxitos y que ha devuelto al Atlético de Madrid al primer plano internacional.