GETAFE - BARCELONA

La Masia también alista soldados para Bordalás: "Formamos jugadores inteligentes, capaces de adaptarse a cualquier estilo"

Carles Aleñá fue una de las joyas del fútbol base blaugrana. Ahora disputa su quinta temporada en Getafe.

Esta es la quinta temporada de Carles Aleñá en el Getafe./AFP
Esta es la quinta temporada de Carles Aleñá en el Getafe. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Carles Aleñá entró a La Masia cuando era prebenjamín. Siguió el mismo camino que más tarde recorrerían Pau Cubarsí, Lamine Yamal o Marc Bernal hasta debutar con el primer equipo. Por sus rizos y el 10 que siempre llevó a la espalda, de pequeño lo apodaban Maradona. Durante algunas temporadas, estuvo considerado como una de las joyas de la cantera. Luis Enrique fue el primer entrenador en apostar por él y Aleñá defendió la camiseta blaugrana durante más de 40 partidos. Ahora está disputando la quinta temporada en el Getafe, bajo un estilo de fútbol totalmente distinto respecto donde creció.

De la generación del 98, en la base jugó con Marc Cucurella y Dani Olmo. "Si alguien representaba el estilo del Barça en el fútbol formativo era él. Era de los que podían llegar a quedarse en el primer equipo", recuerda Jordi Font, uno de sus exentrenadores, por cuyas manos también ha pasado Lamine. Dice que, en caso de salir de Barcelona, se lo imaginaba en un "Betis, Villarreal o el Celta, como Mingueza, que intentan hacer un fútbol de posesión". "Es verdad que en aquella época destacaba y que todo me salía de cara. Es verdad también que mi idea era triunfar en el Barça. Pero hay que aprender a convivir con esas frustraciones personales y pensar en el día a día", se abrió Aleñá en una entrevista con El País, un año atrás.

Aleñá, de alguna manera, rompe con el paradigma del futbolista de La Masia, con aquellos que aseguran que solo son capaces de jugar a un mismo estilo. "Es un caso sorprendente. Nuestra forma de trabajar forma jugadores inteligentes, capaces de adaptarse a cualquier equipo de fútbol. Al final, la forma de entender el juego la tienen y pueden responder a lo que se les pide. Aunque a veces, como es el caso de Carles, se le pida algo totalmente opuesto a lo que ha vivido desde pequeño", argumenta Font. "Bordalás te va enchufando, te lo mete en la cabeza. Entrenamientos muy duros, sesiones de gimnasio, te pesa cada día…", explicó en la misma entrevista.

Gerard López acabó de pulirlo antes de que Aleñá diera el salto al primer equipo. En el Barça Atlètic coincidió con Alejandro Grimaldo, 'Cucu', Miranda o Abel Ruiz. "Es un chico muy versátil, que puede jugar en varias posiciones. Es un interior puro del Barça, pero conmigo también jugó como falso extremo. Es muy vertical, con mucha capacidad para crear juego ofensivo. En 2018 era la gran promesa de La Masia, junto a Cucurella. De aquella generación son los que han hecho mejor carrera. Ya se veía que era un jugador que apuntaba muchas maneras", recuerda Gerard.

Buscarse la vida en un estilo antónimo

"Se ha tenido que buscar un poco la vida en un club diferente, con una mentalidad totalmente distinta", continúa el que fuera su técnico, que vincula algunos aspectos físicos con los que busca Bordalás. "Siempre tuvo capacidad de trabajo, tiene un tren inferior potente. No era el perfil de jugador pequeñito, con un físico limitado. Ha sido siempre un jugador fuerte, por eso se puede adaptar a un Getafe en el que le requiere trabajo y más capacidad para defender", cuenta. En la misma línea, Font valora su "capacidad de hacer muchos kilómetros, de desgastarse, y además tener el plus de dar el último pase, de aguantar el balón para dar tiempo a los jugadores de banda de ir al espacio y ponerlos con calidad. Esto lo tiene. Es su valor añadido a un equipo como el Getafe".

Este año, sin embargo, su presencia ha disminuido. "Carles es un jugador cuyo estilo no encaja en absoluto con Bordalás", apunta alguien cercano al centrocampista. Aun así, señala un aspecto en el que el de Mataró ha mejorado. "El trabajo defensivo no lo llevaba al 100% de fábrica. En esto ha crecido", explica. "Pero evidentemente con balón su rendimiento no es el que podría ser si estuviera en un equipo en el que futbolísticamente tuvieran más balón. Ha mejorado en algunos aspectos, pero no están potenciando sus habilidades técnicas", añade.

"El mundo profesional exige inteligencia a la hora de adaptarte a las circunstancias que te van apareciendo, tienes que estar preparado. Carles es inteligente, tiene esa capacidad. No es lo que ha hecho toda la vida, pero se ha ajustado a lo que se le ha pedido", subraya Font. "Personalmente, me hubiera gustado verlo en un club que apostara más por el fútbol ofensivo. Pero al final se está ganando la vida en lo que él ha soñado siempre. Tenemos que estar contentos por él. Los caminos del fútbol nunca sabes dónde te pueden llevar", remata.