Los primeros días de Greenwood en Getafe, entre el "cambio radical" y una casa a las afueras: "Es la primera vez que le veo sonreír"

Mason Greenwood (21 años) todavía no había sido presentado y decenas de niños ya paseaban con su camiseta por las afueras del Coliseum. El viernes, cuando su nombre comenzó a asociarse al Getafe, las interacciones del club en redes sociales empezaron a subir como la espuma. "Está siendo una locura", dicen desde los despachos. Aquella noche del cierre de mercado, medio centenar de aficionados se agolparon a las puertas del estadio y despidieron al presidente Ángel Torres como a un héroe cuando les confirmó que el fichaje estaba cerrado. El primer entrenamiento con Mas, a puerta abierta, supuso todo un éxito de asistencia. Su presentación fue la más multitudinaria que se recuerda: casi 4.000 personas en la grada para recibir a su nuevo ídolo.

Todos estos datos y el sentir de la afición, corroborado por Relevo en su asistencia al evento de bienvenida, contrastan con lo que Greenwood ha vivido en el último año y medio en su país. El delantero fue una estrella precoz en el equipo con más peso mediático del Reino Unido: el Manchester United. Debutó en Champions con 17 años, marcó en Europa sin ser mayor de edad, se convirtió en ídolo y Mark Senior, su entrenador en la cantera de los red devils, afirmó no haber visto nunca "a un jugador como él". En enero de 2022, una serie de imágenes, vídeos y audios publicados por su actual pareja en Instagram cambiaron por completo el panorama y le pusieron en el disparadero de la opinión pública y en el ojo de la justicia.

En este material colgado en redes sociales por Harriet Robson, que ahora le acompaña en su nueva vida en Madrid y con la que tuvo un hijo después de los hechos, se escucha a un hombre gritar expresiones como "levanta las putas piernas" a su presunta víctima. En uno de los fragmentos, la mujer replica que no desea sexo y el hombre responde: "Me importa una puta mierda lo que quieras". Además, Robson compartió varias fotografías en las que aparecía con la boca ensangrentada y varios moratones por todo su cuerpo. "Para todos los que quieran saber qué me hace realmente Mason Greenwood", indicaba un comentario que acompañaba las publicaciones.

Aunque su novia no tardó en borrar el material (nunca llegó a denunciar a Greenwood ante la Policía), el Manchester United apartó al futbolista de inmediato y las autoridades de Greater Manchester le detuvieron a las pocas horas. La Fiscalía de la Corona le investigó después por intento de violación, agresión con resultado de lesiones corporales y conducta controladora y coercitiva, acusaciones que el jugador siempre ha negado. Todos los cargos le fueron retirados el 2 de febrero de este año por la propia Fiscalía ante la retirada de testigos clave y la aparición de nuevo material.

A pesar de quedar limpio a nivel judicial, la mirada de recelo y el repudio nunca desaparecieron. De hecho, cuando la Fiscalía emitió su veredicto final, el Manchester United inició su propia investigación interna para tratar de esclarecer los hechos. Greenwood continuó fuera de la dinámica del equipo hasta el pasado 1 de agosto, cuando el director ejecutivo Richard Arnold, finalizado el proceso de estudio de sus posibles delitos, apostó por reintegrarlo con el grupo, tal y como destapó The Athletic.

Arnold reconoció que no pudieron "acceder a ciertas pruebas" y que Greenwood "ha cometido errores", pero que las evidencias que manejaban les llevaron "a la conclusión de que Mason no fue culpable de los actos de los que se le acusaba". El atacante admitió sentirse "aliviado de que todo hubiera terminado", pero se equivocó: la reacción de muchos aficionados al conocer las intenciones del club llevó al United a dar marcha atrás y buscarle definitivamente una salida. Ahí, contra todo pronóstico, apareció el Getafe.

El 21 de agosto, el cuadro inglés tomó la decisión definitiva de sacar a Greenwood. Ese día, el propio Arnold envió una carta abierta a todos los aficionados para explicar que las opiniones polarizadas dentro del club sobre su regreso (algunos, como el director de fútbol John Murtough, le querían; otros le rechazaban) podrían poner en peligro la unidad de la entidad. En cualquier caso, en ese comunicado el United también prometió velar por la carrera del jugador y ayudarle en su vida personal. Como muestra de ello respetaron su contrato (le quedan dos años, más uno opcional, a razón de casi 88.000 euros semanales) y se comprometieron a buscarle una cesión que pudiese potenciarle. Lo dejaron todo para el final y el Getafe se benefició de ello para ficharle el 1 de septiembre.

Entre los múltiples candidatos en ese último día de mercado irrumpió con fuerza la Lazio, segunda clasificada la temporada anterior en la Serie A y rival del Atlético en la fase de grupos de la Champions. La operación avanzó rápido, hasta el punto de que a mediodía se daba por hecha y que trabajadores del Manchester United ya se habían organizado para viajar a Roma a acompañarle, pero todo se torció en el último suspiro. El Getafe, que llevaba muchas semanas en conversaciones con el padre de Greenwood (Andrew) y su abogado, se aprovechó de la situación y de las pocas horas que quedaban para el cierre del mercado.

En sus conversaciones con el entorno más directo del internacional inglés días atrás, el director deportivo Rubén Reyes había hecho especial hincapié en la importancia deportiva que tendría Greenwood en el proyecto de Bordalás, que buscaba extremos como el comer; y en el ambiente cercano y familiar de un club como el Getafe, sin el foco de los gigantes y que permitiría al futbolista reedificar su carrera lejos del escarnio. Mason, que al principio no lo veía, terminó convenciéndose.

Si al principio pudo tener alguna duda de cómo sería recibido, sus primeras horas en la capital de España terminaron por despejarlas. Su fichaje resultó un auténtico boom mediático para el Getafe, que anunció su incorporación a las 23:58 horas. El tuit del fichaje de Diego Rico, publicado a las 21:20, llegó a 254.000 personas; el de Greenwood alcanzó las 31 millones, casi un 10% de los usuarios de la red social en todo el mundo. La cuenta en inglés del Getafe pasó de 100 seguidores a 40.000 y la primera foto de Mason con la camiseta superó los 120.000 'me gusta' entre Twitter e Instagram.

El furor en redes tuvo su correspondencia en las calles de Getafe. José Bordalás, su nuevo entrenador, defendió a Greenwood tras el último partido en el Bernabéu: "Todo acabó con una sentencia no condenatoria. Es un futbolista de un grandísimo nivel que viene a Getafe con una ilusión enorme. Vamos a ayudarle". Con motivo de su llegada, el club abrió las puertas de su primer entrenamiento a la afición (una técnica nada habitual) y Greenwood se dio un auténtico baño de masas en la sesión matutina en el Coliseum. En aquellos minutos sobre el césped, peloteando con sus compañeros después de casi dos años y jaleado por los seguidores, los que mejor conocen al ex del United observaron algo diferente en él. "Es la primera vez que le veo sonreír", aseguraban. Sobre el campo, cuentan, fue el mejor. En la grada estaba Harriet, emocionada con el recibimiento y vestida del Geta.

El cariño se multiplicó en su presentación, también por la tarde y en el Coliseum. Le recibieron más de 4.000 personas y Greenwood, que no paró de hacerse selfies y firmar autógrafos, pidió permiso a un miembro del departamento de comunicación para regalar su camiseta a un niño que portaba una pancarta. "La voy a enmarcar", gritaba el chaval. Mason, que no aceptó preguntas de los medios de comunicación, sí pronunció unas breves palabras desde el centro del campo: "Estoy muy contento de estar aquí, preparado para recuperar mi mejor nivel". A la salida, los hinchas colapsaron la avenida anexa y enloquecieron cuando vieron salir su coche del parking del estadio.

Para que Greenwood vuelva, por supuesto, será clave que se sienta cómodo dentro y fuera del campo. El Getafe lo sabe y se ha empeñado en ello. Después de su llegada el día de la supertormenta que causó la DANA, que le deparó un vuelo un tanto caótico en avión privado, los miembros de la entidad madrileña quisieron esforzarse en demostrar que todo lo que le habían prometido era verdad: el afecto, la sencillez, la atención. Desde dentro dicen que han visto un cambio radical de su primer día hasta hoy. Aquel Mason "asustado", después de un año y medio encerrado en casa, ya es un Mason feliz, abrumado por la acogida y abierto al diálogo con todo el que se le acerca.

A su llegada Rubén Reyes le invitó a comer, a él y a sus acompañantes, en un famoso restaurante de la capital. El siguiente paso, para el que también cuenta con la ayuda del Getafe, es encontrar una casa. Sus miradas se centran ahora en la zona de Boadilla del Monte, una localidad tranquila y de rentas altas que Greenwood ya ha conocido. Junto a él vivirán su novia (la misma que publicó en Instagram los vídeos de sus supuestas agresiones), su hijo (a la espera del pasaporte para viajar a Madrid) y su padre.

Pese a llevar tanto tiempo sin competir, el jugador parece encontrarse bien físicamente. El Getafe, que negoció su préstamo con su abogado y un intermediario (ahora mismo no tiene agente), sólo pagará un millón de euros de su ficha. La cesión es pura, sin opción de compra, y si sale bien el United todavía conservará la oportunidad de venderlo el próximo verano. La confianza de los azulones, como expresó Reyes, es total: "Tiene mucho desequilibrio, capacidad de asociación, es descarado, con personalidad y marca goles. Soñábamos con él y, a veces, los sueños se cumplen". De lo extradeportivo, a pesar de que Greenwood nunca se ha enfrentado a un juicio, zanjó que ya había hablado "quien tenía que hablar: un juez".

Además, y a modo de curiosidad, Relevo ha podido saber que el futbolista volverá a estar presente en el conocido videojuego EA Sports FC 24 (antes FIFA). En febrero de 2022, tras las acusaciones de violación, fue eliminado de forma fulminante. Todo vuelve a empezar para él... y espera aprovechar la oportunidad.