REAL MADRID

Un mes y medio después de pedir sanciones para el Real Madrid, los clubes vuelven a estallar contra los árbitros y la RFEF toma nota

Sólo este fin de semana se han quejado Espanyol, Tenerife y Valladolid a través de comunicados. Louzán sigue trabajando junto a los equipos para mejorar el CTA.

El Real Madrid protesta la expulsión de Bellingham en El Sadar./Agencias
El Real Madrid protesta la expulsión de Bellingham en El Sadar. Agencias
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

El 3 de febrero, justo después de caer contra el Espanyol en Cornellá, el Real Madrid mandó una dura carta a la Federación en la que reclamaba formalmente una "actuación escandalosa del arbitraje y el VAR" y aseguraba que no se trataba de "un caso aislado". El motivo del estallido fue una entrada de Carlos Romero a Mbappé que los blancos consideraban merecedora de roja que no vio Muñiz Ruiz, colegiado del encuentro, y tampoco fue revisada en la sala VOR. Además, pedían escuchar los audios de algunas jugadas. Pedían una "reforma estructural" en un estamento "completamente desacreditado". Esto, sumado a las continuas críticas a los árbitros en Real Madrid Televisión, desataron la ira de la mayor parte del fútbol español.

Tres días después se celebró una reunión entre la Federación, LaLiga, los árbitros y los clubes de Primera y Segunda División, en la que el único ausente fue la entidad de Chamartín. Allí, muchos de los presentes pidieron sanciones para el Madrid por poner en tela de juicio la profesionalidad del arbitraje y presionar a los colegiados, tal y como informó Relevo. "El Real Madrid no sólo nos está faltando al respeto al resto de clubes y a los árbitros, sino que demuestra que no quiere ser uno más", comentaba una fuente presente en aquella reunión. Otros asistentes valoraban positivamente el poder estrechar lazos con el Comité Técnico de Árbitros (CTA).

Un mes y medio después, no se puede decir que la relación entre los clubes y el CTA haya ido a mejor. Tras las críticas al Madrid por su carta, en las webs y redes sociales de muchos clubes tanto de Primera como de Segunda se han publicado quejas públicas. También han utilizado a sus propios dirigentes o entrenadores para mandar un mensaje alto y claro: se necesitan cambios.

Louzán pretende un cambio estructural en el arbitraje para la próxima campaña.EFE

Este mismo fin de semana previo al parón de selecciones Espanyol, Tenerife y Valladolid se han quejado públicamente. Especialmente duro ha sido el cuadro catalán hablando de decisiones arbitrales en su duelo contra el Mallorca que "han dejado a nuestro club y afición con una sensación de indefensión y frustración ante resoluciones que consideramos difíciles de comprender". Por parte de los canarios, afirman que "en un contexto más justo y con un criterio arbitral equitativo las últimas jornadas, hoy podríamos estar en una posición muy distinta".

Los últimos días no han sido más que una muestra de lo que se lleva viviendo meses en la competición. Los comunicados son una práctica habitual y, después que se pidieran sanciones para el Madrid por sus continuas quejas, muchos otros han replicado la práctica. El Alavés o el Valencia también han criticado decisiones en su contra en las últimas semanas, algo que antes incluso de la carta del Madrid muchos equipo que ahora piden respeto para los árbitros hicieron, como el Sevilla.

La palabra que utilizan todos: respeto

Curioso que tanto árbitros como clubes piden lo mismo: respeto. Por parte de los colegiados, existe una amenaza real de tomar medidas. Incluso barajaron la posibilidad de una huelga, algo que descartaron para "no hacer el juego" a las quejas del Real Madrid, como informó Relevo.

La Federación entiende el malestar de los equipos y ha tomado cartas en el asunto. En un perfil conciliador, Rafael Louzán, presidente de la RFEF, se ha abierto a escuchar propuestas y ha creado una comisión con el objetivo de establecer cambios en el sistema arbitral. A la primera reunión, celebrada el pasado 12 de marzo, se invitaron a todos los clubes que engloba LaLiga y a los de la Liga F. Entre ellos, el Real Madrid, acudiendo José Ángel Sánchez, director general del conjunto blanco. A final de mes habrá más encuentros.

En Valdebebas ven un problema grave y esperan soluciones drásticas. Una renovación del CTA que, por el momento, no llega. Los clubes respaldan que debe haber cambios, pero no son tan duros. Por el contrario, critican la forma de actuar del conjunto blanco aunque algunos de ellos también protestes a través de sus canales oficiales. Una patata caliente que deberá controlar la Federación y que ha aumentado la tensión en el fútbol español hasta cotas que no se recuerdan.