Dudar de Gavi carece de sentido... aunque una decisión de Flick fabrique argumentos
El canterano está teniendo un sólido regreso de su lesión.

Con Gavi la historia es cíclica. Primero se duda y después se entiende que aquella duda no era sino algo carente de sentido. Sucedió el verano de 2023 con la llegada de Gündogan cuando muchos se preguntaban qué sería de Gavi. ¿Jugaría? ¿Por quién? En octubre se destrozaba la rodilla y allí, tal y como contó Xavi Hernández, el equipo perdió su alma. El culer entendió, si es que no lo había entendido antes, que Gavi siempre se impone. Hay que volver a recordarlo, pues tras su gravísima lesión vuelve a haber quienes dudan o cuestionan lo que seguramente sea inevitable: que Gavi vuelva a tener razón.
El andaluz no ha tenido ni una molestia tras 12 meses parado. ¿Es eso una anomalía? En Gavi todo parece serlo, de una forma u otra, un jugador que desafía los umbrales del dolor y que lleva su cuerpo a límites que le hacen de bandera, pero también le precipitan un juego que debe conservar su salvajismo añadiendo una pausa que no se le puede exigir a un chico de 20 años. El proceso que está viviendo es coherente con el momento de la temporada (el Barça tiene opciones de campeonar en cada título) y con un centro del campo en plenitud. Jugar anda caro y Gavi lleva 916 minutos desde octubre.
Hansi Flick ha ido perfilando su centro del campo en tres alturas, con una que hace de polea entre la primera y la tercera. La base, ocupada por Casadó y De Jong normalmente, la de Pedri, que prácticamente solo ha ocupado el canario este curso, y una tercera en la que se ha visto a Olmo, Fermín, Pablo Torre y al propio Gavi. De momento, el alemán ha priorizado a Gavi en la mediapunta y prácticamente siempre que ha hablado de él en rueda de prensa ha hecho referencia a "la presión" y la "agresividad" como baluartes para situarle en esa tercera altura, más cerca de los delanteros y los defensas rivales, es decir, de la primera línea de presión.
Gavi es el centrocampista del Barça en Liga que más presiones gana (6,2), más contrapresiones gana (1,46), más % de regates del rival frena (63%) y más balones recupera (10,2) según datos de StatsBomb. Su actividad sin balón es el principal reclamo para situar a Gavi arriba, pues su forma de defender es impetuosa, a veces alocada, pero terriblemente asfixiante, y para un equipo que basa todo su plan defensvio en esa primera presión, Gavi es vital.
Al canterano le sucede que desde que dio el salto a la primera plantilla (2021) sus entrenadores han visto más la superfície que lo que tiene debajo, que no deja de ser lo que le hizo ser uno de los mejores proyectos de interior de los últimos años en el fútbol base. En él se aprecia primero la competitividad enfermiza, un empuje heroico que le lleva a estar siempre más arriba para apretar la pérdida y aprovechar su llegada, pues Gavi tiene buen golpeo con ambas piernas y es el centrocampista que mejor va por arriba pese a su estatura. Pero eso es quedarse en la superficie y hay que esperar para ver todo lo que todavía se ignora.
Este curso está siendo el que menos regatea (0,32 por cada 90 minutos) y el que menos % de acierto en el pase bajo presión tiene (70%), dos datos que señalan que estando en la mediapunta su fútbol no puede expandirse porque no siente el juego desde donde él solía acabarlo. Si en el fútbol base arrancaba abajo para terminar arriba, ahora ya lo comienza muy alto, por lo que la sensación es que no termina de entender la posición. Además, no tiene el ritmo de Fermín ni la sensibilidad de un mega crack como Olmo, y su impacto en la mediapunta se limita a movimientos verticales o de apoyo. Pueden ser útiles porque Gavi es muy bueno e inteligente, pero uno piensa que su potencial nunvca se alcanzará allí.
Su no convocatoria para este parón es positiva para Flick y el propio futbolista, que tendrá más descanso para el tramo decisivo de la temporada. No por algo el jugador favorito de Gavi es Verratti, con todo lo que implica esa comparación, y es que Gavi bebe directamente de ese juego de control y giro, de espacios reducidos y que necesita estar en contacto con la pelota para que se afiance su confianza y en consecuencia su juego crezca. Lo presenciado hasta la fecha es solo un prólogo de lo que vendrá. El fútbol de Gavi apenas nos ha dado pistas de lo que está por venir.