Gaizka Mendieta desempolva su fichaje frustrado por el Athletic: "Estaba Zubizarreta y llegué a un acuerdo, pero la Lazio enredó"

Que no haya parado de llover en Madrid en las últimas semanas, algo que abre telediarios y rellena noticias en el mes de marzo, no es algo que cambie el humor de Gaizka Mendieta. Y con razón: al retirarse del fútbol se quedó a vivir en Inglaterra, allí están acostumbrados a este tiempo. "Pues en Londres estábamos con sol", dice, eso sí, antes de colocarse un micrófono por debajo de su chaqueta.

En el hotel Meliá Castilla del centro de la capital, donde ha venido a pasar un par de días como invitado al evento ECA Club Connect, Mendieta enumera la lista de frentes abiertos que tiene con el fútbol: embajador de LaLiga, comentarista, Technical Observer de la UEFA en partidos de la Champions... Y luego hace un apunte extra, su próximo objetivo, su actual ilusión: entrar en un club.

Mendieta tiene claro hacia dónde quiere dirigir su carrera. Tras una etapa como director deportivo en el Pafos chipriota que le permitió conocer de primera mano ese rol, el español está tocando puertas, teniendo reuniones y trabajando para subirse a la rueda de un mundo que le ha conquistado. Y es por ahí por donde empezamos una charla con Gaizka Mendieta, que se sienta con Relevo.

A veces la gente se sorprende cuando les cuento esto. Cuando hablo con CEOs y gente de clubes, la gente asocia a Mendieta como embajador o comentarista, no como alguien que quiere involucrarse en un club. A raíz de un máster que hice en UEFA vi que mis habilidades y donde más iba a disfrutar era en la parte de gestión.

Sí, sí, estoy intentando formar parte de una estructura deportiva. He hecho bastantes entrevistas. En algunas consideraba que el proyecto no era el proyecto, en otras han elegido a otros candidatos que se presentaron.

Era difícil pero entendí que era mi forma de entrar en el sistema, fue una experiencia que me gratificó bastante. Chipre es muy intenso en el día a día, pero me sirvió para adquirir esa experiencia y ser la cabeza de un proyecto. Bueno, la cabeza acabó siendo el dueño (risas).

Sí, fui el más caro en su momento, pero en ese mismo verano hubo otros traspasos muy caros como Zidane, Rui Costa, Crespo...

En aquel momento les dije que estaba dispuesto a escuchar ofertas. Llevaba una década. Durante mis 10 años allí -sobre todo en los primeros- fueron llegando ofertas, a veces buenas y a veces no tan buenas. El club me lo proponía y yo jamás dije que me quería marchar. Pero al final, después de una década, ya era el momento tanto para mí como para el club. Yo quería que fuéramos de la mano.

Llegué en verano y en octubre o noviembre ya me ofrecieron salir. Después de algo tan atípico y tan inesperado, obviamente en verano busco salir. El club ya me había dejado claro en noviembre que me hubieran soltado, así que en verano yo busqué salir. Una de las opciones que llegó era el Barcelona.

El Barcelona no me quería comprar y la Lazio no me iba a soltar por una cantidad que no fuera alta, así que la opción era así. Hablé con Van Gaal, que era el que me quería. Eso tenía mucho valor porque yo necesitaba ir a un sitio donde jugar fuera la prioridad. Lo normal es que yendo al Barcelona lo normal es que la cosa fuera bien... Y no.

Dos presidentes, tres entrenadores... Fue una etapa de transición en el club, los que estábamos allí cedidos teníamos muy pocas probabilidades de continuar. Llegó Laporta a final de temporada y con un proyecto nuevo, una dirección deportiva nueva. Mira los jugadores que había y los que siguieron en las próximas temporadas. Los cedidos éramos los primeros en salir.

La única vez que tuve contactos directos con el Athletic Club es cuando me fui a Italia y, en el mercado de invierno, tras haberme fichado el verano anterior, en noviembre me dicen que me puedo ir si quiero. Así que en invierno me ofrecieron salir, pero yo dije que me quería quedar porque acababa de llegar y que sólo estudiaría ofertas muy específicas. Y entonces llegó el Athletic.

En ese momento estaba Andoni Zubizarreta de director deportivo. El club me dijo que facilitaría mi salida, llegué a un acuerdo con el Athletic en cuanto a mi parte... pero la Lazio lo enredó un poco y no pude salir. Esa fue la única vez que yo supe que hubo acercamiento y negociaciones con el Athletic.

Es que cualquier jugador con la capacidad para jugar en el Athletic, si no lo ha hecho, me quedó esa... No sé si espinita. Me quedó eso, sí. Durante toda mi carrera hubo momentos en los que quisieron y no se dio... Nunca se llegó a dar esa situación.

Lo hago muy poco, menos de lo que me gustaría. Por mi dedicación al fútbol me queda muy poco tiempo. Con la televisión, es difícil de cuadrar.

Bueno, en mi mundillo no se factura tanto. El círculo del DJ de rock no es el de Guetta y compañía, no se gana tanto. Los últimos eventos han sido privados o festivales, clubs pequeños en Londres de gente que conozco...