La mentira piadosa de Míchel en el éxito de un Girona que jugará competición europea por primera vez en toda su historia

A las 22:56 de anoche se confirmó la noticia: el Girona FC jugará por primera vez en su historia competición europea. Con el triunfo ante el Cádiz, el conjunto rojiblanco se aseguró plaza de Europa League. En caso de empatar, habría ratificado únicamente posición de Conference. Y fue uno de los mejores partidos de toda la temporada. Los que se acercaron ayer a Montilivi, disfrutaron de una exhibición futbolística en el que fue un día histórico para el club y también para el territorio. El Girona, en la que es apenas su cuarta temporada en Primera, se convertirá en el cuarto club catalán en disputar competición europea. Antes lo hicieron FC Barcelona, Espanyol y Sabadell.

Era un secreto a veces. Hace semanas, si no meses, que el aficionado sabía que el Girona iría a Europa. También su entrenador, que hace diez días dijo que no tenía previsto festejarlo. "No me gusta celebrar tantas cosas. No hace falta porque ya estamos en otro objetivo, que es el sueño de la Champions. El objetivo de Europa ya está, ya ha pasado", comentó Míchel en la rueda de prensa previa al partido contra el Atlético de Madrid. Nos engañó. Fue una mentira piadosa porque, como debe ser, los jugadores y el cuerpo técnico lo celebraron por todo lo alto sobre el césped de Montilivi, primero, y en el vestuario después.

El club, que ya lo tenía todo previsto, encargó camisetas para celebrar la clasificación europea con el lema 'Europa, ja som aquí' (Europa, ya estamos aquí), un logo también presente en el videomarcador de Montilivi al término del encuentro. Fue entonces cuando jugadores y cuerpo técnico se enfundaron la zamarra conmemorativa. Y Míchel fue uno de los primeros en ponérsela. Por cierto, las camisetas salieron a la venta a través de la web del club -cuestan 29.95- apenas unos minutos después del final del partido.

"¡Europaaa, ya estamos aquí!", "Sí, sí, sí, ¡Europa ya es aquí!", "Mi equipo jugará en Europa la próxima temporada, ¿y el tuyo?", "Eurogirona", "Míchel I de Europa" u "Hola Europa. Ya estamos aquí, pero no queremos detenernos", son algunos de los mensajes que lanzó el CM del Girona a través de las redes tras el pitido del árbitro, completamente desatado, celebrando también a su modo la gesta rojiblanca.

Mientras tanto, jugadores y staff técnico se abrazaban y bailaban con el himno, de lo más pegadizo, y el Freed from desire, como banda sonora, primero en la zona del círculo central, y después, de forma mucho más organizada, enfrente de la grada más animosa de Montilivi. Respondía la afición con el "Que bote Montilivi" y el ya mítico cántico "Míchel Català". Los más revoltosos terminaron haciendo un pogo con la Mosca Sisa, la mascota del Girona. Míchel se abrazaba con Quique Cárcel, el arquitecto de un proyecto que anoche tocó el cielo, en una de las imágenes de la noche.

Antes de marcharse a la caseta, todo el equipo se hizo una foto delante de la portería para inmortalizar el momento más importante de la historia del club hasta la fecha, y dio una vuelta de honor por todo el campo, al ritmo del Sweet Carolina, agradeciendo a la afición su apoyo.

"Hay que celebrarlo como se merece", reconoció Iván Martín en la entrevista superflash a pie de césped. Así fue. Y es que tal y como mostraron las cámaras de DAZN, la fiesta continuó en la caseta del conjunto gironí siendo Míchel, que tras el ascenso de 2022 bromeó desde el balcón del Ayuntamiento con Pere Guardiola y Quique Cárcel sobre la posibilidad de llegar a Europa, uno de los más animados. Volvió a sonar el Freed from desire y la plantilla se hizo otra foto en el vestuario para recordar el día. "Hemos hecho historia y hoy es para celebrarlo", comentó en rueda de prensa el técnico vallecano, de alguna manera admitiendo su mentirijilla. El técnico dio dos días libres a sus jugadores tras el éxito alcanzado.

El Girona se aseguró la Europa League, pero quiere más. Prefiere jugar los martes y los miércoles que los jueves. "No vamos a parar hasta cumplir el sueño de la Champions", aseguro Míchel tras el partido. "Con nueve puntos, que son tres victorias, lo tendremos", no le fallan los cálculos al técnico vallecano porque tras los dos tropiezos consecutivos del Athletic Club, el conjunto gironí ya tiene diez puntos de margen con respecto a los leones, quintos clasificados, a falta de apenas seis partidos por disputarse. Seis finales para culminar una campaña histórica con la Champions League más cerca que nunca.