El Método Uriarte mantiene en tensión a medio Athletic y sus agentes
El club vasco tiene 17 jugadores con su futuro en el aire y aún no se ha producido ninguna renovación estratégica. Sancet y Zárraga negocian.

El Athletic debe afrontar una profunda planificación en el corto plazo, con más de media plantilla con contratos de menos de año y medio, pero por el momento no hay noticias oficiales sobre renovaciones. El club mide los tiempos, analiza y espera. Sobre todo, espera. Una nueva manera de trabajar desde la llegada de Jon Uriarte a la presidencia que ha sorprendido a aficionados, jugadores y agentes.
El foco, a día de hoy, está sobre Iñigo Martínez, Oihan Sancet y Nico Williams, pero otros titulares también esperan noticias para conocer los planes del club. Por partes. Como ha venido informado Relevo, Iñigo Martínez tiene un acuerdo con el Barcelona y salvo que el club culé no pueda afrontar su fichaje a coste cero por su convulsa situación jugará a las órdenes de Xavi Hernández.
Esa operación no ha necesitado de reuniones formales, ya que desde el verano quedó claro que los intereses del club y del jugador iban en direcciones opuestas. Aun así, sí marcaron la pauta de lo que iban a ser los procesos negociadores de la actual junta directiva. No se mueven por la presión social y esperan con sus cartas, sin hacer locuras económicas conscientes de que deben aligerar el coste de la plantilla, que ronda el 80% del gasto anual y que ha llevado al club a un déficit por temporada de unos 30 millones.
Esto es algo que tienen marcado a fuego los nuevos responsables del club, que buscan debajo de las piedras el ahorro y también nuevos ingresos, incluidos dos acuerdos con casas de apuestas para el mercado internacional. Otra operación que marcó la hoja de ruta desde el comienzo fue la continuidad de Ander Capa.
En el club tienen claro que deben aligerar el coste de la plantilla para salir de un déficit repetido en las últimas temporadas.
Su agente llegó a informar a los medios de comunicación a través de un comunicado de la ruptura de las negociaciones, pero una semana después se alcanzó un acuerdo con las condiciones que imponía el club. Contrato de 1+1 por objetivos, los cuales no se están cumpliendo, por lo que salvo que la entidad rojiblanca quiera hacer valer el segundo año el lateral será libre a final de temporada.
Desde entonces no ha habido noticias de acuerdos más allá de los de Jon Morcillo, una operación para intentar encontrarle un club en forma de cesión, y Asier Villalibre, a quien renovaron para cederle al Alavés. El resto, espera. Óscar de Marcos, Mikel Balenziaga, Iñigo Lekue, Raúl García, Oier Zárraga e Iñigo Martínez finalizan contrato el próximo 30 de junio. Otros 11 futbolistas lo harán en 2024, entre ellos activos importantes como Álex Berenguer, Iker Muniain o Mikel Vesga, además de las dos perlas rojiblancas: Oihan Sancet y Nico Williams.
Las renovaciones clave
Vayamos a los dos 'cocos'. El club es consciente de que Sancet y Nico son los que tienen la sartén por el mango, más allá de un De Marcos que tendrá libertad para decidir su futuro, ya sea la retirada o una ampliación de un año.
La renovación de Oihan Sancet es prioritaria en el club y ya ha habido reuniones en las últimas semanas. En el mes de enero hubo acercamientos y hace dos semanas volvieron a tener una reunión formal. Han quedado en volver a verse y en el club son optimistas de cara a cerrar un acuerdo que garantice su continuidad como uno de los estandartes del club.
Ya se han abierto las negociaciones con Oihan Sancet, a la espera de una reunión en las próximas semanas, mientras por Nico aún no hay negociación formal.
Sin embargo, por Nico Williams no ha habido reuniones. Sí conversaciones en las que se han traslado los planes del club. Eso sí, simples diálogos en los que se habló de cifras pero de una forma muy superficial, sin asentar las bases necesarias para poder llegar a un acuerdo en próximas semanas. Apunta a ir para largo.
En estas dos negociaciones el club ha tenido que modificar su forma de actuar, conscientes de que son dos jugadores capitales que no negociarán por objetivos y que, además, en este caso la tardanza alimenta a clubes extranjeros mientras siguen subiendo su cotización. Por el resto de futbolistas creen que esperar puede darles ventaja y mejorar su posición negociadora, como está sucediendo con un Oier Zárraga que lleva semanas con un tira y afloja con la entidad.
¿Cómo negocia este Athletic?
Mikel González, nuevo director deportivo del Athletic, tiene peso en las decisiones junto al directivo Xabier Álvarez y Jon Uriarte, además de Ernesto Valverde. Sin embargo, en las negociaciones no suelen aparecer ninguno de los miembros de la Junta. Lo habitual es que Mikel esté presente, al menos en las primeras, junto a un actor principal del club desde hace años: Jon Berasategi, director general del club.

Berasategi es un trabajador de la entidad que se mantiene en el cargo más allá de elecciones o cambio de directivas. Fue pieza clave con Josu Urrutia y Aitor Elizegi y sigue llevando el control con Uriarte y compañía. Es el encargado de negociar los sueldos, aunque lógicamente cumple órdenes en los tiempos y en las cantidades máximas. Los que le conocen hablan de un negociador duro y hábil, algo que está demostrando en la actualidad sobre todo con Zárraga, la renovación más trabajada en las últimas semanas.
Otra de las premisas es la de evitar filtraciones. El club, a través de sus principales actores, no habla desde noviembre cuando Jon Uriarte y Mikel González concedieron una rueda de prensa. A partir de ese momento, pese a la renovación de Ernesto Valverde o la compra definitiva de Ander Herrera, ninguno atendió a los medios más allá de los flash pre-partido.
Una nueva forma de afrontar las negociaciones. En los últimos tiempos, en Bilbao se renovaban los contratos con anticipación para evitar posibles fugas, con el miedo de un club que tienen un mercado mucho más acotado que su competencia. La actual junta prefiere asumir ese riesgo que hipotecar el club con renovaciones al alza pero el tiempo se les está echando encima. El tiempo dirá si el Método Uriarte es acertado.