Mitos y verdades de la etapa negra de Benítez en el Real Madrid: del encuentro incómodo con Zidane a la "mentira" con Modric
Tampoco fue como se contó los consejos a Cristiano de un técnico que vuelve al Bernabéu ocho años después de su salida.

Rafa Benítez (63 años) regresa al Santiago Bernabéu con el Celta (domingo, 18:30 horas) por primera vez después de su fugaz etapa como técnico del Real Madrid. Fueron seis meses (desde el 3 de junio de 2015 hasta el 4 de enero de 2016) en los que los resultados no le acompañaron y en los que un empate ante el Valencia (club al que había hecho bicampeón de Liga) le costó el puesto para que Zidane le sustituyera con éxito (ganó la Champions ese mismo curso). Es su última etapa en el Real Madrid, aunque no la primera: fue jugador en categorías inferiores, después entrenador en esa misma cantera y también ayudante de Vicente del Bosque cuando se hizo cargo de la primera plantilla en 1994.
El momento del cese fue duro para Benítez, porque se marchaba del club al que siempre quiso entrenar y por algún episodio desagradable, como el que le ocurrió cuando acudió a su despacho para recoger las cosas que aún tenía en Valdebebas: allí estaba ya Zidane, su sustituto, instalándose en el que iba a ser su nuevo lugar de trabajo. Un encuentro incómodo para ambos y que, seguramente, podría haberse evitado. Un final agridulce para una etapa en la que el entrenador madrileño tuvo la sensación de que faltó paciencia.
Antes del despido, la duda siempre sobrevoló alrededor de su figura. Una de las cosas que más le molestó a Benítez fue lo ocurrido en aquel famoso Clásico disputado el 21 de noviembre de 2015 en el Bernabéu (victoria 0-4 del Barcelona), en el que corrió el rumor popular de que la alineación le fue impuesta desde la presidencia: Casemiro se quedó en el banquillo y el técnico optó por un mediocampo compuesto por Kroos, Modric y James Rodríguez. "Si alguien le hubiera dicho a quién alinear, Rafa habría presentado su dimisión en ese mismo momento", cuenta alguien muy cercano al actual entrenador del Celta. Su fuerte personalidad, que ha demostrado en clubes de enjundia, ha sido una de sus señas de identidad y que siempre haya quedado aquel runrún sobre el once del Clásico es algo que a día de hoy aún molesta al técnico.
Los rumores sobre Modric y Cristiano
Una de las cosas que más penalizó a Benítez en el Real Madrid fue su trato con algunas de las estrellas que venían de ganar apenas un año antes de su llegada la Décima con el Real Madrid (en mayo de 2014). Entre los mitos más mediáticos de esa etapa está el hecho de que le dijera a Modric que no la pasase con el exterior, un asunto que el entrenador desmintió hace poco en la Cadena SER: "Es mentira que yo le dijese a Luka que no la pasase con el exterior. Simplemente le dije que no tenía por qué hacer ese golpeo en desplazamientos de tres metros porque la pelota le llega con efecto al receptor. Le da sensacional con el exterior, pero en golpeos de 15, 20 o 30 metros", explicó.
En esa misma entrevista, Rafa dio su versión sobre otro mito, el de 'enseñar' a Cristiano cómo tirar las faltas: "El único comentario que le hice a Ronaldo, como le conocía del United, es que analizamos cómo tiraba las faltas. Analizamos la trayectoria, vemos si podemos hacer algún ajuste, vimos que no y nos olvidamos del tema. Es mi única conversación con él. Todo lo demás, es mentira. Cuando tira las faltas, cuando me marcho, sus estadísticas son peores. Me sorprendía que periodistas que yo conocía decían eso sin hablar conmigo", dijo.
El posterior éxito de Zidane, que levantó tres Champions consecutivas tras suceder a Benítez, apagó pronto todo lo que rodeó la salida de un Rafa que no fue capaz de mantenerse durante demasiado tiempo en el banquillo en el que siempre soñó entrenar. Ahora vuelve al Bernabéu, más de ocho años después, con la difícil tarea de sacar algún punto para un Celta necesitado de alejarse de la zona de peligro.