Cuando a Modric le vacilaban llamándole 'pony' en el vestuario y solo él sabía lo que iba a pasar
El croata, al que algunos calificaron de fichaje fiasco en sus inicios en Madrid, se mantiene vigente a los 39 y no deja de acumular récords. Nadie ha creído tanto en él como sí mismo.

A Luka Modric (39 años) le han dado tantas veces por muerto en los últimos meses que ya ni siente los puñales. El croata, leyenda viva, demostró por enésima ocasión en Balaídos (1-2) que los que le anticiparon prematuramente el ocaso no podían estar más equivocados: entró en el 63', asistió a Vinicius con un pase sensacional en el 66' y giró por completo el guion de un partido que se había complicado. Sólo él, a pesar de vivir rodeado de jugones, tiene la capacidad de agarrar un encuentro por los cuernos, domarlo a su antojo y llevarlo a donde a su equipo le interesa. En Vigo le bastaron 28 intervenciones (la mitad de toques que dio Camavinga y un tercio de las de Tchouameni) para decidir el triunfo y mantener al Real Madrid a la estela del Barça en Liga.
En este período delicado, sobre todo durante la transición de indispensable a prescindible que experimentó la temporada pasada, nadie ha creído tanto en Luka como él mismo. El club pidió a Ancelotti que apostase por rejuvenecer el medio e invitó a que Kroos y Modric perdiesen protagonismo, el italiano cumplió el consejo y le condenó a un rol secundario en la 2023-24 (2.200 minutos) y el mundo empezó a verle como un veterano que se asomaba sin red hacia el precipicio de la retirada. Sin ir más lejos, en la Eurocopa se multiplicaron los comentarios negativos ("me duele verle así") y hasta en su país otorgaron validez a un diagnóstico extendido: "No es el mismo de antes". Y, por fútbol y cabezonería, el croata se ha empeñado en demostrar día tras día que la palada de tierra que le aleje de la élite se la echará él. Nadie más.
Su aportación en Balaídos y el récord que estableció en Galicia (se convirtió en el futbolista más 'viejo' en vestir la camiseta del Real Madrid) invitan a retrotraerse a los tiempos en los que empezó el camino. Entonces también dudaron de él (se le calificó de fichaje fiasco) y se rebeló con fútbol y constancia, con una noche mágica en Old Trafford como punto de inflexión y la confianza de Mourinho para salir adelante. Luis Campos, ojeador personal de 'Mou' en la 2011-12, asistente luego del portugués y ahora director deportivo del PSG, fue quien más empujó por su fichaje: vio varias veces en directo a Luka con el Tottenham y le recomendó al entrenador que apretase a Florentino para firmarlo. Y vaya si tenía razón.
En esos comienzos errantes, a la sombra de Xabi Alonso y con la única misión de mejorar a Nuri Sahin, a Modric, de 27 años, le cayó algún que otro vacile en un vestuario con veteranos de guerra como Ricardo Carvalho y expertos en cachondeo como Casillas, Cristiano o Ramos. Le llamaban 'pony', por su pequeña estatura, robustas piernas y peinado de media melena que le asemeja a un potro, y 'Guetta' por su parecido con el famoso DJ que ameniza las fiestas de muchos futbolistas en Ibiza cada verano. Siempre de buen rollo, e imponiendo un carácter más serio y retador de lo que puede parecer desde fuera, el croata terminó por ganarse un hueco en los onces y el respeto de una caseta que le ha adorado desde que puso el primer pie en Valdebebas.
✨ Modric sigue haciendo historia en el Real Madrid.
— Relevo (@relevo) October 19, 2024
El croata se ha convertido en el jugador más veterano en vestir la camiseta del equipo blanco con 39 años y 40 días.
Supera a Puskás, que la vistió con 39 años y 36 días.
👏 ¡Leyenda! pic.twitter.com/ak7dtq8Cqw
Por entonces ya se aprovechaba de una mentalidad forjada en la guerra y que no localiza en el diccionario la palabra rendirse. A su gente más cercana, a medida que han ido cayendo los títulos, le ha confesado en repetidas ocasiones su seguridad de que podría seguir jugando al mismo nivel con el paso de las campañas. En primer lugar, porque su pie derecho es una fragancia infinita a la que siempre le quedarán dosis que regalar; y, en segundo, porque se cuida, descansa y trabaja como el que más para estirar su vigencia. Por eso no ha creído nunca necesario dejar tirada a Croacia para centrarse en su club (a pesar de que al Madrid le gustaría) y tampoco pide a su seleccionador que lo rote. En este parón viene de jugar los 180 minutos y se cuentan con los dedos de una mano las veces en las que figura como suplente con Zlatko Dalic.
Además de su fe en su rendimiento y en que podría superar a Puskas en longevidad, Luka ha transmitido en todo momento sus ganas y voluntad de colgar las botas en el Real Madrid. Sólo tuvo dudas un verano, después del Mundial 2018 y porque el Inter le puso sobre la mesa cifras muy importantes, y jamás volvió a plantearse si había cumplido un ciclo. Su tiempo es eterno. Su influencia, el cariño del Bernabéu y las cifras (27 trofeos, el que más en toda la historia) hablan por sí solas y ratifican el acierto de haber rechazado la propuesta mareante de los nerazzurri.
Cada vez que ha afrontado una etapa delicada, como la del curso pasado, cuando se vio fuera de los planes del técnico y se frustró, se ha apoyado en su temperamento y talante para no rendirse y pedir más. Lo de esta temporada es un ejemplo: contra el Villarreal, antes del parón, ya fue de lo mejor (dio otro pase de gol) y se mereció el MVP en el derbi del Metropolitano o la goleada al Espanyol. De cara a lo que viene (Dortmund, el Clásico…) no se debate que jugará un papel relevante.
Quedarse en Madrid
Ancelotti le elogió sin freno tras el triunfo contra el Celta: "Hemos logrado tres puntos claves gracias a un pase fantástico de Modric. Luka siempre aporta: cuando sale de titular, cuando sale desde el banquillo... Tiene una calidad tan grande… Sigue siendo un futbolista fantástico, un profesional extraordinario. Tenerle ha sido una suerte para el Real Madrid". Sus compañeros, especialmente grandes amigos como Lucas Vázquez, Courtois y Valverde, también le felicitaron entre bambalinas. Y Vini le agradeció el pase.
🗣️ Luka Modric: "No me gusta que me recuerden los años pero estoy muy orgulloso de conseguir este récord y seguir con esta edad en el mejor club del mundo."
— REAL MADRID FANS 🤍 (@AdriRM33) October 19, 2024
LEYENDA 👏🏻👏🏻👏🏻 pic.twitter.com/0Ct1ESrvO3
Modric también habló en Real Madrid TV: "¿El récord? No me gusta que me recuerden los años, pero es impresionante. Estoy muy orgulloso de conseguir este registro histórico y por continuar en el mejor club del mundo. Me siento bien físicamente. Estoy jugando, que es lo que quiero, pero lo primordial es el equipo. Cuando me toca doy lo mejor de mí para ayudar al equipo a ganar partidos. Hay que seguir porque nos esperan semanas muy difíciles en Liga y Champions".
A estas alturas, el '10' sólo se plantea la vida deportiva de año en año. Renovó hasta el 30 de junio por política de club y cuando se acerque el final de la campaña será el momento de analizar su futuro, no antes. Lo que sí tiene claro es qué será de él cuando cuelgue las botas y se despida: se quedará a vivir en Madrid y ya ha empezado a agitar su cartera de inversiones. Hace poco entró con fuerza en el Club de Pádel Las Tablas. Su hija Ema milita en el Madrid CFF (hasta el próximo año no podría fichar por La Fábrica al no haber equipo de su categoría) y su familia ama la capital. Luka, a pesar de la insistencia de Arabia y otros destinos exóticos, nunca les ha dado motivos para pensar en un cambio. Y tampoco se los da ahora, ni a ellos ni a Ancelotti, para pensar que su final se acerca. Al 'pony' todavía le quedan varios saltos y rebrinques que pegar.