Morata, contra el VAR: "A mí me hacen un penalti y no va ni a mirarlo"

Álvaro Morata explotó contra el VAR tras el empate del Atlético de Madrid ante el Rayo Vallecano en el Civitas Metropolitano. El delantero rojiblanco argumentó en LaLiga TV que los colegiados no están ayudando a su equipo y, a la mínima, les sancionan con dureza: "Mal sabor de boca, y sobre todo, personalmente, no entiendo nada. Nuestras cosas ni se miran, pero cuando defendemos se mira todo. A mí me hacen un penalti y no lo miran. Es una herramienta para ayudar, pero es su criterio evidentemente. El otro día no le toco, y me anulan un gol sin tocar a una persona. Eso es imposible y no sé qué pasa".

La jugada a la que hace referencia el punta español ocurrió en el minuto 56 de partido. Balliu le bloqueó mientras buscaba un remate en un córner a favor. El colegiado sentenció que no era suficiente contacto para señalar pena máxima. El VAR consideró que había acertado o, al menos, que no se trataba de un error claro y manifiesto. Morata protestó enérgico, pero fue inútil.

También hubo otra acción que despertó el enfado del Metropolitano. Con el Rayo volcado en busca del empate, Randy Nteka remató un envío lateral contra el brazo de José María Giménez. En primera instancia, Iglesias Villanueva no apreció la acción. Tuvo que avisarle Medié Jiménez desde el VAR: le instó a ver la jugada en la pantalla.

Efectivamente, el colegiado apreció cómo el central colchonero saltó con el brazo extendido y el balón impactó contra su extremidad. Si bien la acción no daba lugar a dudas, supuso un golpe contra las aspiraciones del Atlético de Madrid, que pretendía dormir a tres puntos de la cabeza y ya empatado con el Barcelona, aunque con un partido más.

Falcao transformó la pena máxima en la recta final y condenó a su exequipo a perder dos puntos clave en el reenganche a los puestos de cabeza. Un gol inmerso en un contexto arbitral que va de la mano de la furia del Atlético ante decisiones de las últimas semanas.

Sin ir más lejos, el pasado fin de semana, el propio Morata se sintió perjudicado tras ver cómo su gol no subió al marcador por presunta falta a Yeray Álvarez en la disputa de balón. El equipo protestó en masa, al entender que el mínimo contacto entre el delantero y el central del Athletic no era suficiente para la intervención del VAR. Una semana después, vuelven a sentir frustración por la decisión del colegiado, si bien esta acción presenta unas características bien diferentes.