FC BARCELONA

Así es el movimiento ganador de Raphinha que le hace único en el Barça

El extremo brasileño ha marcado tres goles de cabeza con el Barça y sigue añadiendo cifras en su primer curso como azulgrana.

El desmarque de Raphinha que le dio el 1-0 definitivo ante el Valencia /
El desmarque de Raphinha que le dio el 1-0 definitivo ante el Valencia
Albert Blaya

Albert Blaya

Cuando el FC Barcelona anunció el fichaje de Raphinha, las expectativas estaban al mismo nivel que la tradición a la que representaba el brasileño: Rivaldo, Ronaldinho y Neymar. Una estirpe de extremos funambulistas que dejaron huella en la retina a base de regates y jugadas con sabor a eternidad. El ex del Leeds comparte misma nacionalidad y posición, pero su fútbol bebe de otra fuente y es tarea de quien le observa darle el sentido que merece. Raphinha no regatea como Neymar, pero se desmarca como Werner.

Ante el Valencia, un dejà vú recorrió el Camp Nou. El desmarque agresivo entre lateral y central, el pase picado y la definición que ya ha patentado un jugador que suma tres goles de cabeza con el Barça, los mismos que Muriqui, pese a no haber marcado ninguno en más de 90 partidos con el Leeds. A falta de conducciones y disparos ajustados, el brasileño responde ofreciendo aquello que el Barça ya había olvidado: un atacante con colmillo para atacar la última línea sin balón.

Busquets, completamente solo, detecta que Raphinha inicia el desmarque entre Jesús Vázquez, su par, y Genk, el central zurdo, aprovechando la falta de tensión de la última línea del Valencia,.
Busquets, completamente solo, detecta que Raphinha inicia el desmarque entre Jesús Vázquez, su par, y Genk, el central zurdo, aprovechando la falta de tensión de la última línea del Valencia,.

El desmarque se inicia siempre de forma imprevista. No hay pista que lo lleve a detectar para el defensa. La clave está en combinar apoyos cercanos, acercándose a la pelota, con esos movimientos agresivos, casi como cuchillazos, tan poco brasileños, alejados de glamour o una estética que los lleve a admirar. Raphinha tiene el don de la utilidad, de lo pragmático. En su fútbol casi nunca hay adornos, aunque la gente se los exija por su procedencia.

Mismo patrón con la selección brasileña, con Casemiro solo y Raphinha iniciando, esta vez, entre central y lateral, un espacio muy sensible.
Mismo patrón con la selección brasileña, con Casemiro solo y Raphinha iniciando, esta vez, entre central y lateral, un espacio muy sensible.
El desmarque le lleva a la misma situación que ante el Valencia u Osasuna, con una definición a la altura: cabezazo aprovechando la colocación del portero.
El desmarque le lleva a la misma situación que ante el Valencia u Osasuna, con una definición a la altura: cabezazo aprovechando la colocación del portero.

Es extraño que este tipo de definición, que se ve tan poco, la haya asimilado un futbolista que no la había realizado con anterioridad. En el Barça ha marcado tres de sus cinco goles ligueros de cabeza, y dos de ellos en una jugada calcada. Dos goles de 0,26 XG en estas dos acciones. Como si ante la incapacidad de generarse situaciones tras regate de forma recurrente, Raphinha hubiese optado por desafiar a quienes le retan.

Misma situación, con un Raphinha que realiza un movimiento trampa, alejándose hacia fuera para atraer a Juan Cruz y una vez el defensor da ese paso, atacar el intervalo de forma agresiva.
Misma situación, con un Raphinha que realiza un movimiento trampa, alejándose hacia fuera para atraer a Juan Cruz y una vez el defensor da ese paso, atacar el intervalo de forma agresiva.
Así es el movimiento ganador de Raphinha que le hace único en el Barça

Estos dos goles le han dado cuatro puntos al Barça, ambos para romper el empate en el marcador. El ataque azulgrana ha pegado un bajón considerable tras el Mundial, precisamente coincidiendo con las bajas de Lewandwoski primero y de Dembélé después. Sin sus dos mejores jugadores en esa parcela, Raphinha ha seguido produciendo con consistencia pese a que el ruido sigue sonando a su alrededor.

El Barça de los cuatro centrocampistas nace desde una dificultad y una limitación. Ni el equipo estaba encontrando a ese tercer atacante ni el equilibrio que nacía de allí era sano. Era un fútbol de excesos, demasiado desigual. Meter esa cuarta pieza ordenó el resto, pero a la vez se empezó a necesitar que la ausencia de ese tercer atacante se compensase de otra forma. Raphinha, sin tener la capacidad en el desborde de los mejores, sí es capaz de producir de forma constante en base a una gran zurda y un entendimiento de los espacios que solo Ferran, y de forma distinta, tiene en plantilla.

Antes del control de Kounde, Raphinha ya inicia el desmarque tras fintar con recibir al pie, aprovechando que la distancia entre su marcador y el central es amplia y la defensa está muy adelantada.
Antes del control de Kounde, Raphinha ya inicia el desmarque tras fintar con recibir al pie, aprovechando que la distancia entre su marcador y el central es amplia y la defensa está muy adelantada.

Raphinha entiende el desmarque como una fuente de ventajas, el movimiento agresivo como una respuesta natural a una ventaja que le ha sido negada. En vez de obcecarse con recepciones al pie constantes que confirmen una limitación, lleva su juego a otros sitios en los que su vitalidad y energía sí condicionan al rival.

La asistencia en el 2-0 nace, de nuevo, de un desmarque al espacio del brasileño.
La asistencia en el 2-0 nace, de nuevo, de un desmarque al espacio del brasileño.

De entre todos los extremos de La Liga con al menos 600 minutos disputados, ninguno genera más que él: 0,72 asistencias y goles esperados por partido. Si bien es cierto que Raphinha sigue dejando a deber en escenarios en los que se exige un plus de autosuficiencia, como en Old Trafford o el Bernabéu, en el día a día su capacidad para incidir en el marcador está fuera de toda duda. Otro debate sería si con lo ofrecido basta para ser titular en un equipo como el Barça, pero lo cierto es que si al equipo actual le quitas esa agresividad al espacio, el Barça jugaría con las cartas marcadas en muchos partidos.

De nuevo, situación parecida con desmarque tras recepción de Kounde, que es un gran pasador en estas situaciones.
De nuevo, situación parecida con desmarque tras recepción de Kounde, que es un gran pasador en estas situaciones.
Así es el movimiento ganador de Raphinha que le hace único en el Barça

Con Pedri por dentro y la amenaza de Balde recibiendo al pie, parece claro que en muchas ocasiones el FC Barcelona necesita ese extra que condicione la línea rival de una forma imprevista. Siempre será más complicado defender la profundidad que el balón al pie, sobre todo ante bloques que priorizan tapar el pase dentro y acumulan mucho jugador en pocos metros. De ahí que el fútbol de Raphinha sea tan relevante, aunque no se parezca al que muchos imaginaron en verano.

El fútbol es un choque constante, una fricción entre lo deseado y lo que acontece, como si en vez de un partido se jugasen dos a la vez; uno en el verde y el otro en nuestras cabezas. Muchos se entestan en que sea el segundo el de mayor relevancia, quizás porque a veces importe más acertar que analizar. Mientras Raphinha sigue produciendo, muchos se preguntan qué pasó con aquel brasileño que llevaba carteles colgados que no le correspondían.