REAL MADRID

"Nacho está cabezón ¿eh?", "esto sí que nos hace daño"... Y la renovación que más alivio ha dado al Madrid

El club confirma la ampliación del central, que nunca estuvo más cerca de abandonar al Real Madrid.

Nacho celebra su gol en el Nuevo Mirandilla/afp
Nacho celebra su gol en el Nuevo Mirandilla afp
Hugo Cerezo

Hugo Cerezo

Nacho Fernández tuvo más dudas que nunca. De hecho, se dio por hecho que no seguiría. "Está cabezón, ¿eh?", se comentaba en su entorno, convencidos de que se iba la semana del desenlace. Había mucha pelea por el internacional. Italia era el destino, porque la Premier, más bien vivir en Inglaterra, no le convencía. Alemania rondaba. La MLS estaba descartada por incompatibilidad con pelear una plaza para la Eurocopa. Turquía, Portugal… destinos menores para un futbolista de su talla.

Hay quienes incluso le dieron un abrazo, por si no le volvían a ver, antes del último partido en el Bernabéu contra el Athletic. El comentario en Valdebebas, entre los técnicos, era consensuado. "Lo de Nacho sí que nos hace daño". Pero afortunadamente para el Madrid, el 6 decidió aceptar la oferta de renovación en una reunión el lunes 5 con José Ángel Sánchez. "No podía irme ahora", dijo a sus íntimos. En ese ahora seguro que tuvo que ver la marcha de Benzema, confirmada 48 horas antes. Porque Nacho ya es primer capitán de club de su vida.

Ancelotti respiró aliviado cuando se enteró de que podría seguir contando con el central. Igual que en la cúpula. Por distintos motivos. El primero, por su ascendencia y liderazgo. Toda la vida de blanco,one club man, el Madrid ha ido perdiendo líderes en los últimos años: Cristiano, Ramos, Varane, Casemiro, Benzema… Sumarle a Nacho, por mucho que se queden Modric y Kroos, era otro mordisco al núcleo de los que mandan, de los que cuando hablan, el resto calla.

El segundo, y no necesariamente por este orden, por el aporte futbolístico. Siempre jugando por debajo de lo que le gustaría ("parece que tengo que hacer el doble que cualquier otro", dijo tras la Nations), rondó los 3.000 minutos esta temporada. Para el recuerdo cómo cambió el partido en Anfield secando a Salah. La capitanía le hace subir de estatus. Veremos si eso se convierte en más minutos, ahora que además en el lateral zurdo tendrá menos espacio con la llegada de Fran García. En cualquier caso, por rendimiento y polivalencia, pocos jugadores, si los hay, ofrecen lo que él. Y si alguien lo encuentra, no será barato.

Nacho, inigualable

De ahí que para la construcción de la plantilla haya sido un alivio su continuidad. Porque en la defensa no había ningún jugador detectado y avanzado para ocupar ese hueco. Y mucho menos desempeñar ese rol, todo lo que supone Nacho en términos de jugador de partido, de entrenamiento, de figura de vestuario, de portavoz de la plantilla, de representatividad… Entendían en el seno blanco que esta baja hubiese hecho más daño que la de cualquier otro. El centro del campo está superpoblado, se ha ido preparando el relevo con Camavinga, Tchouaméni y Bellginham y la próxima temporada se barrunta que la cantidad de minutos de Kroos y Modric irá descendiendo. Y con Benzema no había excesiva preocupación siempre llegue Kane o Mbappé, claro.

Nacho acabará con 34 años contrato. Una temporada más cerca de ser one club man puro, de los que se retiran habiendo vestido solo una camiseta. Sería el quinto en la historia blanca, después de Zárraga, Camacho, Chendo y Sanchís hijo. Sin embargo, con tantos mercados nuevos seduciendo a jugadores en los últimos años de contrato, y la evolución del fútbol que permite que las carreras se alarguen fácilmente hasta tocar la cuarentena, será difícil que Nacho se sume al club. Mientras tanto, portará el brazalete como lo que siempre ha sido, un capi.