La emotiva experiencia de Nekane Idiakez: "Nos tatuamos la Torre Eiffel y una estrella por Aitor Zabaleta"
Esta aficionada realista revive para Relevo el trágico asesinato que ocurrió en Madrid hace 25 años.

"Lo vivido las últimas 72 horas ha sido un sueño que nunca imaginé vivir, viajando en el mismo avión y compartiendo hotel con los jugadores que han hecho historia llegando a los octavos de final de la Champions League y ante un todopoderoso PSG. He vivido tres días increíbles de anécdotas y risas con mi gran amiga Maider en la ciudad que visitamos juntas en septiembre 1998 y a la que gracias a esta invitación de Jokin Aperribay hemos vuelto juntas 25 años después". Son palabras de Nekane Idiakez, seguidora acérrima de la Real Sociedad y miembro de la Peña Izar, la que viajó con Aitor Zabaleta el día que el añorado aficionado blanquiazul encontró la muerte en los alrededores del extinto Vicente Calderón. Junto a su inseparable Maider Gorostidi, han vivido una experiencia inolvidable en una ciudad que le produce sensaciones encontradas.
Con este viaje, entiende Nekane que "se cierra un círculo". Esta visita a la capital francesa para esta aficionada de la Real tiene "un significado especial". Y lo explica. "Hace 25 años, prácticamente sin conocernos -refiriéndose a Maider- hicimos nuestro primer viaje. Fue a Praga. La Real ganó 2-4 al Spartak y el último día, viniendo, paramos en París", recuerda. Que el sorteo de Champions League deparara un duelo ante el PSG en París "son casualidades de la vida", valora la hermana de Iñigo e Imanol Idiakez. Para celebrar este aniversario, tanto Maider como la protagonista de esta historia se han hecho un tatuaje en el que está la Torre Eiffel, las fechas de 1998 y 2023 y una estrella azul y blanca, porque "nosotros somos de la Peña Izar y por la estrella blanquiazul que tenemos en el cielo que es Aitor Zabaleta".
"Nos hemos hecho un tatuaje con la Torre Eiffel, las fechas de 1998 y 2023 y una estrella azul y blanca, porque somos de la Peña Izar y por la estrella blanquiazul que hay en el cielo: Aitor Zabaleta"
Seguidora de la Real SociedadAl igual que a Maider Gorostidi, a Nekane Idiakez también le tocó vivir el horror que padeció la afición blanquiazul aquella noche de infausto recuerdo de un 8 de diciembre de 1998. "Aitor es muy especial porque hasta las generaciones de ahora saben de su existencia. La gente que tiene menos de 25 años es como que se ha enterado ahora quién fue Aitor Zabaleta, qué pasó y por qué murió, pero verdaderamente siempre estará en los corazones de todos los donostiarras y, sobre todo, de todos los txuri urdin", dice. En su opinión, "oír que la gente joven corea su nombre... Él, esté donde esté, estará sonriendo, porque él era así. Sonreía a todas horas", rememora con nostalgia. Por muchos motivos, "este viaje es muy importante y muy significativo. Fuimos allí y podemos estar aquí. Él no puede estar aquí, se quedó allí, pero se pudo quedar cualquiera. Eso la gente se olvida. Nosotros no nos olvidamos, hay algo que te lo recuerda. Nosotras hemos podido estar en París, viviendo un partido de octavos de final de la Champions, pero él, por desgracia, no ha podido estar", lamenta.

«Teníamos 20 años y solo fuimos a ver un partido de fútbol muy felices»
El dolor no desaparece. "Teníamos 20 años", recuerda. "Fuimos a ver un partido de fútbol muy felices", explica. "Habíamos estado en Praga unos meses antes y nos habían intentado pegar ya allí. Bueno, pegar no sé, pero bueno, no pasó a más", suspira la seguidora de la Real, cansada también de escuchar algunas historias sobre lo acontecido en Madrid aquella noche fría de diciembre. "La gente habla sin saber", lamenta. "Es parte de nuestra vida y de nuestra experiencia, de lo peor que puede tocar vivir a una persona con 20 años. Estábamos allí. Lo vivimos y lo sentimos. Sigues escuchando a gente que te dice: 'Sí, yo estuve en Madrid…'. Pero te callas y solo lo piensas: 'No, tú no estuviste en Madrid porque nosotras lo vivimos en primera persona'. La gente sigue diciendo que estaba solo… Para todos es alguien muy especial, porque es el símbolo de nuestra afición, pero para nosotros en particular es muy importante. Lo vivimos, lo viviremos y estará con nosotros siempre", sentencia.
Muestra un orgullo máximo por la decisión del club de poner el nombre de Aitor Zabaleta a la grada de animación del Reale Arena. "Por una vez el club ha entendido que Aitor era el símbolo de una afición o de lo que consideramos que debe ser una afición: el que va al estadio cada 15 días a animar, única y exclusivamente a animar a su equipo. Que puede haber piques con el contrario, evidentemente, pero sanos, que no haya no navajas, ni puños…" . Le aterra toda la violencia que se está viviendo últimamente en el deporte, especialmente en el fútbol: "Que tenga que entrar la policía en un partido, que se declaren de alto riesgo, que las aficiones tengan que estar separadas porque si no se pegan, se insultan… Eso no es fútbol. Que Aitor no haya sido el último muerto, que haya habido más con todo lo que pasó y que nadie haga nada, te revuelve las tripas", deja claro Nekane Idiakez, para quien "tanto los clubes como los máximos mandatarios de LaLiga y de la UEFA tendrían que entrar y buscar una solución. El fútbol es fútbol y a los más jóvenes tenemos que hacerles entender que es un deporte".
"Que tenga que entrar la policía en un partido, que se declaren de alto riesgo, que las aficiones tengan que estar separadas porque si no se pegan, se insultan… Eso no es fútbol"
Seguidora de la Real Sociedad«La Real es una forma de vida»
Para la hermana pequeña de los Idiakez, "la Real es una forma de vida". Es alguien que se ha perdido "muchos cumpleaños" de sus amigos de la cuadrilla porque había partido en Anoeta. "Cuando empecé con mi actual marido, el primer día me dijo que me iba a invitar al cine. Él todavía se ríe, pero yo les dije que solo podíamos ir a partir de las ocho porque a las cinco jugaba la Real", recuerda esbozando una amplia sonrisa. Como no podía ser de otra manera, Nekane ha mamado el fútbol desde pequeña y "es una parte de mi vida", se sincera. "No lo he jugado, pero sí lo he disfrutado mucho desde las gradas. La Real es mi equipo. La familia se dedica a esto y está por encima de muchas cosas, pero la Real me ha dado unas grandes personas a mi alrededor y una de las mejores amigas que tengo en esta vida", en referencia a Maider Gorostidi. "Ahora todo el mundo es de la Real, todo el mundo quiere ser socio. Hemos vivido lo bueno y lo malo, hemos vivido un descenso, un ascenso, una Copa confinados… Es más divertido venir a París a ver a la Real en los octavos de final de la Champions que verla en Segunda. Sí es más divertido, pero todo tiene su momento", reflexiona.

Y para momentos el sucedido aquel 28 de mayo de 1995. "Eran elecciones generales y la Real se impuso por 5-0 al Athletic de Bilbao. Kodro metió tres goles, De Pedro marcó el segundo e Iñigo Idiakez, el cuarto. No he disfrutado tanto en mi vida, ni disfrutaré. Tienes menos años, disfrutas a tope y luego estás durante años recordando ese resultado a todos los del Athletic…. Ese se queda en el recuerdo y también está la Copa, pero como estábamos encerrados no pudimos celebrar. Nos hubiese encantado estar con nuestras hijas en La Cartuja. Esperemos que este año se dé", desea. Ella lo tiene claro: "Yo quiero el 6 de abril al Athletic en la final en La Cartuja. Antes que a los otros, prefiero a estos. Mucho". Y es que han pasado 25 años desde aquel asesinato, pero Nekane lo tiene muy presente: "Ni olvido ni perdono. Yo lo viví y yo lo sentí. Es algo que no lo olvidas. Lo recuerdas todos los días. La gente dice que perdona. Yo tengo que decir que no, yo nos les perdono. A ese club no lo quiero cerca ni por asomo. Habrá gente que sí y me quito el sombrero, pero yo no".
"Yo quiero el 6 de abril al Athletic en la final en La Cartuja. Antes que a los otros, prefiero a estos. Mucho. Yo ni olvido ni perdono. A ese club no lo quiero cerca ni por asomo"
Aficionada de la Real Sociedad«Siempre diré con orgullo que soy la pequeña y la olvidada de la familia Idiakez»
A Nekane se le ilumina la cara cuando habla de sus hermanos. Iñigo Idiakez, ahora entrenador del Real Unión, perteneció al primer equipo de la Real durante ocho temporadas. Imanol, por su parte, es el técnico del Deportivo de la Coruña y se convirtió en un trotamundos del futbol español durante la década de los 90 y 2.000. "Fue un orgullo que mi hermano Iñigo llegase a ser el capitán de la Real, pero, como en todo, hay momentos buenos y malos", asegura. "La gente sabe quién eres y los insultos que van a hacia él, tamban dirigidos hacia ti cuando estás en una grada viéndolo", puntualiza. Pese a todo, "estoy súper orgullosa de lo que han conseguido los dos, tanto Iñigo, que llegó a ser capitán de la Real, como Imanol, que tuvo que ganarse la vida recorriendo España en diversos equipos. Siempre diré con orgullo que soy la pequeña y la olvidada de la familia Idiakez porque no me dedico a esto".
"Este amor por la Real me lo pasó su madre durante el embarazo", asiente orgullosa, "Mis aitas son muy de la Real. Hace cuatro años les dieron la Insignia de Oro y brillantes por los 50 años de socios. Me acuerdo que mi aitona, siendo yo muy pequeña entró en casa con una bolsa de palmeras para celebrar que la Real había eliminado al Real Madrid en una semifinal de Copa. Ser de la Real es algo familiar. Evidentemente, que esté tu hermano en la Real hace que la quieras más, pero es algo que venía de serie", significa esta aficionada de la Real que nunca olvidará lo vivido durante estos dos días en París: "Es algo que atesoraré en mi corazón y mi memoria para siempre y cuando pases los años podré decir que el día de los enamorados del 2024 yo estuve viendo a la Real Sociedad en el Parque de los Príncipes".