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La nueva vida de Raúl Tamudo, un "hacha" del bitcoin que ve de "incógnito" los partidos del Espanyol

El máximo goleador catalán de la historia vive tranquilo, alejado ya de los focos y del club perico, aunque sigue todos los partidos.

Raúl Tamudo, durante el saque de honor en 2015 después de su retirada del fútbol. /RCD ESPANYOL
Raúl Tamudo, durante el saque de honor en 2015 después de su retirada del fútbol. RCD ESPANYOL
Alberto Martínez

Alberto Martínez

Desde hace tiempo fuera de los focos, no hay ningún futbolista en el Espanyol que haya marcado tanto su historia como Raúl Tamudo. Máximo goleador catalán de LaLiga (129 tantos), si jugara de azulgrana tendría una calle a su nombre, pero como José Manuel Casanova apostó por él y no el Barça, sus gestas han pasado a un segundo plano salvo en la órbita perica. Esa imagen del 'Tamudazo' todavía resuena, la de su remate en el derbi de 2007 que se coló por debajo de las piernas de Víctor ValIba edés y sirvió para quitarle una Liga al Barcelona de Leo Messi y dársela al Real Madrid... Lo que lo convierte en un personaje famoso e inolvidable al otro lado del Ebro: repitió esos goles salvadores que había logrado en el Espanyol con el Rayo Vallecano.

En noviembre de 2023, Tamudo dio una entrevista en Catalunya Ràdio en la que explicó su marcha del Espanyol tras el segundo descenso en tres años. Fue su última aparición en los medios. No estaban demasiado definidas las funciones del excapitán dentro del club. Primero, estuvo a pie de campo con Quique Sánchez Flores y Rubi, una especie de asistente, luego ya pasó a la dirección deportiva con la llegada de Óscar Perarnau y con Francisco Rufete, como adjunto, hasta que finalmente actuaba más de embajador en tareas de representación. Tras ese descenso, el CEO, Mao Ye, se reunió con él y le dijo que ya no tenía sitio en una etapa de recortes profundos. "Me dijo que no había sitio para mí después de haber descendido, así que me fui a mi casa", cuenta.

La marcha de Tamudo coincidió con la llegada de Fran Garagarza a la dirección deportiva, por lo que desde el comienzo se ligó la decisión a los nuevos aires en el club y al liderazgo del de Mutriku, pero Tamudo considera que quien decide siempre es Chen Yansheng, el dueño. "Si creen que es la persona idónea para liderar el proyecto del Espanyol, ellos sabrán. No sé cuánto poder tiene, pero es evidente que no se hace nada en la entidad sin el visto bueno de la propiedad", dijo. Y reiteró en esa entrevista que ahora se dedicaría a su familia y a su hijo.

Los partidos del Europa, el palco en Cornellà y el boxeo

La nueva vida de Tamudo lo lleva a seguir la categoría infantil de Preferente, donde juega su hijo Eric. Con el nueve a la espalda, acumula nueve goles esta temporada con el Europa, uno de los clubes históricos del fútbol catalán y de LaLiga. No es su único vínculo con el fútbol. El exdelantero no se pierde ningún partido del Espanyol y acude a uno de los palcos privados, "de incógnito", fuera de los focos porque él, como hacen otros exjugadores o exdirectivos, podría ir al palco presidencial. Pero Tamudo, como de costumbre, prefiere estar en un segundo plano.

Más allá del fútbol, asentado desde hace años en su casa de Alella, el delantero compagina el ocio con sus inversiones. Desde hace años practica boxeo, lo que le mantiene en forma a sus 46 años. También juega a golf. En 2023, por ejemplo, el Hotel Golf Costa Daurada no dejó pasar la oportunidad de su visita para promocionarse en las redes. Como a otros jugadores como Aleix Vidal, a Tamudo le ha dado por el golf. También juega a pádel, en ocasiones con excompañeros del Espanyol de su época de jugador o con los que había coincidido después en sus otras funciones.

Más allá del ocio, Tamudo, que tuvo una carrera de 17 temporadas en Primera División en el Espanyol, Rayo Vallecano y Real Sociedad -y después se retiró en el Sabadell-, tiene inversiones en el mundo de la construcción. Pero la afición secreta y donde "es un hacha" el de Santa Coloma de Gramenet es en el bitcoin, en el mundo de los criptomonedas. Le ocupa buena parte del tiempo, se empapa de todas las novedades y es ahora mismo donde centra sus mayores esfuerzos.

Sin alma de entrenador... Y su historia no redonda en el Espanyol

A Tamudo nunca le picó la curiosidad de ser entrenador, pero sí de estar ligado al fútbol de alguna manera. También estuvo vinculado a la firma de ropa Gedo, como embajador, y en sus años en el Espanyol desarrolló distintas funciones. El Espanyol intentó darle cabida al que fue su mayor símbolo en la época dorada del club, cuando ganó las dos Copas del Rey (2000 y 2006, con sus goles) y disputó la final de la Copa de la UEFA en Glasgow ante el Sevilla, perdida en los penaltis, en 2007.

Como todas las grandes historias, la de Tamudo en el Espanyol no fue redonda. Vivió momentos cinematógraficos recogidos en el libro de Tomás Guasch, Ànima de Carrer (Alma de calle), como por ejemplo cuando en el verano de 2000, tras los Juegos de Sidney, lo ficha el Glasgow Rangers, pero el médico del club escocés lo manda de vuelta a Barcelona por una supuesta lesión crónica: "El futbolista no está en condiciones de afrontar un examen completo". El jugador se había marchado entre lágrimas, forzado a la venta por la delicada situación económica del club, pero finalmente regresó y se convirtió en leyenda.

Su adiós no estuvo exento de polémica. Marginado por Mauricio Pochettino, quien le quitó la capitanía y lo apartó del club tras el año de la salvación en 2009, la directiva cargó contra el símbolo perico, argumentando que el jugador quiso irse del club cuando estaba en descenso en febrero de 2009. Tamudo replicó con una conferencia de prensa entre lágrimas. Historias del pasado del Espanyol con un presente en el que el club pelea ahora por otros retos más modestos ("ya nadie le respeta", dijo el propio jugador en 2023) y Tamudo visita de incógnito la que fue su casa... y se entretiene en una vida, de momento, alejada del fútbol profesional.