Oleguer: "Intento ser un referente, pero no sé si lo soy"
El exjugador del Barcelona ejerce como entrenador en un proyecto político-social de Sabadell.

Son las 16:00 de la tarde del miércoles 14 de diciembre. Junto a mi compañero de vídeos Alex, nos encontramos en Sabadell. Hemos quedado con Oleguer Presas en La Caserna, el antiguo cuartel de la Guardia Civil. Está todo vallado. No logramos encontrar la entrada. Le mandamos un Whatsapp a Oleguer y nos responde: "Hay una puerta que se puede abrir. Vengo y lo miramos". Efectivamente. Moviendo una pequeña valla nos permite entrar. Es un descampado lleno de matorrales. Abandonado, vaya. Entramos y le esperamos.
Nos preguntamos en qué vehículo llegará Oleguer. En su etapa como jugador del Barcelona, lo hacía en una furgoneta. Lejos de los vehículos de lujo que lucían sus compañeros. En esta ocasión, se presenta con una bicicleta. No una cualquiera. Una bastante grande, con dos sillitas en la parte de atrás y una caja en la parte delantera llena de juguetes. Le ayudamos a traspasar la valla y se presenta. Como hace siempre. Olvidando que muchos de nosotros le hemos visto conquistar la Champions League en París.
El lugar de la entrevista no es casual. Oleguer nos ha citado donde empezó su nuevo proyecto tras retirarse del mundo del fútbol. "La Caserna me llena buena parte del tiempo que tengo en el día a día. Es un proyecto que nació hace cinco años aquí, en el antiguo cuartel de la Guardia Civil. Era un espacio que estaba desocupado y ahora, como veis, lo vuelve a estar porque las administraciones públicas no le quieren dar uso. Los propios vecinos de la ciudad decidieron abrirla para hacer actividades y dinamizarlas. A partir de estas actividades, los niños de estas familias, de forma espontánea, se pusieron a jugar a fútbol en el patio", arranca. Y sigue con su explicación: "Estas familias se pusieron en contacto conmigo y empezamos a hacer crecer el proyecto. Ellas se autoorganizaban y daban respuesta a todas las necesidades que iban saliendo para crear un equipo de fútbol. Yo llevaba la parte más técnica y formativa del día a día de las sesiones de entrenamiento. A partir de aquí ha crecido mucho, somos 13 personas más, ha pasado de 10-15 familias a 100".
Un paseo por Sabadell
Mientras nos cuenta los inicios de su nueva andadura, se presta a todos los movimientos para grabarlo en video. "Lo que necesitéis", dice. Acabada la sesión, nos dirigimos a la Escuela Samuntada, a pocos metros. "Ahora nos han reubicado aquí. Al principio nos dijeron que sería cuestión de medio año, en lo que arreglaban los desperfectos que había en el cuartel, pero no tiene pinta de que nos dejen volver", explica en un tono abatido.
En el camino a la escuela, nos cruzamos con varios niños que saludan efusivamente a Oleguer. No lo hacen por ser exjugador del Barcelona, lo hacen porque es su entrenador. El que está con ellos en los entrenamientos. Y es que, si no había quedado claro, ese es el nuevo trabajo de Oleguer. Es entrenador. O como prefiere decirlo él, formador. Tras pedir permiso a los responsables que están en el patio del colegio, nos ubicamos delante de una portería para arrancar la entrevista.
"Dejé el fútbol, en realidad, un poco saturado de todas las dinámicas que suponía, el viajar dos veces por semana, las concentraciones, los entrenamientos diarios, la relación con la prensa, todo lo que rodeaba que iba más allá del partido y de los entrenamientos en sí, me saturaba y no me gustaba. El hecho de practicar deporte a nivel profesional supone que hay otras cosas que no puedes hacer y llevas mucho tiempo llenando una lista de proyectos y de cosas que te gustarían llevar a cabo y cuando lo dejé me dedique a tachar esta lista, cosas que me llenasen y me apetecieran", relataba de forma sincera el exfutbolista.

"Con el paso del tiempo, me di cuenta de que el fútbol me apasionaba, que me gustaba mucho. Busqué una manera de acercarme. Podía hacer de entrenador, pero no quería hacerlo en el mundo del fútbol formativo o del futbol profesional, porque no me gusta la filosofía que hay detrás. Por lo tanto, tuve que buscar una manera diferente de poder aportar mis conocimientos, mi voluntad de implicarme, con esta visión de intentar cambiar un poco las cosas", relata. Fue ahí cuando empezó su proyecto de La Caserna, donde en la actualidad entrena un grupo de prebenjamines y uno de mayores. "El senior es un caso particular porque se creó el año pasado a partir de jóvenes migrados, refugiados o personas sin papeles. Es un equipo que utiliza el fútbol como herramienta de inclusión, de creación de redes, entrenamos una vez por semana para generar esa cohesión dentro del propio equipo".
Crítico con el sistema establecido
Oleguer se desmarca del modelo de fútbol actual. Huye de él. "Se ha perdido el fútbol de barrio. En infinidad de plazas te encuentras el cartel de que no puedes jugar a pelota, en los patios de las escuelas hay limitaciones. Todos están apuntados a algún equipo. Siguen todos las mismas normas. Los mismos comportamientos. Los niños deben ser niños. No puede ser la presión y angustia que tienen en el momento de altas y bajas. Hay demasiada presión". Al exfutbolista le preocupan los límites que se están superando. "Qué tipo de sociedad creamos que un partido de futbol siete genera crispación, tensión, esta sensación que te estás jugando una cosa a vida o muerte. Hasta el punto de llegarte a pegar con alguien por un partido de futbol, es una pena".
"Qué tipo de sociedad creamos que un partido de fútbol siete genera crispación, tensión... hasta el punto de llegarte a pegar con alguien"
ExfutbolistaOleguer, como Luis Enrique, también apunta a la figura del entrenador en el fútbol base. "Cuando hice el curso de entrenador, tenía la voluntad de hacer el trabajo con niños. Miraba a mi alrededor y lo que veía era personas que tenían ganas de dedicarse al futbol profesional. ¿Cuántos de estos llegarán a la élite? Se les está dando una formación para poder alcanzar el fútbol profesional cuando la gran mayoría irán a trabajar con niños. ¿Estarán preparados para poder gestionar estos niños y acompañarlos en la totalidad de sus necesidades? Mi sensación es que no. Estarán preparados para enseñarles fútbol de manera estupenda, estoy convencido, pero el trabajo de todos estos entrenadores tiene que ir mucho más allá. Separemos todos estos del nivel profesional con los del ámbito formativo".
El Barça y la vida
Oleguer ha conseguido su objetivo: ser feliz. Y lo hace alejado de lo que le llevó a ser conocido. Reconoce que no le atrae el fútbol profesional. "Me entero por lo que se va comentando, pero no lo sigo", reconoce. Aun así, el catalán volvería a ser futbolista si naciera otra vez. "Me siento muy afortunado de la vida que he tenido, ni me arrepiento ni rechazo todo lo que he hecho. En el Barça me lo pasé muy bien. El problema es que ser jugador del Barcelona exige unos ritmos, una dedicación y una presión donde yo no me sentía a gusto. Hay un momento en el que ves las cosas que te compensan y las que no, cuando se decantó fue cuando dije que ya tenía suficiente".

De esa etapa también recuerda con especial ilusión que "yo llegué al futbol de manera circunstancial porque me lo pasaba muy bien jugando. Tenía un amigo que jugaba en un club y me fui con él. Fui escalando, de un lado a otro, hasta llegar al futbol profesional. En realidad, tengo la percepción que terminar jugando en el Barça era un sueño, pero no un objetivo. Hay una diferencia muy grande. Cuando es un objetivo y te lo marcas como ello, si no lo alcanzas porque es casi imposible, es un fracaso".
Oleguer, tras muchos años, ha reencontrado la felicidad en el mundo del fútbol. Con sus niños. En Sabadell. Lejos del foco mediático. De ser aplaudido en el Camp Nou a entrenar a niños cada día en el patio de la escuela. "Intento ser un referente. No sé si lo soy. Me lo tomo como si tuviera que ser un referente para ellos, no tanto como el Oleguer futbolista, sino como el Oleguer persona, intento que mis acciones sean coherentes y pueda ser un modelo de referencia para ellos". Y lo está consiguiendo. El cariño que le demuestran los niños le avalan. El fútbol necesita más personas como Oleguer Presas.