La Cataluña que quiere Lamine Yamal se vio en la Eurocopa... Y su barrio la explica: "Necesitamos un médico, un piloto de F1 y un científico"

Todo el barrio de Rocafonda (Mataró) quiere ser como Lamine Yamal. El futbolista del FC Barcelona se ha convertido en una figura que va más allá del deporte. Con el documental que estrena 3Cat el próximo 18 de marzo, Lamine Yamal aparece como eje principal del reflejo de una nueva sociedad catalana, protagonizada por el multiculturalismo y la lucha por los estigmas. Lamine no solo juega a fútbol, sino que es el protagonista de la historia de un 'chaval' del barrio, proveniente de una familia de fuera que, de la mano del Barça, influye a miles de niños de todas las partes del mundo que sueñan con ser como él. "Ahora que estoy en esta posición, la gente investiga más en mi barrio, los más pequeños buscan oportunidades y esto es un mensaje para ellos", dice Lamine.

Un documental estrenado por Xavi Torres en el que toda esa gente que vive en un barrio ("la periferia", como se escucha varias veces), tienen otro color de piel, otras facciones, diferentes a las de quienes se supone que, no se sabe exactamente por qué derecho fundamental, les pertenece esa tierra más que a otros. "En el documental encontramos respuestas al gesto que hace Lamine Yamal con el 304 cada vez que anota un gol. Tocamos temas de racismo, de inmigración, de igualdad de oportunidades y del futuro de toda esta generación joven, que no lo tiene fácil y que representa la nueva sociedad catalana, que ya no solo es blanca, sino musulmana y negra", dice Xavi Torres, codirector del proyecto que verá la luz el martes a las 22:05.

El futbolista azulgrana es un chico especial, con un talento precoz e innato y que tiene claro sus orígenes. Rocafonda (Mataró) es su barrio y lo refleja en cada celebración con el Barça: el gesto de '304', el código postal. "Mi abuela vive allí y también mis primos. Allí jugaba a fútbol, a las cartas, todo el foco fuera de casa estaba allí", explica en el documental.

Como bien explica el documental, a través de varias entrevistas y voces en 'off', una de las figuras más imprescindibles en su vida es su madre. Fue un apoyo incondicional pese a marcharse a vivir a La Masia con 12 años. "El primero que vino a Cataluña fue mi padre, por trabajo, y el primer piso que cogieron fue en Rocafonda. Se marcharon a Granollers a vivir y allí nací yo, por parte de mi madre", dice el jugador. "Mi padre es como mi amigo, lo veía cada día, venía a hablar con mis amigos… mi personalidad se ve dentro y fuera del campo", dice. "Por parte de mi madre, trabajaba en el McDonald 's y con lo poco que teníamos, cuando venían las fiestas, estábamos muy felices. Me compró una Play Station. Todo lo que le dé no podrá ser el mismo que lo que me dio ella. Mi madre ha sido uno de mis referentes cuando era pequeño. Cuando llegaba a casa lo que hacía era hablar conmigo, hacía la comida y se marchaba a trabajar", afirma con una sonrisa que, en relación a eso, dice que "de guineano, lo que tengo es que soy una persona divertida, que está sonriendo siempre", bromea.

Pero lo más importante del documental no es el fútbol, que es un tema secundario, al igual que Lamine, sino la integración social en Catalunya. Lamine con 17 años sabe de la trascendencia que le da su posición de futbolista para ayudar a las personas que no la tienen. "Necesitamos a un Lamine médico, piloto de F1 o científico", son algunas de las frases que aparecen junto a un movimiento de personas, como Yolanda Sey (actriz y cantante), Tamara Ndong (actriz), Amine Toumi (profesor de literatura catalana), Mohamed Lamine Jawara o Wiz problema (cómico), en el que se hace una crítica a la sociedad actual y a las oportunidades de todas las clases sociales.

"No siempre hay que juzgar a las personas, todos somos iguales y hay gente mala en todo el mundo. Lo que me hace diferente a todo el mundo es mi juego y personalidad, es distinta y me hace especial", dice Lamine. "Las personas que viven allí son de una personalidad parecida a la mía, trabajadoras y trabajan por su futuro", afirma en el documental.

Hace solamente 12 años, Lamine Yamal llegaba acompañado por sus padres a La Torreta, un humilde club de la localidad de la Roca del Vallés. Como tantos otros niños, quería jugar a fútbol, pero poco se imaginaban que podría convertirse en el jugador que es ahora. "Se incorporó con 12 años a La Masía, procedente de La Torreta. Verlo jugar era un privilegio. Por sus condiciones familiares y de estudios, por hábitos y nutrición… lo incorporamos a La Masia. Lamine era un 'enano maduro' por la edad que tenía. Nunca hizo una fechoría, si la hubiera hecho no nos hubiéramos dado cuenta porque era muy astuto", dice Xavi Martín, exdirector de comunicación del Barça y presente también en el documental.

"En La Torreta no sabía hacer nada, solo jugar los partidos y aprendí a hacer equipo y convivir con los compañeros". Wiz Problema, cómico y presente en el documental, del barrio de Cerdañola (Mataró), ya sabía de pequeño que Lamine era un jugador especial "Jugábamos en un Parque que se llamaba 'Las Galas' y él venía y era muy bueno", afirma.

Al igual que los verdaderos protagonistas del documental, quienes se trasladan a Marruecos y Guinea Ecuatorial, países natales de los padres de Lamine Yamal, respectivamente, lo hacen con el propósito de descubrir por sí mismos sus raíces. En ambos países se muestra la influencia del jugador, con los ciudadanos de respectivos países visionando partidos del Barça. Una influencia que traspasa fronteras y que no entiende de dinero, raza o orígenes.

"Siempre se dice que los más pobres se aprovechan del sistema, pero son las mentiras que se escuchan siempre. Son los ricos quienes lo hacen. Se multiplican los discursos negativos", dice Lilian Thuram, ex jugador del Barça durante la temporada 2006-2008.