El orgullo de Villalibre salva el 'invicto' de San Mamés

Parecía que Osasuna volvía a asaltar San Mamés como hace un año cuando un gol de Pablo Ibáñez silenció la Catedral, pero apareció el orgullo de Asier Villalibre. Un jugador que no está contando con muchos minutos, pero que tiene mucho gol y carácter. Suyo fue el tanto del empate en el último minuto para silenciar a los aficionados rojillos y hacer estallar a San Mamés. No tanto por el punto, que no sirve a nadie, si no por demostrar el carácter de un equipo campeón como lo es este Athletic. "El famoso Athletic Club" que ideó Muniain y cantó toda la grada tras el tanto del Búfalo, que junto al de Iñaki Williams sirvió para empatar los de Raúl García de Haro y Rubén García por parte rojilla.

[Así está la clasificación en LALIGA EA Sports]

Esta vez no había tanto en juego como hace un año cuando ambos equipos se vieron las caras en las semifinales Copa del Rey. De hecho ambos están finalizando el curso sin demasiados alicientes -más allá de la complicada lucha rojiblanca por la Champions- y los dos equipos llegaban plagados de bajas hasta en su banquillo, pero la intensidad de ambos equipos demostró que no es un partido más. Por la rivalidad regional y por los últimos enfrentamientos que han tenido. Por eso fue un partido en el que hubo de todo, incluso tres goles anulados, pero todo se decidió al final con ese tanto de Villalibre y, por qué no decirlo, un grave error de Sergio Herrera.

Más allá del arreón final, el partido también demostró que este Athletic ha llegado fundido a las últimas jornadas tras el éxito copero y lo están pagando. Si a eso se le suman errores individuales impropios, el resultado es un equipo que no pudo pasar de soñar con la Champions, que ya está en manos del Atlético de Madrid.

El Athletic no se encontró en todo el encuentro. Desdibujado por las bajas, con Lekue como central improvisado, Vesga y Herrera haciendo pareja en el medio y Muniain y Berenguer ocupando las ausencias de Sancet y Guruzeta, solo consiguieron hacer peligro en jugadas individuales. El resto fue un quiero y no puedo, sin la precisión y rapidez a la que han acostumbrado a su parroquia esta temporada, se convirtieron en un equipo previsible que permitió a Osasuna defenderse sin grandes sustos, más allá de un primer doble aviso en los pies de Nico y Berenguer.

El partido no tenía ritmo, con muchos errores en ambos bandos, y las emociones estuvieron en los goles de Iñaki y Raúl García de Haro, pero fueron bien anulados por fueras de juego en ambos casos. Menos claro fue el que sirvió para anular otro tanto de Iker Muniain, pasada la media hora. Berenguer rompió al espacio, le 'robó' la cartera a Rubén García y le regaló el gol al capitán. Lo celebró San Mamés e Iker, con lo que supone emocionalmente ante su adiós, pero el VAR corrigió y señaló un fuera de juego milimétrico de Berenguer en la acción previa.

Un golpe duro para el Athletic y su gente, que lo fue aún más cuando en la siguiente acción anotó Raúl en su desajuste defensivo rojiblanco. Lo celebró la afición visitante, muy ruidosa en San Mamés. Más fiesta habría al comenzar el segundo acto, cuando Rubén García castigó un error grave de Ander Herrera y una mala salida de Unai Simón. Quizá demasiada ventaja para los navarros, pero la realidad es que los locales estaban teniendo una noche complicada.

Empujado por su gente, que no querían rendirse en la lucha por la Champions y menos aún sumar una derrota en San Mamés, los de Ernesto Valverde se soltaron y aceptaron un duelo de ida y vuelta. Con Villalibre, que salió al descanso, y sobre todo con un Iñaki Williams que marcó un golazo. No es cualquier tanto, ya que el delantero llegó al centenar de tantos con la camiseta del Athletic (76 en Liga, 16 en Copa, 7 en Europa League y uno en Supercopa).

Se sintió la famosa efervescencia en La Catedral, a lo que intentaron sumarse desde el banquillo Unai Gómez, Prados y Raúl García, pero una polémica acción en el área rojiblanca congeló el ambiente de nuevo. Yuri pisó a Rubén García pero ni el árbitro principal ni la sala VOR consideraron que fuese suficiente. Minutos después hubo una posible mano de Areso en el área contraria, pero tampoco se señaló.

Minutos de pérdidas de tiempo por parte del conjunto visitante y de intentos desesperados del Athletic por conseguir el empate. Se sumaba la crispación continua en la grada con rivales y árbitros, como sucedió ante Villarreal y Granada. Y cuando parecía que los locales tenían que asumir una derrota dolorosa, apareció el Búfalo, que incluso tuvo la victoria en la siguiente jugada. El orgullo de campeón. Y eso nadie se lo quitará a este grupo de jugadores que pasearon en la Gabarra y han devuelto al Athletic a Europa.

"Y la Gabarra qué", cantó la afición local, recordando una vieja polémica con Sergio Herrera. Duro castigo para el portero, que se marchó cabizbajo tras un grave error en la última acción. A Osasuna le pasa de todo en las últimas semanas en un final de curso muy complicado para los navarros. No merece este final un Jagoba Arrasate que hizo historia en el club y que rozó un nuevo triunfo en San Mamés que hubiese redondeado su leyenda rojilla.

Ficha técnica:

Athletic Club: Unai Simón; De Marcos, Vivian, Lekue, Yuri; Herrera (Unai Gómez, m.63), Vesga (Prados, m.63); Berenguer (Villalibre, m.46), Muniain (Raúl García, m.63), Nico Williams (Adu Ares, m.76); e Iñaki Williams.

Osasuna: Sergio Herrera; Areso (Jorge, m.76), Catena, Herrando, Mojica; Lucas Torró, Pablo Ibáñez (Juan Cruz, m.76), Iker Muñoz; Rubén García, Rubén Peña (Aimar Oroz, m.63) y Raúl (Arnaiz, m.76).

Goles: 0-1, m.40: Raúl. 0-2, m.47: Rubén García. 1-2, m.58: Iñaki Williams. 2-2, m.96: Villalibre.

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité Murciano). Mostró tarjeta amarilla a los locales Yuri (m.22) y Herrera (m.46+), y a los visitantes Herrando (m.34), Ibáñez (m.55), Catena (m.73) y Rubén García (m.92).

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 35 de LaLiga EA Sports disputado en San Mamés ante 45.273 espectadores. Dato oficial. Entre ellos varios centenares de seguidores rojillos. En los prolegómenos del encuentro se tributó un homenaje a Raúl García, con motivo de su retirada del fútbol en activo a final de temporada, y salieron al campo los socios que cumplen este año 50 años como socios del club bilbaíno.