ATHLETIC 0 - OSASUNA 0

Osasuna sigue siendo la pesadilla de San Mamés

Los rojillos sumaron un valioso punto en Bilbao, desesperando a un Athletic que pierde ventaja en su lucha por la Champions.

Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

Osasuna volvió a resistir a San Mamés. Y ya es algo habitual. En el mismo estadio en el que celebraron en 2023 el pase a una final de Copa del Rey y esta misma temporada volvieron a festejar una clasificación copera, los de Vicente Moreno consiguieron un gran botín. No es solo un punto. Conseguir dejar a cero al Athletic Club y cortar la mala dinámica que arrastraban en las últimas semanas supone un envión anímico clave para el tramo final. Todo lo contrario para los bilbaínos, que vieron cortada su racha triunfal pese al gran ambiente que se generó en San Mamés.

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Pero los aficionados bilbaínos están teniendo que acostumbrarse a ver a la afición rojilla celebrar en su casa. No han conseguido ganarle en las cinco últimos duelos en San Mamés, con tres empates consecutivos ligueros y las dos eliminatorias coperas ganadas por los navarros. Incluso, remontándonos más en el pasado, los rojiblancos solo han celebrado una victoria (2022) ante Osasuna en la última década.

El traspiés para los locales es importante, aunque no alarmante, para los rojiblancos. Sobre todo porque el Villarreal había sumado los tres puntos horas antes ante el Getafe y se acerca al Athletic en esa lucha por la Champions League que está más abierta que nunca. En el horizonte aparece el duelo directo del próximo domingo como una final por una cuarta plaza que los bilbaínos vienen defendiendo todo el curso. La tendrán que pelear.

Volvía el Athletic a San Mamés después de su última gran noche, remontando ante la Roma. La primera incógnita se despejó pronto: la grada de animación mantenía la tregua y volvió a ser el pulmón del equipo -no animaban en LaLiga desde el 8 de diciembre- ante un rocoso Osasuna, que tiene tomada la medida al estadio rojiblanco y complica siempre a los de Ernesto Valverde. Lo demostraron desde el inicio, dejando a los rojiblancos sin pisar campo contrario durante los primeros 10 minutos e incluso rozando el gol en un cabezazo de Torró.

Vicente Moreno consiguió de nuevo que se jugase a lo que él buscaba en La Catedral, con un conjunto rojillo muy fuerte en los pasillos centrales y despejando sin problemas los centros laterales. Catena se fajó con Maroan Sannadi, que fue un dolor de cabeza en las disputas pero que no consiguió dar continuidad al juego bilbaíno. Partido trabado. Espeso. De difícil digestión para los bilbaínos, acostumbrados a un ritmo mucho más alto en su casa, y para cualquier espectador neutral.

Sin Oihan Sancet, que pese a regresar a una convocatoria no apareció ni siquiera en la banda para calentar, faltaron ideas. Berenguer no tuvo los espacios para girarse y poder clarificar el fútbol bilbaíno, ni tampoco Jauregizar y Prados pudieron romper la presión moviendo a los navarros. Quedaba todo en manos de los hermanos. Nico lo entendió y asumió galones en los últimos minutos del primer tiempo, probando por primera vez a Aitor Fernández a la media hora, y sobre todo en un segundo tiempo en el que fue el faro indiscutible de los suyos.

El plan rojillo parecía desinflarse con el paso de los minutos, pero este grupo ya ha demostrado saber sobrevivir al asedio de San Mamés muchas veces. El monólogo era absoluto, más allá de alguna internada de Areso, y se intuía el gol local. Pero se volvió a repetir la historia de la semifinal de 2022 y la de los octavos de final de esta temporada. Un quiero y no puedo rojiblanco ante una muralla navarra. Iñaki Williams rozó el gol con un centro que se envenenó y también lo buscó insistentemente Gorka Guruzeta desde que saltó al campo, pero incluso los de Vicente Moreno pudieron ganarlo, aunque Unai Simón volvió a demostrar que está cuando más se le necesita.

Incapaces fueron los bilbaínos de anotar. Algo prácticamente insólito en San Mamés, ya que solo Atlético de Madrid y Leganés lo habían conseguido este curso. No es ningún drama porque este equipo se ha ganado el derecho a fallar en el tramo final de temporada tras unos meses sobresalientes, pero el choque ante el Villarreal de la próxima jornada toma aún mayor importancia y se convierte en una final por la Champions. Osasuna, mientras, respira y toma aire después de unas semanas complicadas mirando hacia el descenso. En su honor está ser la pesadilla de San Mamés.

Ficha técnica

  • 0 - Athletic : Unai Simón; De Marcos (Gorosabel, m.57), Núñez (Paredes, m.82), Yeray, Yuri; Jauregizar, Prados (Unai Gómez, m.57); Iñaki Williams, Berenguer (Canales, m.82), Nico Williams; y Sannadi (Guruzeta, m.69).
  • 0 - Osasuna : Aitor Fernández; Areso (Rubén Peña, m.75), Boyomo, Catena, Herrando, Abel Bretones; Moncayola (Pablo Ibáñez, m.75), Torró, Aimar Oroz (José Arnáiz, m.89), Rubén García (Moi Gómez, m.69); y Budimir (Raúl García, m.89).
  • Árbitro : Guillermo Cuadra Fernández (Comité balear). Mostró tarjeta amarilla al local Núñez (m.38) y al visitante Catena (m.45).
  • Incidencias : Partido de la jornada 29 de LaLiga EA Sports disputado en San Mamés ante 49.671espectadores.