Charlas en el bar con sus amigos, uno más en la piscina y directo al banquillo del Villarreal: el verano más agitado de Pacheta

Un día después de que el Real Valladolid comunicara el cese de José Rojo Martín 'Pacheta', el técnico burgalés se sentaba delante de los medios de comunicación para decir adiós. "Actúo de manera honesta. Con buena voluntad. Me puedo equivocar. Esta profesión es jodida, pero es maravillosa ", decía con una sonrisa quien dejaba al equipo fuera de los puestos de descenso. De manera inesperada el club vallisoletano destituía a un entrenador querido por todos por ser, como él siempre se ha definido a sí mismo, un tipo normal.  

"Ese es el mejor halago que me han hecho en mi vida, cuando me dicen 'míster, si lo que tienes es que eres muy normal'. La sencillez es algo maravilloso", confesaba Pacheta en una entrevista en Relevo.

Tras meses de desconexión en Salas de los Infantes, meses de ver fútbol, de charlar con los amigos en el bar de siempre y de estar rodeado de los suyos, el Villareal anunció este sábado que Pacheta era el elegido para sustituir a Quique Setién. Quien nunca perdió la paciencia y supo esperar su oportunidad, dirigirá por primera vez a un equipo que disputará competición europea.

Quintanar de la Sierra y Salas de los Infantes. Entre estos dos municipios de la provincia de Burgos se ha movido estos meses Pacheta. Acostumbrado a vivir con la adrenalina y la tensión propia que conlleva ser entrenador, esta vez optó por la calma y la tranquilidad mientras aguardaba una nueva aventura en los banquillos. No tenía prisa y eso que, semanas después de ser sustituido como técnico del Valladolid, el burgalés presenció desde la grada del Coliseum Alfonso Pérez el encuentro entre Getafe y Almería.

Casualidades del destino, un día después de su visita a Getafe el club del sur de Madrid anunciaba la destitución de Quique Sánchez Flores. José Bordalás fue la elección de los azulones que aún así tenían a Pacheta en la recámara si el alicantino decidía no prorrogar su contrato más allá del 30 de junio.

Llegó el verano y con él no hubo demasiados movimientos en los banquillos de Primera. De los 20 clubes sólo tres (Rayo Vallecano, Celta y Almería) regresaron a la competición con caras nuevas. Él, mientras tanto, seguía esperando esa oportunidad como un vecino más que se dejaba ver por la piscina.

Pero a principios de esta semana todo dio un vuelco. El Villarreal anunciaba el martes la destitución de Quique Setién y Pacheta aparecía entre los cuatros candidatos (Marcelo Gallardo, Julen Lopetegui y Raúl González) para ponerse al frente del submarino amarillo. Pese a que en el entorno del entrenador eran pocos optimistas, el viernes por la tarde su nombre ganó enteros después de que se descartara la opción de Raúl, que seguiría en el filial madridista.

En la tarde del sábado el Villarreal anunciaba a Pacheta como su nuevo entrenador. Feliz y sonriente ante el que sin duda será su mayor reto, horas después de firmar su contrato (por una temporada) se marchó a ver un partido del juvenil. Junto al presidente Fernando Roig y el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles, Pacheta quiere empaparse desde el primer día de toda la filosofía del club.

Quien no tuvo prisa y supo esperar su momento rodeado de los de siempre y alejado de los focos, prefirió estar en un segundo plano, está preparado ante lo que se viene. Ya lo dejó claro en su conversación con Relevo. "Hay muchísimos entrenadores, incluidos en el fútbol base, que son mucho mejores que yo. Cuando hablo con ellos me lo demuestran. Sigo teniendo muchísima ilusión y muchísimas metas por conseguir. Entiendo que hay mucha gente mejor que yo, pero esto era como cuando jugaba al fútbol, que no se duerman que juego yo".