La 'paliza' del Cholo para acompañar a Giuliano: 11 horas de vuelo, 9.000 km… y a Vitoria de madrugada
El entrenador del Atleti se enteró de la lesión de su hijo nada más aterrizar en Madrid y antes de salir del avión.
De Madrid a Corea, de Corea a México, de México a Estados Unidos… y de San Francisco a Vitoria. Después de recorrer el mundo en pretemporada y de más 11 horas de vuelo de regreso a España, al Cholo Simeone se le vino el mundo encima al tomar tierra en Barajas este domingo. Su hijo Giuliano, cedido por el Atleti en el Alavés, sufrió una grave lesión de tobillo y peroné en un amistoso contra el Burgos mientras los colchoneros aterrizaban en la capital de España después de su gira por Estados Unidos. Nada más desconectar el modo avión, al Cholo le sorprendió la cantidad de llamadas que tenía en su teléfono. Había pasado algo.
Cuando abrió el WhatsApp, el entrenador se enteró de la situación y lo comentó rápidamente con su equipo. Su cara, cuentan, era un poema: al cansancio acumulado de los más de 33.000 kilómetros a sus espaldas se unía la preocupación por el estado físico de Giuliano, su hijo menor y al que se encuentra muy unido. Al médico del Atlético, Óscar Celada, también habían empezado a llegarle mensajes de sus colegas del Alavés para informarle de la situación.
El asunto parecía tan grave como finalmente se ha confirmado: fractura de peroné y luxación de tobillo que le tendrán varios meses de baja. Todavía dentro del avión, Simeone tomó la decisión de viajar al País Vasco de inmediato. Volvió al Cerro del Espino en autobús con el resto de la expedición, cogió su coche, recogió a su pareja y emprendió las casi cuatro horas de viaje que separan la capital alavesa de Madrid. Alrededor de la una de la madrugada llegaron al hospital en el que estaba Giuliano.
Este lunes, antes de que su hijo fuese operado de urgencia, el propio Cholo compartió una imagen en la que aparecía chocando manos con Giuliano: "¡Muchas gracias a todos los que se preocuparon y estuvieron pendientes! ¡Giuliano ya está recuperándose y en muy buenas manos!". Esta tarde se ha practicado la intervención, saldada con éxito, a cargo del prestigioso doctor Mikel Sánchez.
Después de acompañar a su hijo en un momento delicado, Simeone tenía previsto llegar a Madrid en la noche de este lunes, a apenas una semana de que arranque LaLiga para los colchoneros (reciben al Granada) y con un ojo puesto en la recuperación de Giuli, que tranquilizó a todo el mundo con otra publicación en redes sociales: "Quería decirles que salió todo bien. El fútbol son retos y me tocó uno desafortunado que no esperaba, pero lo afrontaré con la misma determinación para superarlo de la mejor manera. Sé que lo más importante ahora es recuperarme bien".
La tristeza en la familia Simeone es evidente. Por el qué, por el cómo y por las esperanzas que habían depositado en esta temporada para Giuliano. Luis García Plaza, técnico del Alavés, le había transmitido que sería un jugador importante y en ese desdichado amistoso ante el Burgos había conseguido marcar su primer gol con los babazorros. Ahora le toca esperar para celebrar otro... con el Cholo siempre a su lado.