Los golazos de Craioveanu, el "Núñez dimisión" y la remontada a la que se agarra Xavi en la gran 'pañolada' del Barça-Villarreal

Los socios más viejos del lugar no olvidan la primera visita del Villarreal al Camp Nou, en diciembre de 1998, el año previo al centenario del club, temporada convulsa con Louis Van Gaal en el banquillo y Josep Lluís Núñez en el ocaso de su presidencia. Ni el escenario ni el decorado es el mismo que en la antesala de este encuentro, pese a que el Barça de Joan Laporta y de Xavi Hernández viene de perder dos títulos en 11 días y necesita con urgencia ganar a los amarillos para seguir peleando la Liga. Una derrota y la victoria del Real Madrid supondría un paso atrás casi definitivo.

Aquel Barça llegaba de ser eliminado en la fase de grupos de la Champions por segundo año consecutivo y con tres derrotas seguidas en la Liga. El ambiente estuvo caldeado desde el comienzo, y se agravó cuando Gica Craioveanu hizo una de las mejores actuaciones que se recuerdan. El delantero rumano anotó los dos primeros tantos, el segundo de ellos con un golpeo de exterior a la escuadra que dejó helados a unos hinchas que empezaron a sacar los pañuelos.

Era un Villarreal con jóvenes como Palop, héroe de aquella noche, y Albelda, también de otros veteranos como Víctor o el propio Roberto Fernández, quien fuera posteriormente director deportivo de la entidad azulgrana. Gerardo anotó el 0-3 y Giovanni, que había salido en la segunda mitad, hizo el 1-3. Acabó el partido y la pañolada fue una de las más vistosas que se recuerda. Si Núñez desfiló rápido, Joan Gaspart se quedó en el palco viendo las protestas, algo que también aguantaría en su época de presidente.

A la mañana siguiente los titulares hablaban por sí solos. "Núñez dimisión", "Crisis", "El Submarino hunde al Barça" o "Tocado y hundido". Los azulgrana tocaron fondo esos meses invernales pero después fueron como un tiro y ganaron la Liga, con Xavi en el centro del campo en su primera temporada en la elite. Precisamente, el egarense salvó la cabeza de Van Gaal aquella misma temporada con un gol salvador ante el Valladolid que evitó la destitución del técnico holandés una semana después de la pañolada histórica del Camp Nou. El entrenador, ahora, pasa por un momento limítrofe y ya sin margen de error para salvar la campaña y su cargo. La victoria es impepinable. La derrota podría hacer aparecer esos viejos fantasmas que él ya vivió hace más de 25 años ante el Villarreal.

Xavi sabe que a partir de ahora y hasta que acabe la temporada cada partido es una final. "No podemos fallar más", cuentan desde el vestuario culé, que sabe que cualquier tropiezo puede resultar fatal. El Barcelona recibe esta tarde al Villarreal y afronta un mes con partidos a priori asequibles ante equipos de la zona baja de la clasificación. "Pienso que nos podemos enchufar en Liga. Los próximos partidos son claves para reengancharnos", comentó el egarense en la previa del duelo ante los amarillos. Posteriormente, Osasuna, Alavés, Granada y Celta medirán las opciones reales del Barça de seguir pelando por el título liguero.