La parada con la cara de Gazzaniga que acerca al Girona a la Champions y mete al Barça de Xavi en un lío

El Girona ya ha hecho historia. El pasado fin de semana confirmó su presencia en competición europea por primera vez en sus casi 100 años de existencia, pero el conjunto rojiblanco no se conforma, quiere luchar por el sueño de la Champions. Y cada vez lo tiene más cerca. Hoy, en el Estadio Insular de Las Palmas (0-2), ha dado un paso de gigante para lograr el objetivo de disputar la mejor competición del mundo a nivel de clubes y, también, para poner en jaque la hegemonía futbolística del FC Barcelona en Cataluña y pelearle la segunda plaza de LaLiga, que asegura billete para la Supercopa de España. Hay que recordar que disputar este torneo tiene un premio económica muy jugoso que, en la situación que está el club azulgrana, no puede desaprovechar. Y todo ello sucede en la semana que Laporta confirmó a Xavi como entrenador para la próxima temporada y a siete días del derbi catalán en Montilivi. Casi nada.

Sin un fútbol tan brillante como nos tiene acostumbrados, el Girona ha ganado en las Canarias con algo de fortuna, en este caso en la lotería que son los penaltis. Y es que se han lanzado hasta tres penas máximas en el partido que abría la jornada de sábado en LaLiga.

Arrancó la tarde movidita con un polémico penalti señalado por Figueroa Vázquez a favor de Las Palmas. Se fue al suelo Alberto Moleiro dentro del área supuestamente derribado por David López, que lo negaba. El VAR instó al colegiado a revisar en el monitor la jugada, muy dudosa. Pero el árbitro, desafiante, mantuvo su decisión y confirmó el lanzamiento desde los once metros. Tiró Sandro, con potencia, pero Gazzaniga paró el penalti con la cara. Sí, con la cara. Esa acción lo cambió todo.

El portero argentino se quedó KO tras el golpe y se tuvo que detener al partido. Tras ser asistido, el de Murphy pudo continuar sobre el césped, aun con el 0-0 en el marcador gracias a su parada, clave en el triunfo del Girona y en la pelea por el subcampeonato de LaLiga.

Apenas un cuarto de hora después, el colegiado señaló un segundo penalti, en este caso a favor del Girona y después de un agarrón de Kirian sobre Eric García en el interior del área. Se disponía a tirarlo el Pichichi Dovbyk. Y lo falló. Álvaro Valles adivinó el costado del lanzamiento y lo detuvo. Pero, en segunda instancia y apareciendo desde atrás, el central David López empujó el balón a la red para poner el 0-1 en la que ha sido una mala primera parte del Girona.

Y en el 57', en un pisotón sobre Yan Couto, por tercera vez Figueroa Vázquez pitó penalti. Nuevamente, le avisaron desde el VAR para que revisara la acción. Y de nuevo, confirmó su decisión para cabreo de los jugadores insulares. Del todo insólito. Tiró otra vez Artem Dovbyk y Álvaro Valles volvió a elegir el costado acertado, pero no pudo detenerlo. 0-2 y partido finiquitado a media hora del final del partido.

Con la victoria, los de Míchel se colocan en segunda posición de LaLiga a la espera del partido de mañana entre el FC Barcelona y el Valencia (21:00). Los rojiblancos, ahora mismo, tienen un punto más que los azulgranas. La semana que viene se juega el derbi catalán en Montilivi, y el Girona, de ganar, podría poner aún más tierra de por medio en la pelea por subcampeonato, que, además, asegura el billete para jugar la próxima Supercopa de España.

El Athletic Club, que juega hoy en el Metropolitano (21:00), es quinto clasificado y se queda a 13 puntos de distancia del Girona. Significa, pues, que el club gironí, en función de lo que suceda esta noche en el estadio del Atlético de Madrid, además de tener la posibilidad de poner en jaque la hegemonía futbolística en Cataluña del FC Barcelona, podría asegurarse la clasificación para la próxima Champions League en el derbi ante los de Xavi, que se prevé histórico.