REAL MADRID

¿Qué le pasa al Real Madrid en Liga? Lesiones, niveles terrenales y un descubrimiento

El conjunto de Ancelotti ha sumado solo un punto menos que la pasada temporada a estas alturas, pero las sensaciones son opuestas.

Carlo Ancelotti durante su partido frente al Mallorca. /AFP
Carlo Ancelotti durante su partido frente al Mallorca. AFP
Albert Blaya

Albert Blaya

Muchas veces lo que cambia no es uno mismo, sino el entorno en el que se desenvuelve. El Real Madrid de Carlo Ancelotti está a ocho puntos del FC Barcelona tras 19 jornadas y las arlarmas han saltado. Lesiones, bajones de rendimiento en piezas clave y un sistema que parece estar a merced del talento individual. La mala dinámica no es algo esporádico, sino que responde a un problema estructural. 

¿Por qué es ahora que se cuestiona todo? Hace justo un año, el equipo de Ancelotti sumaba 46 puntos (solo uno más que este curso), había encajado los mismos goles (17) y marcado solo tres más (43) pese al nivel increíble de Benzema y Vinícius. La diferencia fueron sus rivales. El Barça, otrora hundido con 32, suma 53, lo que hubiese convertido al vigente campeón de Liga en segundo clasificado justo hace un año. Lo que hace no mucho se alababa porque los resultados salían, ahora se mira con recelo porque no funciona. En realidad, las grietas siempre estuvieron ahí.

El Real Madrid sostuvo un nivel de competitividad altísimo en base a tres pilares: Courtois, el binomio Modric-Kroos y la pareja formada por Benzema y Vinícius. Básicamente, el equipo tuvo al mejor portero y delantero del año, ambos con actuaciones abrumadoras, y a un extremo que explotó a nivel de cifras, acompañado por la sapiencia de los de siempre, dos centrocampistas que volvieron a rendir pese al salvaje minutaje al que se vieron sometidos. El equipo apenas tuvo lesiones relevantes, se encontró con el peor Barça de la década y pudo cimentar una distancia numérica que le generó respuestas poco acordes con la realidad. Los rivales mejoraron y el Real Madrid, mirándose al espejo con Champions y Liga, empeoró, empecinado en su superioridad.

Trasladar rendimientos individuales tan por encima de la media es muy complicado, porque los blancos hicieron de lo singular su rutina, una lógica que funcionó durante meses pero que lo coherente es que dejara de hacerlo. Benzema tiene 35 años y esta temporada ha estado más centrado en la puesta a punto por sus achaques que en marcar las diferencias. Vinícius, que participó en 30 goles en Liga (17 goles y 13 asistencias), está en 7+3 en el ecuador de la temporada, menos preciso que la versión del pasado curso. Modric ha regresado muy fatigado del Mundial, y uno se pregunta si ya habrá dicho basta. Solo Kroos, que manda como nadie, mantiene el tipo. Hasta Alaba, que cayó de pie, parece haberse quedado sentado en la silla que él mismo levantó.

Florentino y la junta directiva lo fiaron todo a Kylian Mbappé y cuando el francés decidió romper de forma abrupta la que parecía una unión perfecta, el Real Madrid decidió que, avalado por un doblete histórico, era mejor quedarse con el estómago lleno que buscar un alimento extra por si el invierno pegaba fuerte. La planificación ha resultado ser floja: Carvajal y Lucas lejos de su nivel, veteranos y con lesiones, Mendy (el único lateral zurdo de la plantilla) habiendo bajado sus prestaciones y lesionado y sin sustituto para Benzema, dejando un ataque cojo. Los blancos se han hecho amigos de los parches, alejando así a los jugadores de su mejor contexto. No es raro que sea Nacho uno de los mejores futbolistas en las últimas semanas, amigo como es del baile de roles y posiciones.

A todo esto, viene lo que ya hace un año estaba ahí, como una pequeña mancha que nadie miraba porque la camisa lucía impoluta. Ancelotti ha dejado mucho que desear con su gestión desde la pizarra, desprotegiendo a sus jugadores y sumiendo al equipo en un caos en el que han salido perdedores. A la hora de presionar, los blancos han sido ineficientes si no han logrado recuperar la pelota en su primer intento, y eso ha expuesto mucho a sus centrales, que salvo Militao, han salido perdedores. Con balón, el equipo ha sido muy dependiente del desborde de Vinícius, con pocas rutas para escalar zonas.

Esto era algo ya existente el pasado curso, pero el estado de Courtois y la capacidad resolutiva de la doble pareja arriba, camuflaba por completo una inercia que se negaba a mostrarse. En el fútbol rara vez aparecen los problemas de la nada, normalmente uno puede trazar un recorrido para ver cuándo nacen. Con todo, el Real Madrid sigue siendo firme candidato a la Champions y La Liga la competirá, porque muy pocos equipos aúnan talento y competitividad como ellos. La pregunta debería ser para los que toman decisiones. ¿Cuál será el siguiente paso si el estómago se vacía?