REAL MADRID

Pedro Paulo lo tenía todo para ser el 'primer Vinicius'... y acabó abriendo una peluquería en Alcalá: "El Real Madrid me renovó en el quirófano"

El extremo angoleño, que se hizo con el MVP de la Promises de 2013 y está sin equipo, repasa su carrera en Relevo.

Pedro Paulo, después de la entrevista./RELEVO/SALVADOR FENOLL
Pedro Paulo, después de la entrevista. RELEVO/SALVADOR FENOLL
June Lavín
Salvador Fenoll

June Lavín y Salvador Fenoll

"Siempre mucha gente me ha pedido hablar, entrevistas, pero yo estaba centrado en lo mío, en el fútbol". Esa es la primera de las muchas declaraciones de intenciones de Pedro Paulo Lubamba (Luanda, Angola, 2002). Desde Alcalá de Henares, donde reside junto al resto de su familia y acaba de abrir su primera peluquería, el extremo, a quien comparaban con Vinicius por su desborde y capacidad para encarar, conversa con Relevo. Lo hace lesionado, todavía recuperándose de su segunda rotura de ligamento cruzado y con la única ayuda de sus muletas. Lejos de hundirle, las lesiones le han hecho "más fuerte a nivel físico y mental". Su nombre irrumpió en 2013 en Valdebebas, cuando se hizo con el MVP de LaLiga Promises con la casaca blanca, líder indiscutible de una generación, la de 2002, bien valorada en el club.

Pedro Paulo, sobre su renovación en quirófano

"El Real Madrid me renovó en el quirófano", desliza, esta vez recordando su primera lesión de gravedad. Considerado uno de los mayores talentos de La Fábrica, rememora el consejo de Guti que lo cambió todo: "Empecé jugando de mediocentro defensivo y Guti, mientras estábamos preparando el torneo para ir a la Promises, me dice '¿por qué no intentas jugar de 8?', y empecé a jugar en esa posición muy bien. Me iba bien. Y de repente me vuelve a decir '¿por qué no lo intentas de extremo izquierdo si eres rápido, tienes uno contra uno, mucha visión...?'. Y así es como llegué a jugar de extremo, aunque ahora también juego de mediapunta". Sin embargo, y pese a la entereza emocional y física con la que ha afrontado la parte cruel del fútbol, las lesiones y sus siempre complejos procesos de recuperación, no triunfó en Valdebebas. O, al menos, no alcanzó todo lo que las expectativas, ajenas y propias, vaticinaron que lograría.

En 2018, abandonó las categorías inferiores del Real Madrid y puso rumbo al Benfica. En ese momento, y casi sin saberlo, inició su particular montaña rusa en la que también probó suerte en el Royale Union Saint-Gilloise Sub-21, Mirandés B, UD Macarena, AC Escaldes y, de nuevo Royale Union Saint-Gilloise, esta vez en categoría Sub-23. "A veces hay que dar un paso atrás para poder sobresalir y siempre digo, con toda la humildad, que no tengo miedo de bajar una categoría, porque yo siempre disfruto del fútbol y estoy feliz donde estoy", resume. A sus 23 años, y dos cruzados rotos después, no ha bajado los brazos y confía en llegar. Mientras tanto, eso sí, se cubre las espaldas y planea abrir su segunda peluquería, esta vez "en el centro de Madrid": "Va por buen camino".

Aunque no está inaugurada todavía, tiene buena pinta la peluquería, eh.

Sí, la verdad es que va todo bien. Es una peluquería que todavía no está inaugurada [aunque en el momento de la entrevista ya acoge a sus primeros clientes], porque todavía se van a hacer algunos cambios aquí mi hermano, mi primo y yo. Y estamos pensando en abrir otra en Madrid, en el centro. Va todo muy bien, por buen camino, y mi hermano y yo tuvimos la idea y se nos metió en la cabeza. La inauguración será pronto y tengo otros proyectos en la cabeza que, aunque no se pueden decir, seguro que el camino va bien.

Solo los muy frikis de la cantera del Madrid o del fútbol español sabremos quién es Pedro Paulo...

Bueno, sí [risas]. Soy un chico que viene de una familia trabajadora, ejemplar, que es una gran persona y que se puede hablar de todo con él. Soy una persona humilde y me gusta mucho trabajar. No tengo problema en hacerlo.

He visto por ahí que antes de jugar a fútbol te pruebas en fútbol sala.

Sí, sí. Realmente yo jugaba al fútbol sala, la verdad. Jugaba a fútbol sala con la gente del barrio y todo eso. Estaba muy contento y me gustaba mucho. Hasta llegué a entrenar en un equipo y, lo que te digo, estaba muy contento... Pasé a jugar a fútbol 7 y un día dije: "¿Por qué no jugar a fútbol 11?". Ahí, poco a poco, me fui interesando y la verdad es que se me dio bien. Empecé a jugar como 6, hasta que fui subiendo de posición y llegué a donde estoy hoy. Estoy muy contento con lo que he hecho, la verdad.

Tu historia tiene muchas cosas por las que preguntarte, pero vamos al torneo que lo cambió todo: la Promises de 2013.

Ese fue mi punto de salida, por decirlo de alguna forma, porque la gente me empezó a conocer y aproveché lo que supuso. A pesar de no haber ganado el título [el Madrid no se clasificó para la final, que enfrentó a Barça y Valencia], me vino muy bien. Fuimos un muy buen grupo y equipo, y los compañeros con los que me he criado ahí... Estoy muy contento por cómo se dio todo. Destaqué mucho y la gente me empezó a conocer por mi fútbol.

¿Qué sientes cuando ves en TikTok vídeos de tus regates en el torneo? Te llegaron a comparar con Vinicius.

La gente compara por lo que ve, pero yo soy yo y Vinicius es Vinicius. Tenemos características similares, cada uno es bueno en lo suyo, pero yo tengo un fútbol y él tiene otro. La verdad es que me halagan ese tipo de comparaciones y estoy agradecido porque significa que algo he hecho bien. Es un gran jugador.

¿Siempre tuviste claro que tu sueño era jugar en el Madrid?

Bueno, la verdad es que tengo una anécdota muy buena relacionada con eso, porque yo tenía un compañero que se llamaba Mika al que siempre le decía: "Yo un día voy a jugar en el Madrid". Y la gente se reía, pero yo lo tenía claro, porque sabía que algún día llegaría. Entonces, estaba un día jugando en el patio, en el barrio, y se lo volví a decir: "Un día voy a jugar en el Madrid". Y él [su amigo] no se lo creía.

Pedro Paulo, sobre su fichaje por el Real Madrid

¿Qué pasa? Que yo no era muy goleador, destacaba por jugar bien, hasta que en cuatro partidos metí 20 goles. Y te repito: yo no era muy goleador. En la tabla de máximos goleadores de Madrid salía mi nombre como tercero y la gente poco a poco se fue enterando. Yo estaba jugando en el Chorrillos, que es un equipo de Alcalá, y mi padre es muy del Atlético, que se interesó por mí. Pero yo era muy madridista y estaba esperando al Madrid, que llegó a última hora. Tenía ofertas del Atlético y del Villarreal... Hasta llegué a visitar las instalaciones [del Villarreal] y todo eso. A mi padre le tiraba más la del Atleti, pero a última hora se metió el Madrid y nos fuimos directamente allí [a Valdebebas].

Todo el mundo comenta que los primeros meses son complicados.

Sí. Empezar es un poco difícil porque cambias de un mundo a otro. La verdad es que yo siempre he tenido los pies en el suelo, sabía a dónde iba y de dónde venía, y sabía que tenía que seguir mejorando para formarme como jugador. Estaba en un sitio que es lo mejor del mundo, el mejor club. Te daban todo y lo tenías todo. Es un cambio importante, sí, pero para mí lo más importante es cómo te forman como jugador y persona, porque aprendes muchísimas cosas.

Sigo pensando en lo que me has dicho de que empezaste como '6'...

*Pedro Paulo destacó como extremo en su etapa en las categorías inferiores del Real Madrid, avalado por su desborde y descaro. De hecho, se le llegó a comprar con Vinicius precisamente por eso.

La verdad es que ha sido algo raro porque yo empecé a jugar de mediocentro defensivo. ¿Y qué pasa? Que cuando entré en el Madrid lo hice jugando como mediocentro. Guti, cuando en esa época estábamos preparando la Promises, me dijo: "¿Por qué no intentas jugar de 8?", porque me cambiaron por un jugador y me pusieron de 8 y lo hice muy bien. Y la verdad es eso, que muy bien, me iba bien. Y de repente me vuelve a decir: "¿Por qué no lo intentas como extremo izquierdo, porque eres rápido, tienes uno contra uno, tienes mucha visión...?". Me fui adaptando y en infantil ya me ponían de extremo con Roberto Rojas también y muy bien. Ahora juego como extremo y mediapunta.

Pedro Paulo, después de la entrevista. RELEVO/SALVADOR FENOLL
Pedro Paulo, después de la entrevista. RELEVO/SALVADOR FENOLL

O sea que fue Guti, ¿no?

Sí, sí. En los entrenamientos se metía con nosotros y me decía: "¿Por qué no juegas de 8 o de 10?... Si tienes mucha visión, tienes buen timing de pase y todo eso, ¿por qué no te metes?". Y yo empecé a fijarme en él, que jugaba en esa posición y a día de hoy me va muy bien.

Vives la parte bonita con el MVP de la Promises, pero también la cara amarga: te rompes el cruzado siendo muy joven.

Me acuerdo muy bien de esa lesión. Creo que fue en infantil, cuando ya habíamos ganado la Liga. Me lesioné en la segunda parte y estaba lloviendo. Además, creo que en ese partido me tocaba descansar y salí en la segunda parte... De repente, al proteger el balón, vino uno por detrás y noté un crujido en la rodilla. Nunca había sentido esa sensación. Intenté apoyar el pie pero no podía, veía que no seguía firme y me cambiaron. Los días iban pasando, tuve inflamación y cuando me hicieron la prueba del cajón me dijeron que tenía el ligamento cruzado roto.

"He dejado de hacerme preguntas... Me he preocupado por saber de qué tipo de lesión me estaba recuperando"

Pedro Paulo Futbolista

Yo me preguntaba: "¿Qué es eso? ¿Podré seguir jugando?". Y me dijeron que sí, que iba a poder volver a jugar, pero que me tenía que operar. Entonces empecé a preguntarme por la recuperación... y me dijeron que tenía que parar ocho o nueve meses. Eso me echó un poco para atrás porque es algo duro. Pero gracias a una conversación que tuve con Pepe, que también sufrió una lesión de ligamento cruzado pero se recuperó en seis o siete meses, cambié mi mentalidad. Me dio un consejo y habló conmigo. Empecé a trabajar y a fortalecer todo, también mentalmente. Me ayudó bastante

¿Y la parte mental? Es que te pilló en categoría infantil...

Siempre lo digo: doy gracias a mi familia por estar detrás de mí y por educarme de buena manera. A mi madre, a mis padres, a mis amigos... La verdad es que siempre he sabido de dónde venía y esa lesión no iba a parar mi carrera ni nada, porque yo sabía que mentalmente si empiezo a hacerme preguntas sin respuesta... Es algo muy complicado.

Ya no me hago preguntas. He dejado de hacerlo. Me he preocupado más por saber de qué tipo de lesión me estaba recuperando, del proceso que tenía que pasar. Es difícil, porque hasta los tres o cuatro meses no ves la evolución. Yo sigo trabajando y me ha ayudado bastante. Mentalmente es difícil, pero la base de todo, de tener una buena recuperación, es tener una buena mentalidad. Cuando volví al principio sí sentí miedo porque te preocupan tus rodillas, cada salto que haces... Es normal tener miedo. Fui entrenando más y la cosa iba bien. Redebuté con el cadete e iba poco a poco recuperando sensaciones: chocando, saltando... El miedo me duró tres semanas.

Fuera de cámaras me decías que el Madrid te renovó en el quirófano.

Sí, la verdad es que fue así. Me lesioné del ligamento cruzado y mi representante llegó y me dijo que tenía una buena noticia: "Vas a renovar con el Madrid". Y justo pasó eso... Yo estaba en la cama y firmé mi contrato de renovación y directamente me fui a operar. Eso demuestra la gran confianza que tenía el Madrid en mí. Estoy agradecido por eso.

Después de todo lo que se decía de ti y de la trayectoria que hasta ahora has tenido, no sé si puedes llegar a sentir que no ha sido como esperabas.

No. La verdad es que no. Cada proceso y cada paso que he dado en mi vida es un aprendizaje más. Yo era muy nuevo, era un niño prácticamente. Creo que es mejor que te pase antes [una lesión de gravedad] que después, ya siendo más mayor. En el mundo del fútbol hay de todo: gente buena, gente mala... Pero yo estoy muy agradecido, lo he dicho siempre. Y sé que cada paso que doy me lleva a algo. He pasado por muchos procesos y eso también me ha ayudado. Yo siempre he creído en mí y nunca he escuchado a la gente que me decía: "Pedro eso, Pedro aquello...". Yo siempre he creído en mí y en mi fútbol, que es de lo que más contento estoy.

En tu caso, ¿es el Madrid el que te invita a irte o es decisión tuya?

Es decisión mía. Puede sonar raro porque nadie quiere irse del Madrid, pero nosotros, siendo niños, no somos conscientes de lo que pasa ni dentro ni fuera del fútbol. Yo quería seguir jugando, pero hay ciertas cosas que pasan dentro del fútbol de las que prefiero ni hablar... Yo siempre digo que estoy muy contento de cumplir uno de mis sueños, de vestir la camiseta del Real Madrid y estoy muy contento. Te enseñan muchas cosas tanto relacionadas con el fútbol como para la vida en general. Es un club al que siempre voy a tener en mi corazón.

Siempre digo que hay que apostar por la formación y por las jóvenes promesas, porque los jóvenes necesitan siempre oportunidades, que es lo que yo buscaba para seguir creciendo como persona y como futbolista. Entonces el Benfica apostó por mí y se interesó de verdad. Tuve problemas por el transfer [problemas burocráticos] y no pude jugar hasta enero.

¿Te costó entender que tenías que dar dos pasos hacia atrás para volver a dar uno hacia adelante?

No. La vida es así. A veces hay que dar un paso atrás para poder sobresalir y siempre digo, con toda la humildad, que no tengo miedo de bajar una categoría, porque yo siempre disfruto del fútbol y estoy feliz donde estoy. La verdad es que la gente siempre piensa que bajar una categoría te hace mal o no te hace avanzar, pero es que la vida es así: tienes que bajar un escalón para poder subir dos. A veces tienes que bajar para sobresalir y luego lanzarte y cuando te lanzas nadie te va a parar.

"Me rompí el cruzado sin saber que me estaba rompiendo el cruzado... No noté el crujido ni esa debilidad"

Pedro Paulo Futbolista

¿Y cómo fue el segundo cruzado?

Terminé mi contrato en Bélgica y tenía una buena propuesta. Iba a salir y no me lo esperaba. Me rompí el cruzado sin saber que me estaba rompiendo el cruzado. Seguí jugando, corriendo... No noté el mismo crujido que en el primer cruzado. Tampoco sentí esa debilidad. Cuando ese nuevo club me hice las pruebas [reconocimiento médico], me dijeron que tenía el cruzado roto y que, teniendo en cuenta mi edad, lo mejor era operarme. Me operé con el mismo doctor que el primero y todo salió bien gracias a Dios.

¿Ha cambiado mucho la forma en la que estás viviendo este segundo cruzado respecto a la primera?

Sí. Ahora todo está siendo mucho más sencillo porque ya conozco la lesión y conozco cada etapa que tengo que pasar. No sé si es por Dios, pero la verdad es que va todo bien y sólo llevo un mes y una semana, y todo son noticias positivas.

Dime un entrenador que te haya marcado y un compañero que te haya impresionado.

Guti y Alberto Garrido. Esos dos me han marcado mucho en mi vida, porque les tenía mucho aprecio y me han hecho involucrarme más en el fútbol. ¿Y el compañero? Buf. Es que es muy difícil, tengo a muchísimos, pero puedo empezar con Miguel Gutiérrez. También están Toni Fuidias o David Cuenca, que está en el Madrid, o Lorenzo [Aguado]. Son compañeros que siempre he tenido allí, como Theo Zidane.

Dice mucho de ti que no hayas bajado los brazos porque cualquiera lo habría hecho.

Es que todo va a depender de mí porque yo siempre digo que si sigo jugando bien, a mi nivel, otras puertas se van a abrir. El jugador, al final, se fabrica su propio camino y el representante está para ayudarte a conseguir un buen contrato. Yo he tenido buenas temporadas después del primer cruzado y al final siempre acabo recuperando mi nivel y haciendo las cosas bien.

Me mencionadas fuera de cámaras también el tema de los agentes. ¿Quieres profundizar?

Yo era un niño y no sabía ni su función. Yo siempre confiaba en mi familia y todo eso la verdad es que fue algo nuevo para mí [tener un representante] y para mi familia, porque nadie en casa sabía cómo funcionaba. Ahora con el paso del tiempo ya lo hemos entendido y sabemos lo que hacen, lo que negocian. Es bueno tener uno, aunque cada vez empiezan antes, pero bueno... Hay muchas cosas que la gente no sabe y no ve desde fuera, pero es difícil confiar en una persona o en un representante que te lleve a otro equipo. La verdad es que es una parte muy difícil de entender. Yo he pasado por eso y lo he hecho joven, aunque ahora sé cómo funciona. La vida de representante es que te digan una cosa y te engañen, es complicado, pero me ha hecho más fuerte saber con qué tipo de personas tengo que lidiar.