Pellizcos, sonidos raros y mucha intensidad: un día contra Rüdiger
El defensa del Real Madrid, con su peculiar estilo, se ha convertido en una de las piezas indiscutibles de Ancelotti.
![Antonio Rüdiger, en un partido con el Real Madrid./REUTERS](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202403/04/media/cortadas/articulo-rudiger-RO23F80iXfxcnKK2e1eyXBJ-1200x648@Relevo.jpg)
Aquella imagen de Rüdiger apareciendo debajo del brazo de Haaland, después de todo el partido sin separarse del noruego, se hizo viral muy pronto: en cuanto se publicó. El defensa del Real Madrid le ganó la partida en la ida de las semifinales de la Champions League, culminó una actuación perfecta y se tomó tan en serio su férrea marca con el astro del Manchester City que resultó hasta cómico en algún momento.
Si uno se preguntaba dónde estaba Haaland, al instante aparecía Rüdiger por ahí. Al acabar el partido se dieron un abrazo: deportividad, choque de manos y a seguir. En el partido de vuelta ya nada fue igual, puesto que el alemán ni siquiera fue titular, y además el conjunto inglés selló su clasificación para la final de Estambul.
Menos de dos años después de su llegada al Real Madrid, Rüdiger ya ha dejado múltiples ejemplos de sus defectos y de sus virtudes. Este pasado sábado, por ejemplo, reaccionó rompiendo una lona de publicidad en Mestalla, tras la polémica decisión de Gil Manzano.
Así marcó ayer Rudiger a Haaland, hasta el punto de borrarlo. Impresionante. pic.twitter.com/UrP0JELo2z
— ElMadridista™ (@Madridismo7_) May 10, 2023
A sus 30 años -cumplirá 31 en marzo-, el carisma del alemán ha calado hondo en el club blanco: sus sprints con zancadas, sus disparos desde larga distancia, su intensidad y sus celebraciones junto a sus compañeros, a veces con collejas incluidas...
En Valdebebas, las bromas con Rüdiger son parte de la rutina de cada día. Casi siempre, con él como protagonista. Algunos dicen que está "loco". Y él también ha dejado alguna anécdota en el vestuario señalando que a él le gustan los compañeros que están "locos como él".
¿Cómo es ser defendido por Rüdiger?
Su forma de defender, tan intensa, ha dejado huellas en sus compañeros... de forma literal: alguno tuvo marcas en la espalda por los pellizcos de Rüdiger en defensa cuando se acerca a un rival. Otro de los delanteros que lo sufrió fue Morata, cuando el zaguero alemán le pellizcó un pezón en la última Supercopa de España.
También son habituales los sonidos o los gritos para desconcentrar al atacante cuando el alemán avisa de su presencia. En el estadio no se escuchan por el ambiente del encuentro, pero los delanteros sí escuchan cuándo se acerca Rüdiger.
Así lo cuenta Haji, futbolista de la Arandina que no tuvo que sufrir a Rüdiger sobre el verde, pero sí desde el terreno de juego. El alemán, en el banquillo durante todo el encuentro de Copa del Rey en Aranda de Duero, trató de desequilibrar a los contrarios también desde ahí.
"Cuando pasaba por el banquillo del Real Madrid gritaban mi nombre. Yo me quedaba flipando. Cuando les miraba Rüdiger se echaba a reír, así que supongo que sería él el que lo chillaría", recuerda el jugador de la Arandina, tras su partido en Copa contra los blancos.
Además de su físico, "súper, súper fino", los rivales también se acuerdan de Rüdiger por lo que les decía en el campo. Sobre todo, insultos todo el rato. El central del Real Madrid deja huella sobre cada atacante al que se enfrenta, aunque luego los que le conocen de cerca confiesan que es un tipo muy tranquilo… y hasta aburrido.
El miércoles, una nueva batalla para el zaguero alemán. Tendrá que defender a Sesko, que ya incomodó a los suyos en la ida, y será clave en el devenir del encuentro. Ancelotti y todos sus compañeros le sienten fundamental para cumplir sus objetivos. El "tipo loco" en el que todos confían.