Pesimismo en el Betis con la renovación de Guido

El Betis tiene este jueves una nueva oportunidad de agarrarse a Europa. Tras la decepcionante imagen mostrada ante el Dinamo de Zagreb en el partido de ida y con importantes bajas, el presidente Ángel Haro se ha mostrado optimista: "Tenemos muchas ganas de pasar la eliminatoria. El partido de ida fue frío en todos los sentidos. Creo que vamos a ver un Betis más reconocible. Nos jugamos mucho y si queremos seguir ampliando nuestro límite salarial cada eliminatoria que pasemos será bienvenida", indicó.

Más allá del partido, la renovación de Guido Rodríguez sigue siendo noticia. Haro se ha mostrado pesimista dado las alturas de la temporada en la que se encuentran y que el argentino sigue sin responder. "Sabéis que para nosotros es un jugador importante. En su momento le hicimos una oferta que ya ha expirado. Si él quiere seguir en el club, nos tenemos que sentar de nuevo a hablar. Ayer estuvimos juntos. Es un tipo muy comprometido y quiere recuperarse cuanto antes y siga o no, sé qué va a dar todo su esfuerzo para que el club quede lo más alto", dijo sobre el argentino.

"No está cerrado a hablar pero no de una forma contundente. Van pasando los días y el día que él quiera nos sentaremos. El fútbol es así. Cuando a un jugador le quedan menos de 6 meses de contrato, llevas un año queriéndolo renovar y el agente no quiere o te da larga, pues lógicamente puedes pensar que no renueve", añadió.

Otra de las noticias importantes que ha confirmado el presidente del Betis, es la compra, junto a José Miguel López Catalán, de un importante paquete de acciones a Manolo Castaño: "Ya está cerrado. Ayer compramos Jose Miguel y yo el paquete de Manolo Castaño. Un paquete que por lo que me contaban, quería comprarlo Joaquín Caro (accionista en la oposición). En vez de comprarlo un accionista relevante lo ha comprado otro, simplemente".

Finalmente se refirió a la polémica suscitada en el partido de ida, donde muchos socios se quejaron de la política de entradas de la entidad y en la que se pudo ver un Benito Villamarín desangelado. "Tengo que reconocer que hubo errores y así se lo he trasladado a las personas encargadas de ese área. No tanto por el hecho de cobrar porque creo que hubo precios razonables, de 10, 15 0 20 euros, sino de por cómo se limitó la activación. Hubo errores de cálculo que llevaron a que el estadio estuviera vacío", explicó.