FC BARCELONA

La pizarra de Xavi también gana Clásicos: el gol de Dembélé, fabricado en Los Ángeles e ideado por Sergio Alegre

Dembélé marcó el primer tanto del encuentro tras una acción a balón parado.

Dembélé celebra su gol en el Clásico de Dallas./AFP
Dembélé celebra su gol en el Clásico de Dallas. AFP
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Dallas (Estados Unidos).- Fue un flechazo, uno de esos amores de verano que uno recuerda para toda la vida. En el imaginario barcelonista ha brotado un nuevo nombre: Fermín López. Ya avisó unos días atrás Pedri que estaba siendo el canterano que más le estaba sorprendiendo durante la gira. Y en el Clásico explicó por qué con un mísil y otra genialidad. Cerró un marcador que Xavi valoró como ligeramente engañoso. Antes de la iluminación de Fermín, el Barça ya se había asentado en el 1-0 con el que tan cómodo se sintió el curso pasado.

El primer gol del partido fue obra de Dembélé. Apareció Ousmane ajeno a todos los rumores que le rodean, su actuación reveló el motivo por el que Xavi le entregó gran parte del proyecto. El tanto llegó en una jugada a balón parado. Una estrategia que no es nueva para el Barcelona: ya la intentó en el duelo de Copa del Rey de la temporada pasada ante el Real Madrid.

El encargado de diseñar la estrategia blaugrana es Sergio Alegre, mano derecha de Xavi junto a Óscar Hernández y una de esas piezas clave desde la sombra. Alegre prepara las jugadas a balón parado tanto en ataque como en defensa. Se apoya en el departamento de analistas que forman David Prats, Toni Lobo, Sergio García y Eloi Jordán, que a su vez se encargan de grabar y editar los vídeos propios y del rival.

Una jugada cocinada en Los Ángeles

El último año, con las incorporaciones de Lewandowski o Christensen y ahora también de Iñigo Martínez y Oriol Romeu, el Barça ganó centímetros. En el libreto de Alegre, no obstante, no todos los balones viajan por arriba. De las sesiones -y dobles sesiones- del Barcelona durante su stage en Los Ángeles, hubo dos entrenamientos en los que la tarea principal fue el balón parado. En el LA Memorial Coliseum se gestó la pizarra con la que el Barça se adelantó en el Clásico. Es un movimiento que el equipo ya había practicado anteriormente.

El Barça situó a dos lanzadores para no dar pistas al Madrid: uno para ejecutar con la diestra (Gündogan) y otro con la zurda (Dembélé). Colocó Alegre cuatro jugadores en el área más Ronald Araujo, que empujó a los blancos hacia Courtois entrando desde fuera para vaciar la zona de Pedri. Tampoco es casualidad la posición de De Jong, que genera un tres contra dos para los blaugrana.

Gündogan en el momento en el que se dispone a entregar el balón a Pedri.
Gündogan en el momento en el que se dispone a entregar el balón a Pedri.

Si la jugada sale es porque, en gran parte, Courtois coloca en la barrera a Vinicius y Rodrygo, dos jugadores que no destacan por una mirada -que no mentalidad- defensiva. El Barça era consciente de ello. Una vez el balón llega a Pedri, los dos delanteros blancos 'desconectan', se destensan. Dembélé gestiona bien los tiempos de la jugada: hace una curva hacia campo propio para hacer creer que será un receptor en corto para el canario y al segundo cambia de dirección. En el lado contrario, Balde queda abierto para fijar lo máximo posible a la defensa. Y lo consigue atrayendo a Carvajal.

Momento en el que Pedri recibe y Dembélé se desmarca.
Momento en el que Pedri recibe y Dembélé se desmarca.

Pedri termina encontrando a Dembélé justo donde la pizarra indicaba. El francés controla y dispara, pero el Barça tenía preparado hasta otro paso, una alternativa más, en caso de no poder finalizar la jugada. Lewandowski termina atacando el primer palo -un movimiento que Xavi pide insistentemente a sus puntas-, Christensen el eje y Araujo acaba en el segundo palo. Las tres zonas de remate, cubiertas.

Además, voluntaria o involuntariamente, Oriol Romeu bloquea por la espalda a Camavinga para que el centrocampista no pueda verle y Ousmane pueda recibir con más el medio segundo extra que le permite acomodarse bien el balón.

Dembélé está a punto de controlar el balón.
Dembélé está a punto de controlar el balón.

Ha insistido Xavi durante mucho tiempo en que el equipo necesita reforzarse en tres cuartos de campo. Mejorar la cifra goleadora es uno de los retos de cara a esta temporada. Aunque si defensivamente el equipo replica el rendimiento de la temporada pasada -y esa esencia de supervivencia con la que se reencontró en el Clásico- las jugadas a balón parado pueden ser fuente de muchos puntos en el día a día. El Barça 2.0 de Xavi comienza a carburar.