ÁRBITROS

La polémica también amenaza a los árbitros y a sus puertas giratorias: "¿Qué queremos, que se retiren a los 45 años y se mueran de hambre?"

El 'Caso Munuera' hace que se ponga más el foco en las relaciones profesionales de unos colegiados que suelen acabar en la RFEF, el CTA, las Territoriales, LaLiga, en clubes, en los medios, en política...

Munuera Montero, en un reciente partido. /GETTY
Munuera Montero, en un reciente partido. GETTY
Alfredo Matilla

Alfredo Matilla

La expresión "puerta giratoria" está muy ligada a la política como transcripción del inglés revolving door y designa de forma coloquial y negativa el hecho de que un alto cargo público se marche a trabajar a una empresa privada, obteniendo beneficio de su anterior ocupación y produciendo conflictos de interés.

En el deporte en general, donde todo cala, y en el estamento arbitral en particular, estas suspicacias también estuvieron siempre presentes. Por poner uno de los últimos ejemplos donde apareció el debate, es lo que Luis Rubiales le achacó a Miguel Cardenal cuando el expresidente del CSD fichó por Mediapro con el Real Decreto Audiovisual aún coleando y tuvo que justificar su movimiento con una contundente tribuna libre. Ahora han sobrevolado de nuevo esas dudas con motivo de las supuestas irregularidades por las que se ha investigado —sin encontrar nada punible— a José Luis Munuera Montero (Jaén, 1983).

La implicación del colegiado en activo en la sociedad Talentus Sports, que presta servicios a entidades deportivas mediante la consultoría y la gestión, se ha puesto en solfa en mitad de una polémica que ya le había señalado en el campo. Un runrún que, desde un gremio que habita en la diana, ven la mano del Real Madrid meciendo la cuna. Sobre todo, por el hecho de que haya coincidido este escándalo, y la publicación de la noticia, con los errores a favor del Espanyol hace unas jornadas, con la expulsión del protagonista a Bellingham en Pamplona y con la visita a Las Rozas de José Ángel Sánchez —director general blanco— para escuchar los audios de Cornellà. Sea como fuere, hay una cosa clara: los árbitros ya no sólo están amenazados por lo que hicieron en el pasado (si son de un equipo u otro) y sus acciones en el presente (alguna roja sacada o perdonada), sino también por sus planes de futuro.

El arbitraje viene de donde viene. Y pese a que el modo de proceder de los trencillas se compara con el de un trabajador cualificado al uso, hay importantes diferencias entre ellos. Los colegiados, más allá de que pueden ejercer hasta los 45 años o los 47 en la mejor de las excepciones, y no hasta los 67, han trabajado por cuenta ajena hasta el 2020, cuando por fin se les consideró profesionales y pasaron a cotizar a la Seguridad Social. De ahí que, según los expertos, se den dos situaciones que den sentido a la actualidad en la que se manifiesta una hiperactividad heredada desde la juventud como medida preventiva. Antes, siendo amateurs, tuvieron que compaginar la élite con otro oficio para poder comer. "Dormíamos en carretera y nuestros hijos sólo nos veían el pelo por la tele",aseguraron a Relevo hace nada Soriano Aladrén, García Aranda y Rafa Guerrero. Y ahora, cuando algunos de los que siguen en activo ya habían arrancado proyectos empresariales para complementar sus ingresos futbolísticos, mantienen ambas tareas, por ser lícito y previsión, pese a tener un sueldo de hasta 300.000 euros.

Una comparecencia de los árbitros de los últimos años en la Federación.  GETTY
Una comparecencia de los árbitros de los últimos años en la Federación. GETTY

Frenar algo que funciona —pese al qué dirán— y donde se ha invertido tiempo, esfuerzo y dinero es complicado. Y, además, hay un hecho irrefutable a vigilar: el día que los colegiados se vayan a casa y cuelguen el silbato les quedarán 20 años de vida laboral por delante. "Esperar a ser emprendedor a una edad mucho más avanzada, cuando uno ya no está en el terreno de juego, sería mucho más complejo que empezar a labrarte el futuro desde mucho antes. Es algo normal", recalcan varios excolegiados que, pese a quien siempre presta sus dos apellidos para expresarse, hoy prefieren no mezclarse en este caos.

Pero la unión en este asunto es incontestable. De ahí que desde la Federación, el propio Comité Técnico de Árbitros y un gremio al que siempre defienden sus integrantes, estén en activo o retirados, se repiten un par de frases con las que no se descartan que algunos hayan serigrafiado lonas para su jardín. Una es tan socarrona como cruda: "¿Qué queremos, que los árbitros se retiren a los 45 años y se mueran de hambre?". La otra parece un lema que deben tener bastante interiorizado en Las Rozas como herramienta de autodefensa: "¿Y los periodistas, como en otras muchas profesiones, no utilizáis las puertas giratorias? Porque vemos ejemplos todos los días... Uno de un periódico sale en la tertulia de otro grupo. Otros se acomodan en una institución de la que escribían a diario hace una semana...".

Ejemplos para comparar

Urizar Azpitarte, voz súper autorizada, porque además de ser el hombre que más Clásicos ha pitado en la historia ha aglutinado hasta 13 empresas en su trayectoria, da otro apunte con el máximo respeto: "Una cosa es que, por ejemplo, un colegiado quisiera promocionar un reloj, porque esa marca le paga, y saliera al calentamiento con él en la muñeca para lucirlo. Pero es que no hay nada de esto. Aquí todo el mundo compagina el fútbol con los negocios. ¿O se dijo algo cuando Vinicius o Mbappé compraron un club? ¿O a Piqué por jugar y tener sus empresas que operan en el deporte? ¿O a todo aquel que graba anuncios publicitarios? Con los árbitros vale todo con tal de echar mierda e intentar desprestigiar".

Sin duda que no han ayudado nada al calentamiento global alrededor de los árbitros esos pagos de 1,4 millones de euros efectuados por el Barça a DASNIL 95 SL, empresa de José María Enríquez Negreira, vicepresidente del CTA, desde 1994 hasta 2018. Por eso la controversia, que se quiera o no sigue ahí, será muy difícil de espantar. Mientras que la ley ya regula la transferencia a la política de los jueces que conviven en los tribunales (árbitros con toga), en el fútbol sólo hay obligaciones sujetas a normas acerca de la no concurrencia laboral cuando están en activo. Fuera del paraguas federativo del CTA, no existen las cláusulas de no competencia post-contractual como hay en el alto funcionariado. Sólo opera la moral.

Los límites en el conflicto de intereses quedan marcados por la cláusula 15 de los contratos que firman cada uno de los colegiados en su relación laboral con la RFEF, donde se habla de la exclusividad, y además en el artículo 9.1 del Código Normativo. Ahí se establece que los árbitros deben evitar intereses secundarios que puedan interferir en el cumplimiento de sus obligaciones profesionales como principio fundamental para garantizar la imparcialidad, integridad y confianza en el trabajo arbitral. Fin. Después de eso ya entra en juego la ética. Y pese a la legalidad, siempre aparecen las suspicacias.

Por ejemplo, cuando los colegiados retirados pasan a trabajar en los clubes como delegados aprovechando el hecho de que en activo no les habían dirigido al ser paisanos y estar colegiados en su federación territorial. Daniel Zariquiegui, navarro, fue el precursor en Osasuna. Tras debutar en Primera con 25 años, pasó a ser directivo y delegado rojillo. "Sabía convivir con los jugadores, les llevaba el aire fenomenal, animaba los viajes. Era el delegado perfecto", llegó a decir de él el histórico técnico Pedro Mari Zabalza.

Entrega de las escarapelas internacionales a los colegiados en diciembre de 2024.  GETTY
Entrega de las escarapelas internacionales a los colegiados en diciembre de 2024. GETTY

En la era moderna llegó el turno del caso más mediático después de 14 temporadas en la élite, el de la incorporación de Megía Dávila al Real Madrid en la temporada 2009-2010 —tras no superar las pruebas físicas con 43 años— con aquella portada incluida de Marca tan sonada: "Soy del Real Madrid desde pequeño". Comenzó sus funciones orientando a todo el club en Valdebebas con todo aquello relacionado con el arbitraje y, tal fue su implicación, que acabó sustituyendo como delegado de campo en el mismísimo Santiago Bernabéu al mítico Agustín Herrerín en 2017. En 2019, según un completo estudio realizado por El Periódico de España, había 11 exárbitros repartidos entre clubes de Primera (3) y Segunda (8). Y luego esa tendencia siguió manteniéndose e incluso fue al alza. Mejuto González en el Getafe, Paco Santamaria —ya jubilado— en el Valladolid, Ansuategui Roca en el Villarreal...

Otras formas de seguir activos

Los árbitros, más allá de involucrarse en sus clubes del alma, han ido teniendo cabida en puestos de responsabilidad dentro de la Federación y el CTA con toda la lógica del mundo, dada su experiencia en esa especialidad. Elegir a licenciados de otras materias al frente de esa nave sería tan osado como poner a dirigir una radio a un arquitecto antes que a un periodista. Dos ejemplos de entre los muchísimos que trabajaron, trabajan y seguirán trabajando en la Ciudad del Fútbol son los de Medina Cantalejo y Clos Gómez, continuamente en la picota hasta el punto de que serán destituidos. Los árbitros también han pasado por LaLiga como designadores (López Nieto), por las Territoriales o por las instituciones internacionales como FIFA y UEFA. Hicieron sus pinitos hasta en política (Undiano Mallenco, González Vázquez y Estrada Fernández siguieron los pasos del juez Garzón). Pero, sobre todo, en los medios de comunicación como comentaristas especializados, teniendo que pasar a juzgar a sus excompañeros. Lo de Jacinto de Sosa Martín fue más especial: llegó a escribir columnas en el diario Pueblo en activo y tuvo que dejarlo por ese conflicto de intereses señalado que lo arrinconó.

Ha sido en el VAR donde se ha abierto la mayor posibilidad a continuar en activo en relación con fútbol. Es lo que algunos, con mala baba, han llamado "un nuevo plan de pensiones". Desde que en 2018 el videoarbitraje se puso en marcha —en agosto en Primera y al año siguiente en Segunda— después del éxito del Mundial de Rusia, han sido muchos los árbitros que han alargado su carrera y han pasado del verde a la sala VOR. Álvarez Izquierdo fue el primer árbitro específico de VAR en esos dos años extra permitidos. Y por ese cuerpo especial, por el que pasaron tanto árbitros como asistentes, también aparecieron Jaime Latre, Estrada Fernández, González González, Iglesias Villanueva, Medié Jiménez…

Otros muchos, la mayoría, como hicieron sus maestros en el siglo pasado y por lo que ahora se mantienen ocupados, prefieren regresar a las fuerzas y cuerpos de seguridad de las que surgieron, a sus labores como comerciales o como sus pasiones como profesores. Saben que la única manera de dejar la polémica atrás es alejarse lo máximo posible del balón y del área de influencia de los clubes más grandes.