Laporta bajó a vestuarios y pidió explicaciones al árbitro tras el Clásico

Como cualquier Clásico (3-1), la polémica tuvo un espacio protagonista. En este caso fue el FC Barcelona el equipo que más se quejó de las decisiones de Sánchez Martínez. Tanto es así que hasta el propio presidente, Joan Laporta, bajó a vestuarios tras el partido y le pidió explicaciones al Sánchez Martínez por algunas jugadas, tal y como el propio árbitro manifestó en el acta del partido.

"Una vez finalizado el partido y encontrándonos el equipo arbitral dentro del vestuario, accede a él el presidente del FC Barcelona, D. Joan Laporta Estruch, solicitando explicaciones de forma reiterada sobre algunas situaciones del partido. Ante estos acontecimientos, fue invitado a abandonar el vestuario arbitral, sin más incidencia", firma el colegiado del comité murciano.

El árbitro tuvo que necesitar la ayuda del VAR para ver el penalti que Eric García le hizo a Rodrygo al final del partido. Se le mandó detener el encuentro ya que la infracción era clara (pisotón en el tobillo), pero se tuvo que tirar la línea para comprobar si el brasileño estaba en fuera de juego. Finalmente, la imagen mostrada por la realización dejaba claro que estaba en posición correcta. El propio jugador convirtió la pena máxima.

La jugada que más protestaron los futbolistas visitantes fue un posible penalti sobre Lewandowski. El polaco entraba en el área en la segunda mitad, con el partido 2-0, y era tocado ligeramente por Carvajal. Xavi y todo su banquillo salieron como resortes para pedir explicaciones tanto a Sánchez Martínez, que tuvo que acercarse a poner calma, como a su cuarto árbitro. El VAR no mandó al árbitro a la pantalla, por lo que consideró que su señalización era correcta.

Otra acción que algunos aficionados en redes sociales señalaron fue un golpe de Alaba a Lewandowski con el brazo en la disputa de un balón. Algunos aseguraban que se trataba de una agresión, mientras que otros indicaban que podía ser penalti, aunque la imagen da entender que el contacto se produce fuera del área. No se señaló nada.

Por parte del Real Madrid la principal queja vino por la continuas faltas que recibieron sus futbolistas. Sánchez Martínez señaló la mayoría de ellas, pero los jugadores blancos y la grada pidieron amarillas en varias de ellas que no se enseñaron. Finalmente los locales acabaron con 11 faltas por 12 de los visitantes, mientras que ambos equipos vieron dos tarjetas.