BALÓN DE ORO

La frase que recorría La Masia cuando Lamine tenía 11 años: "Acabará ganando el Balón de Oro"

El blaugrana levanta en París su primer gran premio individual, el Kopa. Aquellos que le vieron crecer cuentan que ya desde pequeño prometía un potencial muy alto.

Lamine, en la gala del Balón de Oro./EFE
Lamine, en la gala del Balón de Oro. EFE
Jordi Cardero

Jordi Cardero

Lamine Yamal ha vivido su primera noche de gala. De corto, cada vez son más las tardes que han quedado grabadas en el recuerdo de tantísimos aficionados. La más reciente, la goleada del Barça en el Santiago Bernabéu con un derechazo, un registro más, del de Rocafonda. En una noche de verano, el golazo ante Francia, a ojos de Rabiot. En la capital gala ha recibido el Kopa, el premio a mejor jugador joven de la temporada. Además, ha sido el candidato más joven al Balón de Oro.

En las reuniones semanales de La Masia, el de Lamine siempre fue un nombre recurrente. Llegó a la cantera blaugrana con siete años, de La Torreta, y necesitó muy poquito para poner muy arriba las expectativas. Los primeros dos años fueron de consolidación. "Al principio, Marc Bernal, que tenía un gran disparo, marcaba más goles que él", recuerdan en Can Barça. Bernal llegó a ser su capitán en un equipo donde también estaba Pau Cubarsí.

Todos los consultados coinciden en que fue a partir de la categoría alevín cuando Lamine empezó a destacar. Es la etapa donde comienzan a aparecer el grueso de representantes que ofrecen sus servicios a los canteranos. "Es lo más gordo que he visto nunca", señala un agente. "Yo siempre dije que sería el siguiente Messi. Le he visto hacer cosa que no le he visto nunca hacer a nadie", añade otro.

"Con 11 años ya se comentaba que en el futuro ganaría el Balón de Oro", cuenta alguien con historial en La Masia. "Le he visto hacer trajes de todos los tipos, siempre ha tenido un repertorio muy grande", asegura otra persona. En los últimos días, se la ha visto confirmarse como un especialista con el exterior, hacer caracoleos y tirar caños contra el Bayern y mojar en el Bernabéu. "Le da igual dónde juega, si ante 500 o 50.000 personas", dice alguien que le conoce bien.

«Sabías que si le llegaba el balón a él, te crujía»

Lo sabe bien Gulli, que lo ha ido sufriendo durante varios años defendiendo la camiseta del Santboià. "En benjamines tenía tendencia a jugar por dentro, se iba de tres o cuatro jugadores en muchas acciones. En infantiles alternó con el extremo a pierna cambiada y de nueve. En el Cadete A ya dio el salto definitivo, despuntó muchísimo. Ya se veía que era algo muy serio. Verlo delante impactaba, sabías que si le llegaba el balón a él, te crujía. Lo que pasa ahora", relata el futbolista.

Una de sus tardes más recordadas fue una final de Copa Catalunya en categoría cadete contra el Sant Andreu. Lamine marcó un gol y se destapó jugando entre líneas. También brilló Arnau Pradas, actualmente en el Juvenil A, con tres tantos. Participaron Diego Kochen, Héctor Fort, Pau Prim, Alexis Olmedo, o Adam Aznou, que se reencontró con Lamine en el partido de Champions contra el Bayern.

 

El Barça y el staff de Xavi quiso ir poco a poco con él. En la pretemporada en que explotó Fermín, Lamine pasó de puntillas. Apenas disputó algunos minutos. Unos días después, en el Gamper contra el Tottenham, explotó como Leo Messi lo hiciera contra la Juventus de Capello. Trataron de evitar cualquier tipo de comparación entre ellos, pero al final se volvió algo inevitable. Ahora ya escribe su propia historia.

En el club se sabía que Lamine acabaría siendo "algo muy gordo", pero nadie pensaba que el impacto en la élite sería tan inmediato. En poco más de un año se ha erigido como un futbolista clave del Barcelona, ha ganado una Eurocopa y ahora, también el Kopa. Lamine empieza a llenar su piso, donde recientemente se ha mudado, cerquita de la ciudad deportiva, con los primeros premios individuales.