ATHLETIC CLUB

Los primeros días del 'Elefante' Sannadi: Paciencia para retener la ilusión desmedida de su fichaje

El nuevo fichaje rojiblanco ha aterrizado en Lezama con mucha ambición, aunque en el club no quieren correr con él.

Maroan Sannadi posa junto al busto de Pichichi./EFE
Maroan Sannadi posa junto al busto de Pichichi. EFE
Patxo De la Rica

Patxo De la Rica

"Llevo 24 años preparándome para esto". Esta frase de Maroan Sannadi en su presentación como nuevo jugador del Athletic Club define a la perfección lo que está viviendo el joven delantero, que ha pasado varios años a las puertas del fútbol profesional, pero ha tenido que esperar su oportunidad. Le ha llegado tras "romper el techo" que se le intuía desde que aterrizó en el Alavés en 2020 y se puso en manos de Bittor Llopis, hoy entrenador del segundo filial rojiblanco. Cada gesto, cada mirada, muestran esa hambre que tiene por demostrar que está listo para el reto. Hoy, frente al Girona, tiene muchas opciones de poder debutar ante su gente.

"Le estoy viendo muy bien. Es un perfil que nos viene bien, está rodado y puede jugar en cualquier momento", adelantó Valverde ayer. Los primeros entrenamientos lo han confirmado. En el vestuario están impresionados con su ambición e intensidad y, sobre todo, celebran la humildad con la que ha entrado en el grupo. Sin estridencias, escuchando, acercándose a los más jóvenes... pero con el hambre de un joven que quiere comerse el mundo. Iñaki o Sancet ya le demuestran su cariño públicamente en redes sociales, pero aún más importante es cómo se le ha acogido en el grupo, aconsejándole y haciéndole entender la trascendencia que supone el paso que ha dado en su carrera.

Quienes mejor le conocen hablan de un chico responsable y cariñoso, pero también necesitado de un entorno que le guie y le ayude en su camino. Lo tiene. Hijo de una matrimonio que llegó a Euskadi y luchó por ofrecer a sus cinco hijos una vida mejor, sabe bien lo que es pelear por sus sueños y que hay que trabajar mucho para conseguirlos. Por eso, él es muy contundente cuando se refiere a esta oportunidad que ha venido soñando en los últimos años y que por fin tiene en sus manos. Lo demuestra la impresión que le causó entrar en el vestuario de San Mamés y ver su nombre en la camiseta y en una de las taquillas.

Por el momento, desde el club se quiere frenar la ilusión que se ha generado en el entorno. La afición está ansiosa por verle y se espera un recibimiento apoteósico cuando debute en San Mamés. Maroan Sannadi tiene carisma y supone, además, un paso más en la historia del club al convertirse en el primer jugador con raíces marroquíes que forma parte de la primera plantilla. Una multiculturalidad que se celebra y que personifica el cambio social que se vive en Euskadi. El vestuario rojiblanco siempre ha sido un reflejo de la sociedad vasca y este es un paso adelante, como lo fue el ascenso de Jonás Ramalho al primer equipo o el primer gol de Iñaki Williams.

Un aspecto social con mucho peso para las nuevas generaciones, que unido a su portentoso físico suponen un combo que tiene a la afición expectante. Nadie duda de que el recibimiento que tendrá en San Mamés y por ello el club quiere frenar las expectativas. "Pido por favor que tengamos paciencia", dijo Mikel González este pasado miércoles, consciente de que el salto desde Primera RFEF a un club que lucha por acceder a la Champions League y sueña en los octavos de la Europa League es enorme.

"El balón va muy rápido", dijo Maroan sobre sus impresiones iniciales, reconociendo que el ritmo al que debe enfrentarse ahora es muy superior a lo que ha vivido en su carrera. Por el momento, en las primeras sesiones de entrenamiento se está adaptando y Ernesto Valverde no quiere tener prisa. Está convencido de que puede aportar en determinados contextos, pero no quiere exponer al futbolista a una presión excesiva. Por eso no le hizo debutar en el Benito Villamarín, donde llegó con un solo entrenamiento. El plan era esperar, pero las buenas impresiones del técnico y las bajas favorecen que esta tarde pueda debutar.

El Elefante con cara de niño

En Barakaldo, donde Maroan ha impresionado a todos con sus goles en estos meses, lucía una pancarta que le definía como el Emperador. Otros se refieren a él como el Rinoceronte, por su portentoso físico y su potencia en carrera. Pero él tiene claro cuál es el mote que más le agrada. "He tenido un entrenador, Bittor Llopis, que me empezó a llamarel Elefante africano, me fue bien esa temporada y desde entonces se quedó lo del Elefante africano", respondió en su presentación.

En el vestuario rojiblanco le han recibido con los brazos abiertos y ya ha tenido que asumir también las primeras bromas. Su cara de niño ha sido motivo de algún vacile para hacerle partícipe del buen ambiente que reina en un grupo muy unido y en el que ha encajado a la perfección. Es cierto que se le ve juntarse más con los jóvenes del Bilbao Athletic, como en estas semanas son Endika Buján y Aingeru Olabarrieta, que forman parte de los entrenamientos por las bajas en los extremos, pero ha caído de pie.

Los compañeros, además, están convencidos de que su fichaje aporta frescura y hambre, así como un perfil necesario en la plantilla. Un delantero 'tanque' que en determinadas situaciones de los partidos puede ser muy útil. Todos celebran su llegada, pero también advierten, en público y en privado, de que hay que tener mucha paciencia. Mientras, San Mamés se prepara para regalarle su primera gran ovación.