Quique mantiene su plan de rescate y aboga por el resultadismo hasta lograr la permanencia
"Ojalá podamos quitarnos esta realidad, en los partidos que vienen ahora, para terminar de otro modo", ha dicho ante los medios.

El Sevilla vuelve a jugar otra final por la permanencia. Sí, otra más. En esta ocasión ante Las Palmas buscando dejar casi certificado un objetivo inimaginable, para poder empezar a afrontar el futuro lo antes posible. Desde el banquillo, buscar una tranquilidad que le ofrezca la posibilidad al cuerpo técnico de sacar algo más a esta plantilla.
"No nos justificamos nosotros ni a los jugadores. Somos conscientes de lo que limita estar en una situación angustiosa. Estos chicos salen a jugar con un problema importante porque tenemos a nuestras espaldas un club histórico y con miles de almas detrás. ¿Cómo no va a oscurecer eso el talento? Ojalá podamos quitarnos esta realidad, en los partidos que vienen ahora, para terminar de otro modo. Queremos de alguna manera ir certificando resultados positivos y donde los jugadores demuestren que jugar en un estado de esperanza y optimismo es mejor que jugar con angustia. Sabemos lo que debilita eso y le quita a los jugadores.Que los jugadores puedan demostrar en el tramo final que ellos tienen un potencial infinitamente mejor del que vemos cada partido", ha dicho Quique.
Hoy se le ha vuelto a preguntar por su futuro. Nada ha cambiado. La dirección deportiva no tiene claro el mejor inquilino posible para el próximo curso y es por eso que todavía no tiene cerrada la puerta. "Sabéis mejor que nadie cómo funciona la credibilidad del entrenador. Todo cambia mucho y muy rápido. Sólo me importa ser buena persona y ser buen entrenador. Sincero, honrado y terminar bien la temporada con el Sevilla. Transmitir con nuestro trabajo que lo que hacemos se hace honradamente. En números no estamos tan mal, a pesar de haber regalado muchos partidos en el mes de enero. Los números no están siendo tan malos a lo que es un plan de rescate y no al modelo de juego por la forma en la que te encuentras al jugador. Que nos juzguemos mucho lo que queda de temporada, que seamos un poco menos duros", ha reflexionado.
Dos semanas después de aquellos insultos racistas recibidos en el Coliseum, el entrenador del Sevilla se ha mostrado optimista con la posibilidad de que algún día haya una solución a estos lamentables episodios: "Va a tener solución. Vuestros hijos o vosotros jóvenes llegaréis a verlo. Nuestra gente sacará a los indecentes de los estadios de fútbol. Toda esa gente que incomoda y afea el espectáculo, se quede fuera del mismo. Que nadie transmita ira, rabia o enfado".
No se ha cortado al hablar de la relación que mantiene con Sergio Ramos, al que ha vuelto a elogiar ante los medios de comunicación: "Como llevamos el mismo tiempo entrenando y él jugando. Parece que hemos sido compañeros. Hablamos mucho de los tiempos y de lo que están cambiando. Entreno a un excelentísimo jugador. Que bueno sería para el Sevilla que Sergio continuase. Es un brazo armado dentro del campo para un entrenador". Tampoco, cuando ha hablado sobre el estado de salud de Mariano Díaz: "Cada día entrena mejor. Sabe entrenar con dolor. Está sufriendo. Nos lo comunica y hace un esfuerzo. Pero sigue lastimado".
Le quedan ocho finales a los sevillistas. Por su estadio tienen que pasar rivales en apuros como Mallorca, Cádiz o Granada, mientras tiene salidas difíciles, como contra el Villarreal, el Athletic y el Betis. Primero, Las Palmas y de reojo, una cita importante para toda la ciudad, la Feria. "El fútbol funciona así. Como no ganemos la Feria la van a pasar en casa. Ganar es un premio para todos. Si hay Feria será producto que nos la merecemos. Si no nos la merecemos, pues no habrá", explicaba entre risas. Veremos si los pequeños objetivos del madrileño se cumplen.