Rafael Gordillo Vázquez, el vendaval con el que ya no podrán jamás

Rafael Gordillo Vázquez suena a Betis. Una leyenda que recorre el mundo entero o la banda izquierda de principio a fin. Cardeñosa, otro mito, levanta la cabeza. Y el 'Gordo' corre que te corre. Del césped a los despachos. O al palco. El lugar que necesite el Betis. Trece barras de las que una nace en el Polígono. El Vendaval, todos en pie. Su bonhomía lo hace querido por todos. En Andalucía y más allá de Despeñaperros. Internacional y del Real Madrid. La 'Quinta de los Machos'. Tan importante como la del 'Buitre'.
No se puede elegir mejor figura para el Betis del futuro. Espejo de miles de béticos, ahora también lo será de todos los canteranos. De ahora y de los que estén por venir. La ciudad deportiva del futuro, la que marcará el devenir de la entidad heliopolitana, con el nombre de uno de sus símbolos. Probablemente -o no, pero a él no le gustaría ese foco- ni el mejor ni el más grande pero sí el que mejor la representó. Con las medias bajas. Con esa imagen inconfundible aunque sea de espaldas. Como la de su partido homenaje.
Gordillo es Betis. Ha hecho, hace y hará Betis. Por su cercanía, tan lejana a este fútbol de hoy. De Matalascañas a El Puerto. No le hacía falta irse más lejos. "No te retires Joaqui, que luego te arrepientes", como consejo de amigo para el que es su sucesor en el panteón bético. El primero que le dio un abrazo y se emocionó casi tanto como él. Muchas horas de confidencias compartidas. De mito a mito.
Del Siete Pulmones al Vendaval. De Luis del Sol a Rafael Gordillo. El mejor homenaje posible, un acierto pleno del actual consejo de administración. El Betis contemporáneo no se puede entender sin Rafa. El hombre nombrado por la juez Alaya, que atendió bien los consejos de los que tenían llegada. El que dio el paso en el momento más complicado. El mismo que decidió dar un paso al lado con el Betis otra vez en Primera. Ahora su nombre será eterno. Más eterno. Que el Benito Villamarín siempre será la tierra donde no pueden con él.
El '3' de todos los tiempos. El que siempre estuvo cuando el Betis lo reclamó. Patrimonio de todos los béticos. De los que lo vieron ir y volver. De sus centros de rosca. De sus amigos. En la cima y en la sima. Manquepierda. Siempre Rafael Gordillo Vázquez.