BARCELONA 4 - GETAFE 0

Raphinha tira de un Barça que no se rinde

El brasileño regresó a la titularidad y empujó con un gol y una asistencia a un Barça que dormirá a cinco puntos del Madrid.

Raphinha celebra el gol./AGENCIAS
Raphinha celebra el gol. AGENCIAS
Jordi Cardero

Jordi Cardero

El Barça finalmente se liberó. Hacía ya muchos partidos que los de Xavi no lograban despegarse en el marcador para disfrutar de la pelota en lugar de sentir agonía. Y ante el Getafe, en el que apuntaba a ser un partido bronco que pondría a prueba su paciencia, mostraron su versión más madura. Con un Raphinha que volvió a sonreír, un Gündogan que dejó otro gran partido y un De Jong que lideró y anotó. Fermín -y pocos se lo merecen más que él- hizo el cuarto.

Marcó el primero Raphinha y tuvo el Barça ocasiones suficientes como para acercarse a escenarios más tranquilos. Los blaugrana, acostumbrados a jugar con fuego, se autoconvencieron, como ya mostraron durante tramos en Nápoles, de que el fútbol puede ser más alegre y un camino hacia la victoria. Montjuïc terminó coreando el nombre de Xavi. Raphinha no tira la toalla. Tampoco un Barça que dormirá a cinco puntos del Real Madrid.

RAPHINHA

👏 Mis 'dieses'

Regresaba Raphinha a la titularidad, ya recuperado de la lesión y tras ocho inicios consecutivas de Lamine. Con los precedentes de Pedri y Ansu y los infortunios de Gavi y Balde, Xavi sentó a la joya de la cantera. Saltó el brasileño ajeno a todo lo que le rodea, con la intención de ayudar al equipo ante el Getafe y quién sabe si al club en verano. Un nuevo look con cinta ronaldinhesca insinuaba que el brasileño estaba con ganas.

De él nació el movimiento marca de la casa que siempre suma al ataque blaugrana: la diagonal sin balón que sirven con gusto los centrales. Koundé ya había insistido un par de veces hasta que a la tercera Raphinha dejó atrás a Djené y anotó el primero. Antes del descanso, una jugada calcada en la que tuvo demasiado tiempo para pensar. Tanto, que un mal último toque lo obligó a chutar con la diestra y bien lejos de la portería.

En el descuento, una jugada idéntica en la que erró el pase al segundo palo a Joao Félix en el que habría sido el 2-0. Al inicio del segundo tiempo, dejó solo a Christensen para que asistiera al portugués. Luego, dejó en bandeja a De Jong el tercero. Cuando Raphinha es capaz de alejarse de los casis que tienden a ensuciar los partidos, se convierte en un futbolista capaz de aportar y mucho a los de Xavi.

CHRISTENSEN

👀 Poco se habla de…

Durante su primera temporada, Xavi usó en repetidas ocasiones el término "pulcritud". Y a Christensen, viendo el fútbol de espaldas, a veces le falta un puntito. Su juego, con falta de rodaje como mediocentro, no siempre es limpio. Pero poco a poco va dando la razón al entrenador en el hecho de haber apostado con él en la sala de máquinas. Christensen da empaque y hasta algo más que eso. Nada más comenzar la segunda mitad, en una gran jugada colectiva, el danés fue acompañando la jugada hasta situarse como interior, desmarcarse y asistir como tal.

Xavi, sobre la nueva posición de Christensen.

ILAIX MORIBA

😬 No me ha hecho cambiar de opinión

Pasa el fútbol tan rápido que parece que se haya cumplido una década de la marcha de Ilaix Moriba del Barça. Su agente y su padre le presentaron la oferta del Leipzig como la oportunidad de dar un salto -antes ya habían llamado Chelsea y City a la puerta- pero no sabía que el salto era al vacío. Lo ha rescatado Bordalás, a los 21 años y con toda una carrera por delante. En un fútbol tan precipitado los 20 ya suenan a sueños rotos.

Ilaix ha vuelto a empezar. Lo ha hecho, como ha mostrado el Getafe en Montjuïc, en planteamiento minimalista con balón. En las pocas ocasiones que tuvo, aceleró con el enorme motor que tiene como físico. En presión, un feligrés de su entrenador. Como ya hizo Aleñá, Ilaix se ha convertido al bordalismo para volver a escalar. Estaba llamado a ser uno de los líderes de la nueva hornada de canteranos. En Montjuïc se le presentó en frente el futuro que rechazó. Se marchó con un atronador abucheo de todo el público.

EL GESTO DE CUBARSÍ

📀 Mi 'bonus track'

La última jugada antes del descanso pudo haber sido el 2-0 para el Barça. Raphinha entregó un mal pase a Joao Félix y todo quedó en nada. Cuando el árbitro pitó el final, el brasileño maldijo su mala entrega golpeando el césped. Se quedó de cuclillas, mirando el suelo. El primer compañero que se le acercó a animarle fue Pau Cubarsí. Un gesto pleno de significado. La personalidad no solo se mide con balón. Aunque en lo futbolístico su nivel es sencillamente el de un central titular del Barcelona. Partido espectacular del defensa de La Masia.