Un Rayo superior se lleva la victoria con dos penaltis

Volvió LaLiga y el pistoletazo de salida de la Primera División se dio en el Power Horse Stadium de Almería, donde la parroquia local abarrotó el estadio con la ilusión de guardar los primeros tres puntos de la temporada. Al debut de Vicente Moreno se sumó el de Iddrisu Baba, que había llegado a la disciplina del club horas antes y de Edgar González, que ocupó el puesto de central en la zaga indálica.

El Rayo arrancó con ganas de mandar en el partido y fue arrinconando a los almerienses desde el primer momento. Los nervios del inicio y las ganas de agradar a su afición le pudieron pasar factura a un Almería, que todavía está falto de ritmo a estas alturas de la temporada. La primera imprecisión la firmó Edgar González, que llegó tarde a un balón dividido en el área y arroyó a Randy Nteka. Alberola Rojas no dudó en señalar la pena máxima. Isi Palazón la convirtió con brillantez y sumó el primer gol del curso futbolístico.

Sin tiempo de asimilar el tanto, llegó el segundo penalti. Aridane quiso prolongar una acción botada desde la esquina y Sergio Akieme golpeó el cuero con el brazo, en una posición antinatural. Nuevo penalti y esta vez fue Randy Nteka el que lo convirtió sumando el segundo tanto del partido para los visitantes. Tras el gol, el Rayo siguió siendo fiel a su estilo y el Almería buscaba meterse en el encuentro sin demasiado orden.

Tras el descanso Vicente Moreno quiso darle una vuelta a la dinámica de los rojiblancos, pero no pudo encontrar la magia de Sergio Arribas. Luis Suárez lo intentó y Ramazani estuvo a punto de sorprender a un Dimitrievski, que hoy ha estado superlativo. El macedonio mantuvo intacta la distancia de los suyos hasta el final y mermó las opciones de remontada de los indálicos.

En los últimos minutos de encuentro el Almería quiso arriesgar, pero no fue capaz de atravesar el orden defensivo rayista, que ha cambiado de entrenador, pero sigue dejando las buenas sensaciones de la temporada pasada. Un equipo compacto y eficaz, donde las individualidades siguen funcionando. El Almería parte con la necesidad de seguir sumando minutos para acoplar y engrasar las nuevas piezas, que le van a dar un salto de calidad en el futuro.