Una reacción momentánea sustentada en algunos nombres propios

Los dos triunfos consecutivos han traído cierta calma en Nervión. Más que calma, alivio. La angustiosa situación deportiva por la que lleva pasando esta temporada, había obligado a todos (dirigentes, cuerpo técnico, plantilla y afición) a pensar en la supervivencia en LaLiga como único objetivo. Triste y duro pero era la realidad. Dos triunfos cimentados en algunas claves que desgranamos en Relevo.

1. La primera de ellas, es la irrupción de Isaac Romero. Este Sevilla tenía una gran fragilidad en ambas áreas. Los rivales necesitaban muy poco para hacerle goles y encima a los sevillanos les costaba un mundo marcarlos. Desde su llegada, y en comunión con la dirección deportiva, Quique Sánchez Flores solicitó un delantero en el pasado mes de enero. La dificultad para traer a Fofana y la celeridad que pedía los malos resultados, trajo consigo la subida del lebrijano al primer equipo después de llenar la mochila de goles con el filial.

Isaac ha aportado goles (5 en 7 partidos), es obvio, pero además de eso ha inyectado energía a un equipo alicaído. Su juego, tan sencillo como eficaz, le permite conectar con sus compañeros de ataque, asistirles y dar desahogo cuando defensivamente el rival te obliga a jugar de manera más directa. El canterano ha tenido una irrupción muy por encima de la esperada pero hasta su entrenador se ha permitido el lujo de destacar su juego de manera individual ante los medios.

2. La salida de pesos pesados dentro del vestuario. Sería injusto escribir que sólo las salidas de Rakitic y Fernando han revitalizado al equipo. Desde dentro del club están agradecidos por su aportación pero sí están convencidos, que la continuidad de ambos, hubiera sido un problema para el entrenador en la gestión diaria del vestuario. El currículum de ambos está ahí y ese carácter ganador y liderazgo, chocaba con la idea del cuerpo técnico de que ambos tuvieran un papel más secundario en este segundo tramo de la temporada. Además, sin el croata, el juego se torna más físico y con más dinamismo que con anterioridad.

3. La tempranera eliminación de Marruecos ha permitido contar antes de los previsto con En Nesyri. Con los siete goles en dieciocho encuentros que lleva ya en LaLiga en esta temporada 23/24, está a sólo uno de los que logró la pasada campaña en total, donde disputó 31 partidos. Pero la gran aportación del marroquí ha llegado en su aportación en el juego aéreo a la hora de defender jugadas del equipo rival, una parte del juego, en la que los sevillistas estaban sufriendo durante este tramo duro de la temporada.

4. La recuperación de Nyland. La llegada del noruego suscitó muchas dudas. Heredaba la portería de Bono, sin duda alguna junto a Andrés Palop, el mejor portero de la historia del club. Su lesión cortó su adaptación y la titularidad de Dmitrovic, elevó las ganas de su regreso. "Teníamos claro que en la portería buscaríamos algo equilibrado. El año pasado teníamos dos porteros titulares y buscábamos algo de equilibrio. La salida de Bono puede decrecer el puesto, pero hay que buscar una visión más global. Es una posición que tenemos equilibrada. Han llegado porteros en la misma situación y han sido todo un éxito. Hay que crecer en nuestro proceso de captación", dijo Víctor Orta en la presentación de Nyland. Sobrio, con un gran juego de pies y con buenos reflejos en el uno contra uno, ha dotado de más seguridad a una defensa frágil. Ha sido crucial en las dos victorias.

Tras la derrota copera ante el Atlético de Madrid se produjo una charla entre el entrenador del Sevilla y el director deportivo. Durante la misma Orta y Quique analizaron la plantilla, hablaron de situaciones concretas y de lo que podían aportar los nuevos fichajes. Si algo ha demostrado el técnico madrileño en estas semanas es que es un técnico de la vieja escuela. Suele ser anárquico en la toma de decisiones y en sus comparecencias ante los medios. Desde ese momento, modificó sus respuestas y sus hechos con algunos jugadores como Rafa Mir, Januzaj o Rakitic y se alineó con el club. La paciencia con los dos primeros se rompió dejando incluso al delantero fuera de la convocatoria ante el Atlético y al belga sin minutos en los dos últimos partidos. Sea como fuere, el Sevilla coge aire. Tiene por delante un calendario exigente para poder confirmar esta reacción.