El 'boom' en el Bernabéu por la portería que casi arruina La Séptima: "Y Seedorf preocupado por su fiesta de cumpleaños..."
El Borussia visita el Bernabéu y Relevo reconstruye la odisea que se vivió con la caída de la portería del Fondo Sur, en 1998. Hablan Fernando Sanz, Nevio Scala, el árbitro... y el héroe inesperado.
![La portería del Fondo Sur del Bernabéu, caída, antes del Real Madrid-Borussia de 1998. /GETTY](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202410/21/media/cortadas/porteria-bernabeu-RdB8frr4WyV6625EYPrFt1K-1200x648@Relevo-RdB8frr4WyV6625EYPrFt1K-1200x648@Relevo.jpg)
Sucedió ayer, que es cuando vuelven a ocurrir los episodios que impactan. Y el que nos ocupa lo fue. Por inédito, surrealista y escandaloso. Quien lo presenció, lo vio o lo escuchó es capaz de reproducir con precisión lo que estaba haciendo en ese instante. No obstante, es conveniente aclarar para aquellas generaciones que no tienen un recuerdo directo que aconteció hace ya más de 26 años. El 1 de abril de 1998, el Santiago Bernabéu, acostumbrado a contemplar grandes remontadas, asistió a un desplome estrepitoso. Pocos minutos antes de comenzar la semifinal de la Copa de Europa entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund, a 50 días de alzar la Séptima, la portería del Fondo Sur se vino abajo. Ambos postes cedieron por el peso y el zarandeo de varios Ultras que estaban subidos a la valla metálica que soportaba, inexplicablemente, el tensor de la red de la meta.
El incidente dio inicio a una hora y cuarto de bochorno y desconcierto televisado ante los ojos de toda Europa hasta que los empleados del club pudieron instalar otra portería, transportada por un desconocido, a toda velocidad, desde la antigua Ciudad Deportiva. Fueron 75 minutos que contuvieron elementos propios de un largometraje: suspense, presiones, policías, vehículos a la carrera y hasta un 'alunizaje'.
"Estábamos en el campo y, de repente, ¡boom!". "Se vivió una tensión tremenda; en el vestuario pasaron un sinfín de cosas". "Había muchísima confusión. Yo era partidario de que nos fuéramos a Alemania, así el Madrid perdería 0-3; lo decía el reglamento". "Me veía como el Rey o el presidente del Gobierno; me sentí un pequeño héroe de la Séptima". Recuerdos muy distintos de un suceso con muchos rostros. Relevo habla con los protagonistas de esta odisea para reconstruir fielmente el relato de aquella noche en la que el sueño de la Séptima pudo esfumarse y que supuso incluso un punto de inflexión en la normativa de la UEFA.
20:43 horas. Real Madrid y Borussia formaban en el centro del campo del estadio para escuchar el himno de la Champions. Era el Bernabéu de las grandes noches, hacía nueve años que el equipo blanco no pisaba unas semifinales de la Copa de Europa. Todo transcurría por el cauce de lo natural hasta que se precipitó lo insólito. "Estábamos parados en el círculo central y luego hubo un gran ¡boom! Uno de los jueces de línea me dijo: '¡Mario, Mario, mira, mira, mira!'. '¿Qué pasa ahora?', le respondí. La portería se había derrumbado. Ese momento fue un pandemónium, una locura". Mario Van der Ende era el árbitro de aquel encuentro. Ahora, desde su jubilación (66 años), sonríe al evocarlo, pero esa noche vivió uno de los momentos más tensos de su carrera: "Caminé hacia la portería y vi que uno de los postes estaba roto a unos diez centímetros del suelo. Todo el mundo había entrado en pánico. El jardinero, la gente que trabaja en el club... Decían: 'Mario, tal vez podamos arreglarlo. Tenemos algo de cinta'. Yo no daba crédito: '¿Cómo es posible arreglar eso con la cinta? Es imposible".
![Así quedó la portería del Bernabéu aquel 1 de abril de 1998. GETTY](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202410/21/media/cortadas/porteria-caida-U57710676053hnP-624x385@Relevo-U57710676053hnP-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Nervios, quejas y muchas presiones
El desconcierto se apoderó de la escena. Lorenzo Sanz, en el palco, utilizaba con angustia su teléfono móvil. Manuel Fernández Trigo, gerente del club y responsable de los asuntos internos, buscaba soluciones. Los jugadores, mientras, no sabían qué hacer. Alguno, incluso, no se percató en un primer momento del incidente. Ese fue el caso de, paradójicamente, Fernando Sanz. Mientras su padre intentaba resolver el caos, él, en el césped, permanecía abstraído, concentrado: "Se vivió una tensión tremenda. Para mí era un partido importantísimo en mi carrera. Por un cúmulo de lesiones, Heynckes recurrió a mí. No tenía a Hierro y me puso como titular junto a Sanchis. ¡Debutaba en la Champions y en unas semifinales! Así que recuerdo que estaba listo para oír el himno y el que me avisa es Roberto Carlos. Me hace indicaciones con la cabeza. Yo miro a mi derecha pero sigo sin saber ni entender qué sucede. Yo estaba metido en mi partido, centrado en Chapuisat, que era uno de los mejores delanteros de Europa. Después de un buen rato me entero de que nos tenemos que volver a la caseta. Y yo, como las ovejas que siguen al resto. Donde tengo constancia de absolutamente todo es en el vestuario. Allí se producen un sinfín de cosas…".
"Estábamos parados en el círculo central y luego hubo un gran ¡boom! Todo el mundo había entrado en pánico"
Árbitro del Real Madrid-Borussia DortmundFue Van der Ende quien, después de calibrar la gravedad del suceso, habló con los capitanes para comunicarles que tenían que abandonar el césped hasta que se encontrase una solución. "Llamé a mi esposa para decirle que podía apagar el vídeo porque eso se podía demorar mucho. Traté de hacer un poco de humor también para mantener tranquila a la gente", cuenta el colegiado. En ese instante de turbación, él era el punto al que todos se dirigían: jugadores de ambos equipos, UEFA, periodistas. Su vestuario parecía el mostrador de una compañía aérea intentando gestionar un retraso: "Yo dije que aquello podía llevar mucho tiempo porque cuando vi el poste de la portería roto… Pensaba que debía haber otra portería en el estadio. Una portería de repuesto. Pero no. Tenían que traer otra. Así lo informé a UEFA. Cada cinco minutos hablaba con ellos. ¡Recuerdo que el coste de la factura de mi teléfono fue altísimo! Menos mal que la UEFA me la pagó".
El relato de Van der Ende es atropellado por la multitud de imágenes que forman una madeja en su memoria. De súbito, un nombre se cuela en la conversación: Clarence Seedorf. "Era su cumpleaños y cada quince minutos venía a mi vestuario. 'Mario, ¿qué hacemos? Porque tengo muchos invitados para mi fiesta en un restaurante y tengo que hacer algo. Tal vez tendría que cancelar. Tal vez tenga que posponerlo, ¡pero tengo que hablar con el dueño del restaurante!'. Finalmente se celebró… a las tres de la madrugada. Aún me río cuando lo recuerdo", relata el exárbitro. A Fernando Sanz no le sorprende la anécdota protagonizada por su excompañero. "Mira en lo que estaba pensando él… Es que es un personaje, en el buen sentido", dice con una mueca que se trenza con la complicidad. Él, en cambio, no estaba para fiestas. "Recuerdo permanecer aislado de todo y de todos, centrándome en no quedarme frío porque ya habíamos calentado. Decían que se jugaba y te conectabas. A los cinco minutos decían que ya no se jugaba y te desconectabas. Y así. Fue complejo. Y yo con mi partido mental. Sólo estaba preparándome psicológicamente para lo que fuera a pasar. Ya fuese jugar el partido o no".
"Se vivió una tensión tremenda; en el vestuario pasaron un sinfín de cosas"
Exjugador del Real MadridEntretanto, en el vestuario del Borussia crecía una indignación que estalló en queja formal buscando la suspensión del partido. De este modo, al Real Madrid le darían el partido por perdido 0-3. Nevio Scala era el técnico de aquel conjunto alemán. Atiende a Relevo por teléfono. Tiene 75 años pero su verbo no ha perdido la agilidad de antaño: "Había una gran confusión. Todos iban, venían, hablaban, la portería que no llegaba… No recuerdo cuánto tiempo estuvimos esperando. Los jugadores me decían: 'Míster, vámonos a casa, vámonos a casa'. Hablé con mi presidente. Le dije: 'Más de 45 minutos no podemos esperar. Porque después de ese tiempo no podremos ganar el partido'. Además, llegué al Bernabéu con un equipo muy, muy corto. Sin Möller, sin Kohler, sin Heinrich. Llevamos jugadores muy jóvenes como But, como Binz, Reinhardt… Yo le decía que nos fuéramos. Si el Borussia dice que se va a Alemania después de 45 minutos, el reglamento de UEFA señalaba que el Madrid perdía 0-3 y se acababa todo".
"Si nos hubiésemos ido después de 45 minutos, el Madrid hubiera perdido 0-3. Ganaron la Séptima gracias al regalo que le hizo el Dortmund"
Entrenador del Borussia Dortmund en 1998"Me acuerdo de que el Borussia estaba muy enojado. Mandaron incluso una carta de protesta. 'Esto es extraordinario. No es así como lo hacemos en Alemania. Tenemos que jugar el próximo fin de semana. Debemos volar de regreso porque nuestros jugadores ya no están concentrados', me decían. Illgner, el portero del Madrid, intentaba traducirme todo. Yo les respondía que OK, pero que ese era el mismo problema para el Real Madrid", manifiesta Van der Ende.
El Dortmund permaneció a la espera. Fue su presidente, Gerhard Niebaum, quien apagó el incendio en el que se había convertido su vestuario. Scala describe el momento con minuciosidad: "Él estuvo hablando con Lorenzo Sanz durante media hora. Con mucho respeto y seriedad. Y llegaron a un acuerdo. El presidente me dijo: 'No, Nevio, no podemos irnos a Alemania. Tenemos una buena relación con el Madrid. No es correcto aunque el reglamento habla muy claro'. Él fue gentil y cortés, pero yo no estaba conforme. Todo lo que estaba pasando era una responsabilidad del Madrid. La portería era del Madrid, no del Borussia. Si hubiéramos decidido regresar, ellos no tenían ninguna posibilidad de jugar el partido y ganarlo, como así hicieron después. Acabaron ganando la Séptima gracias al regalo que le hizo el Borussia. Un bello regalo".
![Esta es la queja que remitió el Borussia al delegado de UEFA. MARIO VAN DER ENDE](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202410/21/media/cortadas/queja-borussia-U30004352168Xqb-406x720@Relevo-U30004352168Xqb-406x720@Relevo.jpg?cw=300&ch=533)
El colegiado del encuentro, sin embargo, asegura que el partido estaba condenado a jugarse. Fuese a la hora que fuese: "A mí UEFA me ordenó en todo momento que se tenía que disputar esa noche. Aunque fuera a las dos o las tres de la madrugada porque ya se había anunciado la fecha de la final. Y también estaban fijados los calendarios de las ligas. Nunca hubo un plazo. La orden era clara: en cuanto pudiéramos, había que iniciar el partido".
![Heynckes, técnico del Madrid, junto a Scala, entrenador del Borussia Dortmund. GETTY](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202410/21/media/cortadas/heynckes-scala-U12814318283QBL-406x720@Relevo-U12814318283QBL-406x720@Relevo.jpg?cw=300&ch=533)
Héroes convertidos en kamikazes
Mientras se sucedían las conversaciones y las presiones en los intestinos del Bernabéu, la superficie hervía en busca de un remedio que acabara con una imagen vergonzosa, impropia de un club de la categoría del Real Madrid. El gerente, Manuel Fernández Trigo, se puso al frente de la operación de emergencia. La falta de previsión fue absoluta. Después de comprobar que era imposible arreglar la portería caída, comenzó la lucha contra el reloj. Agustín Herrerín, por entonces encargado de acompañar a los rivales europeos y ayudante del delegado Julio Casabella, cogió una moto. Le siguieron Miguel Ángel y Jorge Casabella, en el coche del exportero. Los cuatro acudieron volando a la antigua Ciudad Deportiva, escoltados por la Policía.
Al llegar allí no había ningún empleado del club. La escena que se precipitó de inmediato fue propia de una película comercial de bajo presupuesto. "Eran sobre las nueve menos cuarto. Yo estaba con mi sobrino trabajando en la antigua Ciudad Deportiva. Allí había una feria de telefonía móvil y estábamos montando el mobiliario. Mientras descargábamos los materiales, vimos aparecer a Agustín Herrerín, a Miguel Ángel, el que fue portero del Madrid... ¡y a ocho policías! Herrerín fue a por el conductor del camión que estaba allí. Era yo, así que me presenté. Él estaba descolorido. Me dijo que tenía un grave problema y que necesitaba el camión para trasladar una portería". Quien habla es Cándido Gómez, un vecino de Fuenlabrada que, con su Pegaso, se convirtió en el ángel de la guarda del Real Madrid aquella noche del 1 de abril de 1998.
"Hicimos como un alunizaje para acceder donde estaba la portería; salimos en dirección prohibida a lo que daba el camión... Casi nos matamos"
Conductor del camión que trasladó la nueva porteríaHerrerín ya tenía localizada la portería, el camión y el conductor. Todo parecía encajar, pero siempre hay una vuelta de tuerca que pone a prueba los corazones. El acceso al campo donde se encontraba la portería estaba cerrado y nadie tenía las llaves. La urgencia pesaba más que la prudencia y convinieron en que el atajo más rápido era tirar la puerta abajo con el camión. Cándido lo recita de carrerilla en la cita que tuvo con Relevo el pasado 14 de marzo: "Dimos marcha atrás y con golpes abrimos el candado. Fue como un alunizaje. Salió Miguel Ángel corriendo a por la portería, que llevaba ruedas. Entre todos quitamos la lona al camión y la cargamos. Herrerín me dijo que le siguiera".
Enfilaron La Castellana con la temeridad de un kamikaze. Tardaron ocho minutos en completar el recorrido de 7 kilómetros. "Salimos escoltados por la Policía. Parecía el presidente del Gobierno o el Rey. Yo me lo pasé en grande, fue una experiencia enorme. Salimos en dirección prohibida, bajamos por la mediana de La Castellana, nos saltamos todos los semáforos... Íbamos a lo que daba el camión, 100 kilómetros por hora. Ya no podía pisar más. No hicimos ni la rotonda que hay para coger Concha Espina. Giramos a la izquierda y ahí la portería casi se nos cae porque con las prisas no iba ni atada. Casi nos matamos".
![El 'boom' en el Bernabéu por la portería que casi arruina La Séptima: «Y Seedorf preocupado por su fiesta de cumpleaños...»](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202410/21/media/cortadas/nueva-porteria-pasillo_20230331163529-U53574832324fXF-624x385@Relevo-U53574832324fXF-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Más complicaciones todavía... y ovación
Llegaron al Bernabéu con el milagro entre las manos. "Paramos el camión donde se ubicaba el centro comercial de La Esquina porque por ese acceso era por el único por donde se podía introducir la portería. Con las prisas que tenían, casi me tiran del camión cuando la estábamos descargando. El otro problema fue meterla en el estadio, que nos costó Dios y ayuda porque no cabía por el hueco", confiesa. Las imágenes de la meta por el pasillo angosto del estadio recordaba a las de un torero, en brazos de su cuadrilla, dirigiéndose a la enfermería. A las 21:45 horas, 60 minutos después de la suspensión, la portería se manifestó sobre el césped. El Bernabéu la ovacionó como a un fichaje galáctico en su presentación.
"Es que fue una cosa... Recuerdo perfectamente cuando veo la portería que colocan ahí, ¡que encima era unos centímetros más baja! Supe que era la de la Ciudad Deportiva porque entrenábamos todos los días con ella. La teníamos perfectamente identificada, antes no había tantas como ahora. Además, éramos nosotros las que la movíamos de un sitio a otro. Cuando la vi, la reconocí. Y ya me enteré de todo lo que pasó", repasa Fernando Sanz.
![Los operarios del Bernabéu cargan con la nueva portería. AP](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202410/21/media/cortadas/porteria-operarios-U01535753436Wrh-624x385@Relevo-U01535753436Wrh-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Cándido, que ya tiene 65 años, se siente parte de la Séptima. Califica su protagonismo casi como una aparición mariana: "Estuve meses y meses con una alegría en el cuerpo… Ayudé al Madrid a llegar a la final, puse mi granito de arena. Lo que hice fue casi heroico. Cuando entré al césped y vi cómo aplaudían todos… Fue escalofriante", rememora. Su acto tuvo prima: "Herrerín me entregó 78.000 pesetas (468 euros), que por entonces estaba muy bien. Días después me llamó Miguel Ángel para que fuera a las oficinas y allí Fernández Trigo me dio una insignia, un chándal, un balón y un joyero para mi mujer". Aquella noche quedó indeleble en su recuerdo, como en el de Mario Van der Ende. Una semana después del suceso tuvo que ir a la sede de la UEFA para exponer lo ocurrido. "Allí sugerí que tal vez fuera una buena idea para los siguientes partidos de fútbol internacional tener una portería de repuesto. Hubiéramos tardado tal vez 20 minutos en jugar en lugar de casi dos horas. Desde ese momento es obligatorio tener una portería extra", dice el excolegiado, que plasmó este capítulo de su vida en el libro Broken Goalpost (Portería rota).
![Este es el informe del suceso redactado por el Observador de UEFA. MARIO VAN DER ENDE](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202410/21/media/cortadas/informe-vanderende-U72387372822brR-406x720@Relevo-U72387372822brR-406x720@Relevo.jpg?cw=300&ch=533)
A las 22:00, una hora y cuarto después, comenzó la ida de semifinales entre el Real Madrid y el Borussia. El partido lo ganaron los madridistas 2-0, con goles de Morientes y Karembeu, tras un punterazo. Tanto en esos 90 minutos como, sobre todo, en los de vuelta (0-0), la sombra de la portería y la decisión de no suspenderse el encuentro nutrió a los alemanes de argumentos para intentar desestabilizar.
"Con cualquier decisión arbitral intentaban sacarnos de nuestras casillas, provocando continuamente. Me acuerdo como si lo estuviera viendo ahora: Chapuisat no dejaba de hacerme un gesto con la mano, como de robar. A lo mejor la tomó conmigo porque me veía joven, por mi inexperiencia… Pero no consiguió desestabilizarme. En mi cabeza se me quedó ese gesto", dice Sanz, que en el Westfalenstadion cuajó uno de sus mejores partidos con la camiseta del Real Madrid.
El club fue multado por la UEFA con 115 millones de pesetas (un millón de euros) y un partido de clausura del estadio en la primera ronda de la siguiente edición. Los blancos acabarían ganando la Séptima frente a la Juventus y esa noche en la que pudo cambiar todo, con una portería deprimida sobre el césped, sólo acabó convirtiéndose en un recuerdo casi cómico.